viernes, 31 de diciembre de 2010

UN BUEN AÑO




Vale, pues se acaba 2010. Un año cojonudo, para que nos vamos a engañar. Es más, me paro a pensarlo y me da un poco de yuyu pensar lo bien que ha ido todo, sobre todo si tenemos en cuenta que este blog arrancó hace justo tres años y con la frase "Bienaventurados los que han tocado fondo, porque solo les queda mejorar" como punto de partida.

Entonces estaba jodida pero de verdad. Tenía el que hasta el momento ha sido el peor catarro desde que nací, mi abuelo había muerto ese año, había terminado pocos meses antes con el amor de mi vida y la historia, tan complicada, me había dejado hecha un trapo de puro cansancio emocional y como suele ser habitual en mí, andaba en mi enésima crisis laboral. Todo junto. Una mierda.

Este año, sin embargo, tengo una lista interminable de cosas por las que dar gracias a Dios o a  la vida, allá cada uno con lo que crea. Lo que yo si creo, firmemente además, es que como decía mi abuela "Es de bien nacidos, ser agradecidos". Así que allá voy:

- Gracias a mi hermano y a mi cuñada, tengo un sobrino precioso. Llegó mes y medio antes de lo esperado pero afortunadamente todo fue bien. Lo miro y no me puedo creer que algo tan pequeño sea tan perfecto, tan dulce, tan suave... Además, gracias a mi ex y a su novia, otro bebé adorable ha llegado al mundo este año. De momento ya los tengo a los dos uniformados con pijamas de supermán.

- Gracias a R., mi mejor amiga está más feliz que nunca. El amor llega cuando menos te lo esperas y de donde menos te imaginas. Ojalá tegais una larga, larguísima y felíz vida juntos. R., gracias de verdad por hacerla brillar de esta manera. Solo por verla tan feliz, yo voy a quererte siempre. Bueno, mientras ella te quiera, que tampoco hay que exagerarrrrrrrrrr.

- Gracias a C. y a una serie de casualidades de esas que llegan de repente y cuando menos te lo esperas  me estrené en la Universidad. A mi madre le dí la alegría de su vida (como si todo lo que he hecho hasta ahora le importara una mierda), descubrí que la docencia me gusta más de lo que pensaba y estoy pasando ratos más que agradables con mis alumnos. Son tan majos que a veces pienso si no los habrán elegido en un casting.

- Gracias al empeño de mi señor padre, que aunque parezca mentira es aún más cabezota que yo, estrené piso en primavera. Sigo jurando en arameo cada vez que el sol deja ver el polvo en la tarima tan oscura, pero eso de despertarte, abrir los ojos y ver el cielo, no tiene precio...

Además de todo eso he podido viajar mucho (aunque nunca sea suficiente), no he engordado demasiado, he ampliado mi colección de libros de románico considerablemente, he entrado en el mundo Iphone, he empezado una novela nueva, he disfrutado mucho, muchísimo de los amigos y me he sentido muy, muy querida.


En resumen, ha sido un muy buen año. Gracias, de verdad.

jueves, 30 de diciembre de 2010

EL DEBATE SOBRE LAS PIELES



Ante la polémica suscitada por mis declaraciones (siempre he querido decir esto, es como lo de "siga a ese taxi!!!") sobre mi chaleco de auténtica piel de conejo vasco, debo hacer algunas matizaciones:

1. Me encanta el conejo al ajilo. Igual que el jamón, el carpaccio de ternera, los berberechos al vapor,  los boquerones en vinagre y hasta las salchichas frankfurt según donde y como me pille el hambre.

2. Juro que he intentado alguna vez comprar zapatos malos, de plástico, de los que no están hechos con piel. Confieso que soy incapaz de andar con ellos. Me sudan los pies, me hacen rozaduras y termino tirándolos y comprando otros. De piel, ya lo siento. También confieso que tengo unas cuantas cazadoras de cuero y de ante y que las uso casi todos los días.

3. Tengo una perra recogida de la calle, una familia de gatos viviendo en la leñera (vease foto) y una cuñada vegetariana porque textualmente ""no come nada que provoque sufrimiento". Claro, como las lechuguitas no gritan y las quejas de los chavalines explotados en las plantaciones de soja del tercer mundo con las que se hacen las hamburguesas para vegetarianos  no nos llegan hasta occidente...

