domingo, 27 de junio de 2010

DE TIENDAS



Impresionante. La sensación de llegar a un centro comercial con decenas y decenas de tiendas, que no haya nadie y que tengas todo el día por delante para maulear es algo que solo puedo comparar con una noche, hace años, cuando la selección española jugaba un partido decisivo en algún mundial y yo me fui a pasear por Salamanca... inenarrable.

No se si sería porque es casi fin de mes, por la crisis o porque las rebajas están al caer, pero el caso es que al final el viernes pude cogerme el día libre y a las nueve y media de la mañana, M. y yo salíamos de casa dispuestas a quemar la visa y aunque no la quemamos porque estuvimos muy comedidas, lo cierto es que lo pasamos de miedo. Una tienda detrás de otra, probadores vacíos, dependientas que pasaban de nosotras olímpicamente... el paraíso. Para mi, el viernes fue casi como irme a un balneario.

Porque de tiendas hay que ir con las amigas. Para echar unas risas, para que te digan de veras lo que te cae bien o no, para recordarte que tienes unos zapatos idénticos a los que estás a punto de comprarte, para alcanzarte otro color del mismo vestido, para buscarte otra talla, para comentar lo bueno que está el taxista de las patillas que te lleva a casa cargada de bolsas... para eso, están las amigas. Por eso me hacen tanta gracia ver a los novios y maridos aburridos esperar en las puertas de las tiendas o peor aun, hacer guardia ante el probador mientras la muchacha de turno (suelen ser muy jóvenes, se ve que aún no han aprendido... ) se prueba 27 camisetas de H&M y sale con cada una de ellas para ver que le parece. El, a esas alturas de la relación (suele ser al principio) está tan apollardao que todas le parecen bien y lo único en lo que piensa es en colarse en el probador para quitarle cuanto antes la camiseta y lo que se tercie. Cuando se les pasa el primer calentón, aprenden y se niegan a volver a ir de tiendas.

Respecto a los hombres cuando van de tiendas, mi experiencia es más que variada. FHMP compra todas sus camisas de la misma marca, con lo que un par de veces al año acude al corner de la firma en el Corte Inglés y arrambla. Los pantalones, lo mismo, y los zapatos, otro tanto. Modelo estandar e igual en julio que en febrero. Si hemos discutido alguna vez ha sido por el color de las corbatas o porque he intentado cambiarle el look un poquillo. El, no se ha dejado.

Quien si se dejo fue mi último ex, al que dejé hecho un pincel. El mismo lo reconoce y según me cuenta, sigue en la misma línea. Que putada, no? Dejar el trabajo hecho para que otras lo disfruten... Eso si, me queda la satisfacción moral de haber perpetrado un cambio de imagen digno de portada del Vogue. Del anterior, poco que contar. Sigue con las mismas camisetas de Star Wars con las que lo conocí a los 18 años, claro que parte de la culpa es mía que sigo comprándole una cada año por su cumpleaños....

miércoles, 23 de junio de 2010

PAIS DE PORTERAS


La chica es más que guapa, profesional y encima, tiene un novio capitán de la selección. La chica trabaja en un medio de comunicación capaz de vender a su abuela por subir la audiencia o dicho de otra manera, capaz de nombrar subdirectora de deportes a una chica de 25 años sin más experiencia que unas prácticas en una emisora de radio. Si ella es lista, que lo parece, o si está bien aconsejada, que espero que sí, aprovechará el tirón mientras le sea posible y a la que pueda, se retirará a la radio o a la prensa escrita a madurar en lo suyo hasta que llegue de nuevo su momento. Si no lo es, no quiero ni pensar donde la veremos dentro de poco.

Si alguien piensa que voy a proponer ahora un debate sobre el periodismo de hoy, está equivocado, entre otras cosas porque en este mismo blog ya he dado mi opinión otras veces y porque en realidad daría lo mismo que la chica fuera periodista, enfermera o inspectora de hacienda. Hoy el Presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid se ha cubierto de gloria criticando a la cadena en cuestión por colocar a la chica tras la portería del novio en las transmisiones facilitando así la foto. Como si ella fuera tonta. Como si ella no supiera en que campo está jugando. ¿O es que acaso alguien ha visto a Olga Viza o María Escario, reconocidísimas periodistas deportivas salir en plan icono sexual en una revista para tíos, en la portada de un magazine sensacionalista o en la revista para mujeres más frívola del mercado? Y es que cualquiera con dos dedos de frente y más si es de la profesión, sabe la diferencia que hay entre el Magazine del Mundo y el XL Semanal o entre Cosmopólitan y el Vogue. No creo que nadie espere que gane un Pulitzer o que escriba una tesis doctoral sobre la influencia de la ingesta de proteínas en el rendimiento de los futbolistas en los mundiales. Aunque quizá podría, ¿por que no?

