viernes, 15 de mayo de 2009

HACE MÁS DE 30 AÑOS


La semana pasada estuve dando una charla a un grupo de alumnos de primero de periodismo en la Universidad. Cuando el profesor me presentaba recorriendo mi vida profesional curriculum en mano, caí en la cuenta de que cualquiera de ellos podría haber sido hijo mío y me dio por pensar que coño he hecho con mi vida los últimos 20 años. Afortunadamente y aunque no he tenido hijos, si me ha dado tiempo a hacer un montón de cosas que justifican cada día que ha pasado.


El caso es que con ese punto de madurez sin retorno que da estar ya más cerca de los 40 que de los 30, he encontrado hoy en el blog de Lupita un memo sobre la infancia que me ha hecho sonreir. Y aunque soy consciente de que será un peñazo y por supuesto, entiendo que paseis de leerlo, he pasado un rato muy agradable respondiendo.


Así que, este puñadito de recuerdos es un regalo que hoy me hago. Porque he tenido una semana dura, porque estoy cansada, porque aún tengo un montón de cosas que hacer por casa y porque me da la gana.


Por cierto, gracias Lupita.


1.¿Cuál es tu primer recuerdo?
Mi abuelo Miguel, con una camisa a cuadros sonriendo sentado en el sofá de mi casa. Murió poco antes de nacer mi hermano, así que yo tendría tres o cuatro años.

2.- Nombra algunos de tus juguetes preferidos
La mariquitas, claro. Aquellas muñecas recortables de papel con las que jugábamos las niñas de los 70. Y las Nancys y el Mocosete y las Barriguitas… y los Cliks de Famobil. Y los renacuajos de río y las mariposas y los rebaños que pasaban por el camino de detrás de casa…

3.- Alguna travesura de cuando eras niñ@
Ufffffffffff, que sosa debí ser. Me temo que las travesuras las he hecho cumplidos los 20, jajaja.

4.- Tu comida preferida de aquellos años
Preferida no se, pero me tiré dos días delante de un plato de acelgas retando a mi madre. Ganó ella, claro. También recuerdo las meriendas de entonces; pan con chocolate, con membrillo, con vino y azucar, con quesito…


5.- Tus dibujos preferidos de la caja tonta
Heidi y Marco. Y la abeja Maya. Y Erase una vez el hombre.

6.- Tu primera colección de cromos
Pues no lo recuerdo, pero entonces los daban con los yogures. Mi tía Teresa tenía una tienda en un pueblo pequeño y me guardaba todos los sobres….

7.- Tu mejor amig@ y por qué
Pilar V. Porque es una persona excepcional e inimitable en todos los sentidos. Aunque la veo menos de lo que me gustaría, seguimos siendo amigas.

8.- Tu primer libro que leíste.
Eran cuentos. “Mariuca la Castañera” era uno de ellos, la historia de una pobre niña que vendía castañas y pasaba muchísimo frío. Después, un amigo de mi padre director de una editorial me regaló colecciones completas de clásicos con Edgar Allan Poe, Mary Shelley, Leopoldo Alas Clarín, Emilio Salgari, Alejandro Dumas, Julio Verne …
También leía Los Cinco y Puck. Ahhhhhhhhh, y el Senda. ¿Os acordais de él? Ahora están cotizadísimos.

9- Aquella canción que, siempre que la escuchas, viajas hasta tu pasado.
La sintonía de “El hombre y la tierra” o el “Un, dos, tres”

10- Aquel maestr@ que todavía hoy lo recuerdas con cariño
La madre Mercedes, en mi primer curso de párvulos con apenas tres años. Es más un mito que una imagen real. Y la madre Gloria que decía que con mi pelo rojo era igual que una sobrina suya y me tenía enchufadísima.


11- Una película que jamás olvidarás porque te recuerda a tu infancia o juventud.
La Biblia. Mis padres compraron la primera tele en color del bloque de vecinos que además, tenía UHF / VHF. Todas las vecinas subieron a casa a ver la película mientras los maridos veían el fútbol en la otra cadena.

12- Aquellos tebeos que leías con avidez cuando eras pequeñ@
Don MIki. Todos los domingos, mi padre traía el periódico para él, la revista para mi madre y un don MIki para mí. Después pasé a Tintin y Asterix y más tarde a los tebeos para niñas tipo Esther. Cuando mi hermano creció, me chupé todos los de X-Men y ahora, me leo los de culto de FHMP.

13- Una mascota que tuviste de pequeñ@
Un pollito fucsia. El de mi hermano era verde. Los compramos en el mercadillo e instalamos una caja de cartón con pienso en el balcón. A los pocos días, habían perdido el color, olían fatal y se estaban haciendo monstruos enormes. Mi madre los llevó al pueblo, con mis tías y después de unos meses de vida loca por las eras acabaron su vida en una olla.

También tuvimos una tortuga pequeñaja que un día decidió vivir la vida y escapar de su terrario con moqueta y piscina hecha con la tapa de tupper. Nunca más se supo. Y luego estaban los gatos callejeros que aparecían por el pueblo y los corderitos recién nacidos que nos dejaban cuidar los pastores que pasaban por el camino hacia el monte.