4. Tengo un padre que cuando recoge las manzanas, los membrillos y las peras del jardín, deja caer unas cuantas para que los topillos y los jabalís tengan algo que comer en invierno y al mismo tiempo, ha sido pescador en río de montaña toda la vida. Cuando era cría me llevaba con él al río y durante muchos años en una esquina de la nevera en mi casa había una cajita de mantequilla francesa con la taja agujereada, donde vivían las dragas. (¿Alguien sabe como se llaman estos bichos en castellano?)

5. Soy miembro de la Asociación Protectora de Animales y Plantas Pirineos, pago religiosamente mi cuenta y colaboro con ellos todo lo posible.

6. Un abrigo de piel, de los de verdad, cuesta en torno a 6.000€. Si yo contara con esa pasta y no tuviera una espléndida hipoteca con la que compartir los próximos 30 años de mi vida, cogería una excedencia de tres meses y la pasta y me largaría a ver mundo, lo más lejos  posible y a poder ser en el Transiberiano. Y para ese viaje con un forro polar de Decathlón, me apaño.

Al contrario de lo que pueda parecer, no me estoy justificando. El debate ético sobre pieles si, pieles no, yo también lo he tenido. Mi conclusión: si se come, y yo me lo como, me lo puedo poner. Otra cosa, claro está es saber si el conejo que yo me como ha vivido como un desgraciado en una granja de explotación brutal o feliz en la huerta de algún vecino. Y aún en la huerta... ¿quien sabe si el pobre bicho no pasó toda su vida acojonado por miedo a las gallinas? Demasiado complicado....

miércoles, 29 de diciembre de 2010

ME ESTA GUSTANDO




La primera señal llegó una tarde en Zarautz, mientras rebuscábamos con P. en una tienda de ropa frente al hotel. De repente, cogió una chaqueta de visón espectacular y dijo algo así como "Debo estar haciéndome mayor, cada vez me gustan más las pieles". Y yo pensé ¡Ole tus huevos!, has dicho justo lo que estaba pensando, lo que en realidad llevaba algunos meses pensando y no me atrevía a reconocer en público. Aquella tarde terminamos las dos con sendos chalecos iguales y estupendos. No son de visón sino de auténtico conejo vasco, igual de calentitos y mucho más baratos. Pero el primer paso está ya dado. No hay marcha atrás.

La segunda, ha sido el Papá Noel de mis padres, una fantástica olla rápida de última generación que me tiene alucinada. El caso es que yo jamás había querido una olla rápida, entre otras cosas, porque casi nunca como en casa y cuando lo hago, es porque es fiesta y tengo el tiempo suficiente como para guisar a la antigua. Lo raro es que llevaba semanas y semanas recibiendo señales de todas partes. Parecía que ahí donde iba solo se hablaba de ollas rápidas, de sus virtudes, de recetas, de lo bien que iban y de como yo debía ser la única persona en el mundo que sobrevivía sin una. Bueno, pues ya la tengo. Y lo alucinante es que llevo tres días usándola. He hecho puré de verdudas, alubias para mi querídisimo y un strudel versión personal de concurso. Y me encanta lo de ponerla y controlar el tiempo y sentir que ya no voy a depender de los tupper de mi madre para que comamos cocido. Hasta he comprado garbanzos de los de poner a remojo!!!

La tercera y definitiva:  llevo tres días de fiesta, en casa, de maruja, y lo estoy pasando estupendamente. Limpio, cocino, hago la compra, veo la tele, leo, tomo café a media mañana, he ido de tiendas... y no me subo por las paredes. A los que no me conozcan en persona, esto les parecerá lo normal. A los que si, estarán pensando que esto es la hostia. Y lo es, porque habitualmente mi estado natural es ir corriendo. Debo ser como los perros viejos, que llega un momento en que dejan de tirar de la correa y sin saber por que, comienzan a andar a tu lado...

Y oye, me está gustando.

Pd1. Para los que me leais desde ZRGZ, la foto del capuccino es real. Me lo hizo Víctor, el ganador de los últimos concursos de baristas nacional e internacional, que tiene un bar en una bocacalle de la Avenida Cataluña con la calle Sobrarbe. No os lo perdais, es impresionante. También probé un invento sobre la marcha con vodka, sirope de fresa, café etíope y nata. Alucinante.