La cuestión es que igual que hay zapatillas para andar y zapatos para seducir, hay medios de comunicación informativos y los hay que apuestan por el espectáculo, medios de prestigio y medios de consumo. Y ella, es el espectáculo. Futbol, chica guapa y morbo: el paraíso de cualquier jefe de contenidos de una televisión. La chica sabe donde está y por qué y juega sus cartas. Y lo hace estupendamente.

Lo dicho, solo espero que sepa hacia donde va, cuando va a terminar el partido y cuando pedir un tiempo muerto.

martes, 22 de junio de 2010

PEREZA


Publicaba un suplemento de la Vanguardia este fin de semana una curiosa interpretación del porqué del descenso del número de matrimonio en España en los últimos años. El autor no lo achacaba a la independencia económica de la mujer, ni a los cambios sociales, ni siquiera a la crisis económica. Según él, el número de matrimonios seguían descendiendo porque cada vez confiamos menos en que las relaciones sean "para toda la vida" y entonces, ¿para que casarse? ¿para que liarse la manta a la cabeza para organizar una boda y que en pocos años haya que ponerse de nuevo manos a la obra para organizar un divorcio?

Si esto fuera así, y sabiendo como sabemos que un porcentaje bestial de los matrimonios terminan en divorcio y las parejas en ruptura, ¿para que íbamos a molestarnos en empezar una relación con alguien si sabemos que saldrá mal? Pues porque en esto, como en tantas otras cosas de la vida, lo que importa no es llegar, sino disfrutar del camino. Y menudo camino.

Confieso que milito en el grupo de los enamorados del amor. Me encanta esa sensación de nervios en el estómago, de no dormir, de andar un metro sobre el suelo que nos provoca la primera fase de una relación. Me gusta descubrir lo que la otra persona tiene en común conmigo y también lo que es radicalmente nuevo y puede abrirme otras puertas. Por gustarme me gustan incluso la incertidumbre, las broncas y por supuesto, las reconciliaciones.

Y parecerá una chorrada después de dos años y medio pegados como un moco, pero cuando llegan las siete de la tarde, estoy ya loca por volver a casa y encontrar a FHMP. Aunque juegue la selección y no me haga ni caso, aunque ya no me mande una canción por correo electrónico cada mañana, aunque tenga la certeza de que él seguirá estando a mi lado mañana cuando me levante... aunque todo eso sea así, después de un día sin verlo tengo la necesidad física de tocarlo. Y cuando la historia termine intentaré guardar lo mejor de este tiempo de felicidad constante, de ternura y de besos.

Nunca he tenido intención de casarme. No me gustan los circos ni tengo la necesidad de quedar bien con nadie. Mis historias de amor son personales y las celebraciones, cotidianas. Respeto a los que se casan y también a los que se divorcian. ¿Una cuestión de pereza? No lo tengo yo tan claro. Quizá solo sea que los tiempos de verdad están cambiando y que cada uno vive sus historias de amor como creer que debe vivirlas.

miércoles, 9 de junio de 2010

TWITTER


Al final, me voy a terminar pasando al twitter y haciendo caso a los gurús de internet que llevan meses diciendo que FACEBOOK ya es una reliquia y que los blogs más o menos juegan en la misma liga que los manuscritos del mar muerto. El caso es que con tanto curro y tanto médico no tengo tiempo de pararme a pensar y a escribir, pero al mismo tiempo, me resisto a dejar de hacerlo porque la experiencia me dice que si lo dejas, luego volver cuesta un huevo.

Así que, sin grandes pretensiones y a modo de resumen ahí van las novedades.

