miércoles, 27 de agosto de 2008

SEXO, AMOR Y CELOS


Aunque a estas alturas de la película una ya no se asusta de casi nada, confieso que cuando hace dos o tres veranos cogí de la biblioteca pública “La vida sexual de Catherine M.”, terminé devolviéndolo asqueada a después de haber leído apenas un tercio de la narración.

Seguro que recordáis el libro, que fue un escándalo en el momento de su publicación y en el que la autora, la directora de la prestigiosa revista de arte “Art Press” Catherine Millet, narraba con pelos y señales su vida sexual. La suya. Diferente a casi cualquier otra, porque la buena señora había dedicado gran parte de su vida a cepillarse a cualquiera que se pusiera por delante, hombre o mujer, alto o bajo, uno o varios, limpio o sucio. De hecho, y por aquello de que la memoria tiende a retener lo impactante, recuerdo un párrafo especialmente asqueroso en el que narraba su relación sexual con un hombre que llevaba meses sin lavarse y otro en el contaba experiencias de sexo en grupo en un parque al que la gente iba, simplemente, a pillar. A oscuras, sin ver nada, por cualquier parte, de todas las maneras y con cualquiera.

Millet
, relataba en primera persona, con todo lujo de detalles y con una frialdad escalofriante años y años de sexo indiscriminado en este libro que llegó a vender dos millones y medio de ejemplares, mientras su marido, Jacques Henric, también escritor, apoyaba su carrera fotografiándola sin ropa interior en lugares públicos.

Ahora, siete años después sale a la venta en Francia "Jour de souffrance", en el que Catherine Millet narra otra travesía personal, la de los celos que durante años sintió por la vida sexual paralela de su marido con el que había llegado a un pacto de libertad personal o sexual. Dice Millet que durante meses y meses y mientras participaba en orgías con desconocidos o prácticaba sexo con cualquiera que se lo propusiera, vivía un verdadero infierno motivado por la incertidumbre y la pasión...

El, de momento, no se ha pronunciado. Yo, ahora mismo, me hago millones de preguntas.

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1 comentario:

Lupe Montero dijo...

Sinceramente me sorprende bastante que un matrimonio pueda perdurar a lo largo de los años viviendo las hazañas que nos comentas hoy. Hay que tener una mente muy abierta, un corazón muy cerrado y muy poquitos escrúpulos. Parece más bien una relación de tipo comercial (yo escribo tu fotografías) que sentimental, aunque... hay de todo en este mundo, quien sabe. El caso es que yo no concibo que una relación pueda desarrollarse de ese modo. s lo que más me llama la atención de tu post...