Pd2. Para los amigos que me seguís por aquí, varias cosas:

a. Respecto a los actos de celebración de los 40, están en marcha y pendientes de fecha.
b. Sobre la quedada en Salamanca, lo mismo, E. dirá.
c. Y aqui en ZRGZ y antes de nada, Pilar vuelve al ruedo. Anda moviendo algo para un viernes de estos. Contamos todos vosotros.


lunes, 20 de diciembre de 2010


Será por la crisis y el pesimismo generalizado, pero el caso es que últimamente no paran de llegar películas, series y documentales sobre el fin del mundo tal y como lo conocemos. La primera, la versión de La Carretera, de Cormac McCarthy con Viggo Mortensen. Si la novela ya te dejaba hecha un trapo la peli te garantiza un mal rato durante y después de salir del cine. Somos raros los humanos. Sabemos exactamente lo que va a pasar en la secuencia siguiente y a pesar de todo, ahí estamos acojonados, apretando los dientes y rezando para que los pandilleros caníbales no alcancen a Viggo y su niño...

Despues vino The Walking Dead y ahí hemos estado, mi queridísimo y yo seis viernes seguidos puntualísimos a las 23.15 pegados a TNT. Como él es un hombre tan concienzudo se fue a la FNAC y compró los 12 comics en los que presuntamente se basa la serie solo para comprobar que a la segunda página al guionista se le fue la olla y lo único que mantuvo fue el nombre del protagonista. Protagonista por cierto que interpreta el amigo ese tan mono enamorado de Keira Knightley en Love Actually (pelicula que he visto 352 veces y que seguiré viendo el resto de mi vida porque me pone de muyyyyyyyyyyyyyy buen humor).

Pero lo más alucinante que he visto últimamente (de hecho lo estoy viendo ahora mismo, con premeditación y alevosía porque FHMP no ha llegado a casa aún) es una serie presuntamente documental y pseudo científica norteamericana del Canal Historia en la que te explican que hacer si una pandemia arrasa el mundo conocido y de repente te encuentras sola con tu marido y tu hijo en tu unifamiliar con jardin. Los consejos son de lo más útiles: por ejemplo, tener las armas siempre a punto por lo que pueda pasar, intentar no robar porque si te pillan te pegarán un tiro ahí mismo e ir a la iglesia porque por supuesto, ahi se reunirá la buena gente que haya podido sobrevivir. Además de eso, he aprendido a destripar serpientes autóctonas de las colinas de Los Angeles, a hacer un puente en una furgoneta abandonada después de sacar al dueño muerto sin que te pegue la epidemia y que en el Antiguo Testamento, Job ya predijo que esto ocurriría.

Total, que estas navidades las pasamos en casa de mis padres, en el pueblo, sin vecinos en un par de kilometros a la redonda. Que bien, que tranquila, que preparada voy... 

sábado, 18 de diciembre de 2010

YA TOCA, ¿EH?

Supongo, porque ha sido cerca de las dos de la madrugada, que se habrá debido a la euforia confraternizadora que provocan las copas de más, pero el caso el que una de mis compañeras de piso en los tiempos de la universidad, me ha enviado esta noche un correo con el siguiente texto:

¿VAMOS A QUEDAR EN SALAMANCA O NO VAMOS A QUEDAR? YA TOCA ¿EH?
ESPERO QUE TODO BIEN
BESINES

Teniendo en cuenta que debe ser el tercer mensaje en quince años, la verdad es que de primeras, me ha dejado planchada. Pero luego... ay luego!!!! Me ha entrado una especie de furor adolescente por volver a quemar las noches como hacíamos entonces que casi doce horas después, aun me dura.

Y es raro, más que raro, rarísimo, porque además de estar retirada del todo de las juergas nocturnas, las quedadas de antiguos "lo que sea" no van nada conmigo. Bueno, por no ir, no voy ni a las actuales cenas de navidad.

Pero con ellas me apetece muchísimo volver a encontrarme. Solo chicas. Repitiendo el ritual de aquellos años. La música, los potingues, el vino y las risas...