14- El primer coche que tuviste cuando te sacaste el carnet de conducir.
Un R5 gris de séptima mano. Debía dar tanta pena que al poco, con la excusa de terminar la carrera, me regalaron un Punto pistacho. Me ha durado 14 años, intacto. Lo cambié, con gran dolor de corazón hace tres.

15- Un viaje o excursión que hiciste con los compañeros de clase
A ver granjas de pollos. Cada año, invariablemente. No se por que las monjas nos llevaban todas las primaveras. Pilar, ¿tu lo sabes?

16- Aquel juego que tanto te gustaba jugar de pequeñ@
Con muñecas, en la escalera, con las vecinas.

17- ¿Qué programa de la televisión de aquellos años era el que más te gustaba?
Un, dos, tres. El único, con Eurovisión, que me dejaban ver.

18- Un regalo que te hicieron tus padres que jamás olvidarás
Cada vez que mi padre iba de viaje por trabajo nos traía algo. Recuerdo especialmente una vajilla de los cliks de Famobil con piezas tan chiquitinas que daba miedo sacarlas de la caja. También recuerdo la emoción de montar un tren eléctrico la noche de reyes cuando mi hermano aún no se coscaba de nada.

19- ¿Hay algún olor que te transporta a tu infancia? ¿Cuál y por qué?
El olor a membrillos mezclado con polvo en el coche de mi padre. Me recuerda las carreteras llenas de curvas para ir a Pamplona y del Puerto de Santa Bárbara, los mareos y las vomitonas. Aún hoy me revuelve el estómago.

20- Un día o un momento de tu infancia que no olvidarás nunca, porque fuiste inmensamente feliz.
Unas navidades. En el pueblo. Todo nevado alrededor y una mañana de reyes de sol deslumbrante. Lo recuerdo, y todavía duele.

miércoles, 13 de mayo de 2009

VIDA


Mi abuela, la única que me queda, cumple mañana 88 años. No es, ni lo ha sido nunca, la típica abuelita dulce que hace bizcochos y cuida geranios mientras intenta hacer la vida agradable a los que le rodean. Más bien todo lo contrario.

La veo un fin de semana sí y otro no. Y quizá por eso, porque no vivo con ella a diario soy mucho más consciente del deteriorio físico que poco a poco se va cebando en su cuerpo y su mente. A veces, me siento frente a ella e intento recordar la mujer que era hace apenas cinco años, o cinco meses o incluso, cinco semanas. A veces, dudo si ella no estará pensando lo mismo.

Desde que nacemos nos enseñan a andar, a comer, a cruzar la calle, a conducir un coche, a mejorar nuestra vida sexual. Vamos al colegio, terminamos una carrera universitaria y sacamos tiempo de donde sea para seguir aprendiendo y mejorar. Estudiamos, leemos, viajamos, buscamos experiencias que nos puedan ayudar en cualquier momento o situación en nuestra vida. Hay masters para mejorar las relaciones laborales, terapias para dejar de fumar, talleres para superar una ruptura, una pérdida o una enfermedad...


Pero nadie no enseña a envejecer y a enfrentarnos a la muerte.


Y miro a mi abuela y me angustia pensar lo terrible que debe ser saber que tienes 88 años, que las personas que conociste y amaste ya han muerto, que cada día que venga va a ser, seguro, peor que el anterior, no solo porque llegarán más dolores, sino porque quedará uno menos en esa inexorable cuenta atrás.

¿Como seré yo a los 88? ¿Me despertaré por las mañanas con ganas de apurar el tiempo que la vida me regala o habré tirado ya la toalla agotada de luchar contra una corriente que se que me va a llevar? ¿Como se sienta uno a esperar a la muerte?



martes, 12 de mayo de 2009

PREGUNTO



ALGUNOS DATOS

Dicen los datos del ministerio de Sanidad que un 21.2% de las casi doce millones de mujeres españolas de entre 15 y 49 años no utilizan ningún metodo anticonceptivo en sus relaciones sexuales.

De ellas, y restando las que buscan ser madres, casi un millón doscientas mil están en riesgo evidente de un embarazo no deseado, cifra que llega a los casi dos millones si sumamos las que por desconocimiento y descuido utilizan mal los métodos anticonceptivos.

En 2007 se realizaron, según el Ministerio de Sanidad, 112.000 abortos legales en España. Repito, legales y registrados, de los que 6.000 fueron a menores de 18 años.

Para hacer frente a este problema, la ministra Jimenez acaba de anunciar que a final de més la píldora postcoital se venderá en las farmacias sin receta ni límite de edad.


Y yo me pregunto....


¿Por que muchos padres siguen siendo incapaces de hablar de sexo con los hijos cuando cualquier noche, a cualquier hora, encuentras sexo explícito en televisión?


¿Por que muchos colegios han claudicado, por ideología, por exceso de responsabilidades, por miedo a las familias, por una mentalidad tradicional y han dejado de ofrecer una educación sexual responsable?


¿Por que los anticonceptivos no entran en la lista de medicamentos de la Seguridad Social como los antibióticos?


¿Por que yo, que hace tiempo cumplí los treinta tengo que acudir cada mes a la farmacia a comprar mis anticonceptivos, OBLIGATORIAMENTE con la receta del ginecólogo fechada y sellada?

¿Por que me da la impresión de que a veces, muchas veces, se opta por la solución más efectista y se deja la solución real de los problemas a la suerte o la estadística?