1. Si no aparece en el trastero de la casa del pueblo, me temo que con la mudanza he perdido una caja de cartón con seis pares de sandalias de verano, por lo menos. Rastreando en la memoria he llegado al punto en que las empaqueté todas juntas en la caja: las negras de fiesta, las negras de cuña, las azules de Illueca, las marrones tan cómodas, las rojas planas y las cuñas de esparto. Si no aparecen será, de verdad, una gran putada.

2. El sábado tenemos boda. Se casa un primo mío en el Castillo de Loarre. Me apetece porque todos los primos (somos chorrocientos) nos llevamos más que bien y siempre es un placer juntarnos todos. Me da una pereza tremenda, porque la boda es un restaurante el medio de ninguna parte y para evitarnos el autobús que te obliga a morir al palo del horario establecido, me he comprometido a conducir yo de vuelta a casa. Espero que para el sábado hayan llegado ya las lentillas con la graduación nueva.

3. A falta de tres días, aun no se que voy a ponerme. Jamás me compro nada para ir de bodas. En parte porque los excesos en vestuario no van conmigo y sobre todo porque por trabajo tengo ropa para aburrir, asi que buceo en el armario y saco cuatro o cinco vestidos que pueden servir. Me gustaría tener aquí a mi madre, a P. o a M. para hacerles un pase y que me ayuden a decidir porque FHMP no me vale. No se si a vosotras os pasa, pero eso de que con todo te vea bien, a mí me toca las narices.

4.- Sin darnos cuentas nos hemos plantado en mitad de junio y sin haber decidido aún donde vamos de vacaciones. FHMP pretende aprovecharse de mi vocación de agente de viajes y yo, me sigo resistiendo. Me veo el 2 de agosto comprando un última hora a cualquier sitio.

Vuelvo al tajo, a mis presupuestos y a mis informes. Buena tarde de lluvia. Me gusta. :)

domingo, 6 de junio de 2010

GOTERAS


¿Quien dijo aquello de que si a los 60 no te duele nada es porque estás muerta? Ni idea, pero lo que yo digo es que como cercana a los 40 empieces a mirarte cosas, estás jodida. En una semana he ido al médico lo que no había ido en toda mi vida. Yo, que jamás he pasado por un quirófano, que en mi vida he cogido ni un día de baja laboral, que lo más enferma que he estado ha sido por alguna gripe, he tenido una semanita de cuidado.

Empecé el lunes a las nueve con visita de rutina al ginecólogo, de la que salí con una receta y dos citaciones más.

El miércoles, hora en el alergólogo tras casi diez meses de espera. Las pruebas de la alergia, diez años después de las últimas me dejaron los brazos como dos morcillas y una lista nueva de cosas a las que también soy alérgica como para echarse a temblar. De ahí salí con una cita para análisis de sangre y otra para una radiografía de las fosas nasales, porque ahora va a resultar que después de tragarme cajas y cajas de antibióticos para una supuesta sinusitis, lo de mi congestión (y ronquidos, vale, también los ronquidos) va a ser culpa de una alergia a un hongo de cuyo nombre no puedo acordarme.

El viernes acompaño a FHMP a quitarse los puntos del pie. Como en la sanidad pública la comunicación entre departamentos no debe ser muy fluida, resulta que, una vez en consulta, la médico nos explica que ella no le mira el pie directamente, sino que le da vez para que la enfermera nos cite y una vez que la enfermera nos cite y le quite el zapato, pasará el médico a verle. Marciano, verdad? Pues media tarde perdida. El pie bien, gracias.

El sábado me voy por fin a mirar la miopía después de constatar que no veo un burro a siete metros cuando voy en coche y que como siga arrugando la frente para mirar los subtítulos en la tele, no habrá botox en el mundo que tape la zanja. Lo que me temía. Media dioptría más en cada ojo. La oculista, muy amable, me indica que lo mejor que puedo hacer es, dado que de cerca veo de miedo, usar las gafas viejas en el ordenador y las lentillas el resto del tiempo, con lo que restando las horas de curro y las siete de dormir puedo ponerme lentilla para ducharme, hacer la cama y poco más.

Para rematar la semana, algún bicho se coló en casa y se cebó en mi pierna izquierda llenándola de abones justo cuando había conseguido que el autobronceador empezara a notarse....

Por lo demás, todo bien. Estupenda de salud y agradeciendo a la ministra Jimenez que no haya puesto en marcha el copago justo esta semana. Seguiremos informando....