Date prisa en poner fecha, anda, que estoy deseando veros ya!!!

sábado, 27 de noviembre de 2010

DENTRO DE 30 AÑOS



Hola! He vuelto. Bueno, siempre he estado por aquí, pero la verdad es que no tenía tiempo material para ponerme a escribir. Sigo hasta el cuello de trabajo, con un montón de viajes, historias y complicaciones añadidas y para terminar de asfixiarme, el tema de la universidad me tiene loca. ¿Os podeis creer es me cuesta más tiempo y esfuerzo rellenar y gestionar todo el papeleo que me piden desde personal docente que preparar las clases? Menos mal que cada vez que tengo la tentación de arrepentirme, veo a los chavales, tan aplicados, tan encantadores y tan motivados y se me pasan las neuras.

El caso es que al rellenar el enésimo formulario correspondiente a esta semana, me he dado cuenta de que, a lo tonto, a lo tonto, llevo ya casi 20 años currando y que tal y como veo el tema me quedan como poco otros 30 por delante. O sea, no he llegado ni a la mitad del camino y a veces ya no se ni a donde quiero ir.

Y no es que me queje. Ni de coña. No solo por como está el patio ahora, sino porque siempre he sido consciente de que en materia laboral soy una privilegiada. Lo que ocurre es que a veces tengo la sensación de estar metida en una especie de torbellino que tira de mi hacia arriba, que me empuja y me empuja y al que no puedo controlar. Los que no me conozcan pensarán: "vale, para y bajate", los que me conozcan bien posiblemente sonrian y saluden de nuevo a mis neuras, viejas amigas ¿verdad, queridos? Vaaaaaaaa, confesad en los comentarios que lo habeis pensado... Y yo, procuro imaginar lo que me gustaría hacer con mi vida de aquí a veinte años.

Mi padre quería que fuera dentista. Yo quería hacer libros. Al final, ni uno ni otro, aunque quiero pensar que para lo de los libros todavía estoy a tiempo. De momento los compro a lo bestia. Mi colección de manuales de románico crece mes a mes y FHMP es tan perfecto que hasta me sigue el rollo en esto y compra todo lo que encuentra. Anabel, adorable, contibuye regalándome todas las publicaciones antiguas que encuentra repetidas en su archivo y me crea un problema gordísimo, porque ¿como correspondes a regalos así que encima te llegan de alguien de su talla? Y mientras, seguimos viajando para fotografiar capiteles con demonios y trazar nuevos mapas de rutas que no hemos podido encontrar para que dentro de muchos años, cuando tenga tiempo pueda sentarme a ordenarlo todo y hacer, por fin, el libro de mi vida.

La cuestión es que tengo notas en libretas y en archivos y fotos en cd´s, lápices de memoria y discos duros. Y acumulo y acumulo y acumulo... Y el caso es que aunque pueda parecer mentira, estoy segura de que esto es una de las cosas que de verdad quiero hacer. Mi única duda es si cuando dentro de 30 años, en una casa en el culo de mundo, rodeada de perros y con FHPM ya jubilado y me ponga a escribir es libro definitivo, los libros existirán todavía.



lunes, 8 de noviembre de 2010

NIÑOS Y NIÑOS


Casi con mes y medio de antelación, mi sobrino ha llegado al mundo. Nos pilló a todos desparramaos por el mundo y con la cuna de IKEA sin montar. La última semana ha sido una marathon de trenes, taxis y autopistas hasta que por fin, el sábado conseguíamos juntarnos todos en el hospital en el pasillo de apenas un metro que rodea la sala de incubadoras.

Como os podreis imaginar es el más guapo, el más despierto, el más largo, el más, el más, el más...

Tiene a los padres babeando y a los abuelos fundiendo las visas a todo trapo. Y yo, la verdad,  aún no me he hecho demasiado a la idea. Verlo con un cristal de por medio no es lo mismo que tenerlo en brazos pero el mundo de la ropa y los accesorios de bebé me tiene ya abducida. Hay que ver la cantidad de cosas que necesita un niño pequeño! Y más allá de las que necesita, la cantidad de chorradas que una horda de padre, abuelos y tíos primerizos pueden encontrar en el Toys´r´us... 

Respecto a los otros niños, a mis alumnos en la Universidad, he de reconocer aquí públicamente que mi queridísimo F. tenía razón. Va a resultar que esto de la docencia, al final va a ser lo mío. Disfruto como loca con ellos y quiero creer que ellos lo pasan bien en mi clases, entre otras cosas porque las asignaturas prácticas tienen la ventaja del roce directo. Quien sabe? a lo mejor algún día, puedo tener un retiro dorado en el claustro y dedicarme a la filosófía pura.

