Tiene la edad de mi padre, una carrera profesional más que larga con muchas luces y muchas sombras y una situación personal complicada tras un divorcio reciente. Por estas cosas que tiene la vida podría ser mi jefe, pero resulta que es al revés. Y otro día, por una tontería tuve con él una bronca monumental en la que solo le faltó llamarme niñata. Y digo que solo le faltó eso porque aún no habíamos terminado la bronca y ya estaba en el despacho de mi jefa para poner el grito en el cielo contando su versión. Como si esto fuese una guardería. Como si en la vida real todavía hubiera buenos y malos. Como si me fuera a castigar de cara a la pared.
Increiblemente todavía hay quien piensa que el respeto profesional es cuestión de sexo o de edad.
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1 comentario:
el respeto para la gente es una cusetión de sexo, raza, edad, y poco más..
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