Dos cosas y termino. El romance de mi mejor amiga marcha viento en popa y a toda vela y solo puedo decir, que ya era hora de que por fin encontrara un tio como éste. Ella es una de las mejores personas del mundo. Es divertida, generosa, inteligente, buena persona, madraza con los amigos y un refugio para desnortados. Estar con ella, es como volver siempre a casa y me alegra inifitamente que sea tan feliz.

Y lo último. Esta mañana ha empezado a nevar en casa. Mi madre, para no variar, me ha vuelto a dar un susto de muerte llamando al móvil tan temprano. Pero era por una buena causa.  Estaba nevando...  :)

viernes, 29 de octubre de 2010

CHIFLADOS

Me llama mi padre, desde Benidorm, para decirme que ha encontrado la tienda de los libros viejos. Era mi encargo para este viaje, en el que, después de un montón de años y recién jubilados, han vuelto para pasar unos días.

El pueblo tiene muy poco que ver con lo que yo recuerdo. Con aquellas vacaciones durante tres o cuatro años en la playa de Poniente (la pequeña del pueblo, no grande de los veraneantes, que era la de Levante), los paseos y los helados por las tardes y aquellos primeros hoteles y apartamentos que ya empezaban a adivirnase a lo lejos. Cada verano, nada más llegar, dejabamos los trastros en el apartamento e íbamos volando a aquella tienda, en una callejuela, donde se amontonaban miles de libros viejos a un precio ridículo. De esos montones salió mi ejemplar de "Cien años de soledad", unas cuantas novelas de bolsillo de Ágatha Christie y sobre todo, la complicidad con mi padre mientras rebuscábamos entre los montones.

Compraba libros y libros, para la playa y para pasar el invierno. Libros leídos y manoseados, algunos subrayados y con notas, otros todavia por estrenar pero ya con el olor y el color que les da el tiempo. Yo tendría catorce o quince años y buscaba sobre todo textos de autores que Senda me había descubierto. Los que seais de mi generación, los que nacisteis en los 70, quizá recordeis todavia esos libros marrones que recogían fragmentos de grandes autores. Para mi fueron de verdad una senda, un camino para descubrir obras mayores.

El caso es que hace apenas diez minutos mi padre me ha llamado entusiasmado desde ahí. ""Estoy en la librería! Aún existe! Aun venden libros de viejo!!!  Dime lo que quieres, que lo busco y te lo llevo!!!" Y os parecerá una chorrada, pero me he llevado un alegrón y he pedido, claro que he pedido libros, lo primero que me ha venido a la cabeza. Y el señor de la librería ha debido pensar que somos una familia de chiflados por volver, tantos años después y a tantos kilómetros para ver si la tienda, si los libros, aún estaban donde la dejamos.

El caso es que están. Y me ha apetecido contarlo aquí. Para que dentro de algún tiempo, cuando este momento se me haya olvidado, lo lea y lo recuerde.

Y si, somos una familia de chiflados.

Pd. Además de los libros, me traera fotos de la tienda. La que ilustre este post, la colgaré entonces.

lunes, 25 de octubre de 2010

CABALLO VIEJO


El primer culebrón que yo seguí en mi vida fue "Caballo viejo", una telenovela de Caracol Televisión con Carlos Muñoz y Silvia de Dios que contaba la historia de Epifanio del Cristo, un anciano terrateriente colombiano que se enamora perdidamente de su sobrina, Nora Márquez, hermosa y jovencísima.
Mecanismos absurdos los de la memoria, me ha venido a la cabeza al pensar en cómo nos enamorábamos a los veinte y como lo hacemos ahora, rozando los cuarenta. O mejor dicho, como afrontábamos una historia entonces y como lo hacemos ahora.

Miro alrededor y me rodean nuevas historias. Parejas de segunda o incluso tercera vuelta que se crean cumplidísimos los treinta o los cuarenta después del fracaso de lo que parecía iba a ser una relación para siempre. La mía mismo con FHMP, que dentro de nada cumple tres años, que llegó cuando menos lo esperaba  y que todavía hoy me sigue asombrando. El caso es que miro alrededor y me da la sensación de que en esto, no hay velocidades medias. O la historia avanza a toda velocidad o bien marcha lenta, lenta, lenta...

Quiero creer que en el caso de las primeras, la velocidad la da la experiencia, que uno llega a una edad en la que ni siquiera necesita besar al sapo para saber que por mucho que una lo desee no va a convertirse en un príncipe. Asi que, por si acaso, cuanto antes lo besemos y salgamos del trance, mejor. Y si resulta que es un príncipe o una princesa, mejor atarlo cuanto antes. Y si nos ahorramos un alquiler, una factura del gas, el agua y la comunidad, pues muchísimo mejor. Además, claro está, que cuando uno se acostumbra a dormir calentito pegado a la espalda de alguien, cuesta mucho volver a usar pijamas en una cama tan grande y tan fría.

En el otro caso, me da por pensar que quizá se trata del efecto "gato escaldado", de aquellos que han salido de una historia tan truculenta, dolorosa o frustrante, que duda a la hora de meterse en otra, aunque la nueva parezca perfecta. Luego están, claro, los eternos adolescentes, que cumplen los 55 pensando que aún tienen 24 y dispuestos a apurar sus días como si así fuera... Supongo que muchos divorciados pasan por esa fase tan reconocible en según que sitios y a según que horas.

Sin embargo lo más alucinante de todo esto es como juega el amor con nosotros, como si alguien desde arriba manejara los hilos solo para reirse de nosotros, para entretenerse con unos pobre muñequitos que de cualquier chorrada hacen un mundo cuando se trata de sentimientos. Y así, puedes ir por la vida sin encontrar a nadie que merezca la pena mientras a tu lado, quien menos esperas, cuando menos esperas, encuentra el amor de su vida. Y de todo esto, a mi, lo que de verdad me gusta, es que esas cosas pasan, que cada dos por tres, la gente se enamora. A los 20, a los 45, a los 70. Y la sensación es casi siempre la misma. Inigualable.

PASAN COSAS

Y no hay dos sin tres, que ya lo dice el refrán y tiene más razón que un santo. Después del último post yo contaba por irme de puente y en realidad, me pasé la semana currando. Daba por hecho que la Universidad no iba a contar conmigo y la semana pasada me estrené con mi primera clase. Después de mes y medio de espera, llegaron por fin los zapatos comprados por internet y comprobé que los zapatos caros son mágicos (o a ver si no como puedes andar sobre un tacón de casi ocho centímetros como si fueras de plano). Estuvimos de vendimia y me costó casi una semana recuperarme de las agujetas y ayer descubri que yo, que siempre he aborrecido a los gatos, me iba preocupada por los gatetes que viven en la leñera de casa de mis padres ahora que ellos emprenden la gira de viajes de jubilados en busca del sol y el buen tiempo.

Pero lo mejor de todo es que mi mejor amiga está enamorada. A lo bestia. Como todo el mundo debería enamorarse al menos una vez en la vida. Sin comer, sin dormir, suspirando como una tarada y babeando todo el día. Que gusto verla así...

jueves, 7 de octubre de 2010

EXCESO DE CARGA


Antes de que el AVE exisitiera, un viaje de trabajo a Madrid implicaba necesariamente una noche para ver a los amigos, cenar en algún sitio de moda e incluso, ir al teatro. Ahora, se sale en el tren de las 7.20 para llegar a las 9.00, se va todo el día de culo y se vuelve a las 20.40 para aterrizar en casa pasadas las diez, con los zapatos en la mano y  hecha un trapo. Cada viaje, el tren acorta un par de minutos el recorrido y la comida es un poco peor. Eso no cambia. Tampoco cambia el encontrar un montón de gente conocida a la ida y el mismo grupo, a la vuelta.

A pesar de todo siempre que voy por Madrid intento dejarme libre la hora de la comida y quedar con una de mis mejores amigas, una mujer fantástica con la que compartí piso cuando teníamos veintitantos años  y éramos capaces de ir a clase los viernes a pesar de haber cerrado los bares la noche anterior. Ahora, tenemos algunos años más y comemos una ensalada con un botellín de agua en cualquier sitio en la hora escasa que le deja libre su trabajo.A pesar de todo, esa hora nos sirve para ponernos al día de nuestras vidas respectivas, de lo que ha pasado y de lo que ha de pasar.

Ayer me contaba que su empresa le debe tres extras, que se habla ya de un ERE y que ante la tesitura, ha empezado ya a moverse para ver como anda el mercado. Y resulta que el mercado anda poco, pero ella aún anda menos. Sufre lo que llaman "exceso de curriculum", un lastre de másters, postgrados y cargos en empresas de cierta relevancia que le hace prácticamente incolocable en el mercado actual. Está demasiado preparada. Es demasiado cara. En una de las entrevistas, un experto "caza talentos" llegó a recomentarle que preparara un "Curriculum B" más ligero de contenidos.

"Nos han tomado el pelo", me decía ayer, "nos hicieron creer que teníamos que dejarnos las piel para ser las mejores, ser independientes económicamente, tener una carrera brillante... Hemos pasado 20 años peleando como leonas, creendo que la vida era ésto, que lo único que importaba era subir y subir... y ahora nos dejan en la cuneta por haber subido demasiado".

Y me temo que tiene razón.

lunes, 4 de octubre de 2010

POR BOCAZAS

Por bocazas, por meterme con los oculistas, ahora resulta que tengo conjuntivitis y un orzuelo. Siete días de antibióticos, quince sin lentillas, nada de rimmel ni maquillaje a un par de dedos alrededor de los ojos, las gafas nuevas que no llegarán hasta el viernes y un par de viajes y varios saraos pendientes en lo que queda de semana.  Y el puente del Pilar a la vuelta de la esquina. Cojonudo.

Por bocazas.

El que diga que el vudú no existe que venga por aquí a verme los ojos....

Pd. No metais "orzuelo" en la búsqueda de imágenes de Google. Dios!!!   Que fotos más asquerosas...

domingo, 3 de octubre de 2010

AHORA SI. POLVO, VIENTO, NIEBLA Y SOL


Ahora que ya ha pasado todo el barullo de homenajes, recuerdos y panegíricos, ahora que en los periódicos ya no salen fotos suyas y antes de que las editoriales y discográficas lancen las grandes ofensivas de su obra por navidad, es cuando de verdad, me apetece hablar de Labordeta.

Conocí su música mucho antes que a la persona, antes incluso que al personaje. Supongo que como muchos otros emigrantes académicos que hasta que no dejan la tierra no valoran esas raices culturales y sentimentales, empecé a machachar sus discos mientras estudiaba en Salamanca. Estaba sola a casi mil kilómetros de casa, rodeada de gallegos, leoneses y vascos que hacían peña entre ellos por aquello de la tierra y había dejado atrás a todos los amigos que optaron por universidades más cercanas. Los gallegos tenían a Siniestro Total. Yo tenía a Labordeta.

En la Facultad llamaban a las barricadas ideológicas, acababan de matar a Ellacuría en el Salvador y la Teología de la Liberación se respiraba en el claustro de la Clerecía, así que necesariamente terminé enganchada a Trilce, al de Vallejo y al de Labordeta. Me gustaban esa voz áspera y aquellas letras desesperanzadas que me devolvían un poco a casa.

En aquella época leí "El señor de Bembibre" y me aprendí el "Himno a León" y hacer filloas y botillo (lo que tiene compartir piso con leoneses, gallegos y asturianos) y supongo que a alguno de ellos, les quedaría algo de Labordeta. "Banderas rotas" ha sido desde entonces una de mis canciones favoritas y si me hubiera molestado en aprender como se suben vídeos igual os lo podría poner aquí ahora.

 http://www.youtube.com/watch?v=kR31P21HDMM
 
El caso es que después me fui a vivir a Madrid y luego a Barcelona, de nuevo volví a Madrid y cuando por fin regresé a casa fue cuando conocí a la persona. Hace unos días Jolube me mandó una foto que ni siquiera recordaba. Aparecemos un grupo pequeño de amigos con el abuelo tras una cena en Villanúa en la que, entre otras cosas, recuerdo que nos conto un montón de anécdotas sobre el Congreso de los Diputados en el que él ocupaba un escaño por CHA.  Jolube se acordará seguro del frío que hacía aquella noche o de esa otra vez que desapareció en aquel concierto para recaudar fondos para la causa en el que debía cantar y cuando por fin dio señales de vida nos contó tan pancho que se había quedado dormido en el vestuario.

Estos últimos cinco años he tenido ocasión de tratarlo más profesionalmente. Me gustó como anunció su enfermedad con absoluta naturalidad en una entrevista en la radio autonómica, como quiso aprovechar el tiempo hasta el último minuto, como siempre fue amable con todo el mundo, hasta el punto que en las últimas semanas, estando ya muy pachucho, concedía entrevistas en su casa, mantenías sus tertulias, tenia tiempo para todos.

Hace ahora justo un año tenía que haber cantado en un concierto de las fiestas del Pilar. Dias antes había leído el pregón y se resfrió. Toño, su representante y sobre todo amigo, estuvo hasta el último minuto esperando que apareciera, sabedor de que para él, aquel concierto era muy importante, posiblemente porque sabía que podría ser el último. No apareció, pero quiso que sonara una grabación suya explicando a los cientos y cientos de personas congregadas en la plaza del Pilar porqué no había podido estar. El aplauso fue impresionante.

Labordeta no era amigo personal mío, pero tuve la suerte de conocerlo y, aunque él no lo supiera, contar con él en momentos muy importantes de mi vida, como cuando era estudiante y me sentía sola tan lejos de casa o cuando peleábamos tan duro por aquello que nos parecía justo y él siempre estuvo ahí. Labordeta nos ha enseñado a amar la tierra por lo que es, a perseverar en lo que creemos y sobre todo a ser consecuentes y ha conseguido que por primera vez, los aragoneses, que somos gente sobria, de pocas emociones, de guardar el dolor y también el amor dentro de casa, hayamos salido en masa a decir que le echaremos de menos. Y le echaremos de menos.

Recuérdame
como un árbol batido
como un pájaro herido
como un hombre sin más

sábado, 2 de octubre de 2010

PUNTOS DE VISTA


Hay semanas y semanas. Cosas raras y cosas que están más allá de la lógica humana común. Y luego están esas cosas que no puedes contar a nadie y que guardas para tus memorias en caso que de algún días las escribas. Yo siempre había pensado que cuando fuera abuelilla escribiría unas memorias estrictamente personales y sentimentales y las legaría a una nieta para que dentro de cien años, al encontrarlas en el fondo de un arcón o en la cámara acorazada de un banco, junto con mi legado de bolsos de Vuitton, pensara "Joder con la abuela, quien iba a pensarlo" y sonriera con complicidad al recordar a aquella anciana con peluca y muy gruñona que sin duda seré algún día.

El caso es que al paso que van las cosas y después de lo que he visto y oído esta semana, estoy empezando a plantearme otro tipo de memorias bien distintas que quizá, algún día, puedan porporcionar un punto de vista distinto a algunos sucesos ocurridos esta semana. Si la ciencia os/nos permite vivir cien años más, quizá podais llegar a leerlos. Pero mientras, yo callada.

La cuestión es que la semana no ha sido solo rara por eso. El miércoles fui al oculista, en pleno centro de la ciudad, con supuesta huelga general y con la consulta a tope. Además de estar muy sana, soy defensora convencida de la sanidad pública e igual hacía más de veinte años que no pisaba una consulta privada. Es gracioso porque las cosas parecen haber cambiado muy poco desde que cuando éramos niños nos llevaban a Pamplona al oculista o al dentista. El mismo piso señorial  un tanto añejo en el centro mismo de la ciudad, las mismas enfermeras de mediana edad, las mamás bien llevando a sus niños con uniforme de colegio pijo al médico, el doctor que duplica y por la mañana trabaja en un hospital y por la tarde en su consulta privada... 

Lo que si ha cambiado es la visita médica. Cuatro tipos de gotas distintas y una docena de aparatos que te miden todo lo medible mientras el doctor se entretiene preguntándote por tu segundo apellido que curiosamente es el mismo que el de su abuelo... Nada de gafas de hierro con tuercas, nada de cristalitos que se ponen y se quitan, nada de con este veo mejor, con este peor. Al final, me he pegado día y medio viendo borroso para al final, echarme atrás de nuevo y decidir que operarme de miopía me da demasiado miedo, que con las lentillas voy estupendamente y que además, hasta el super-oculista con el abuelo que se apellida igual que el mío y que presuntamente, debería operarme,  lleva gafas. 

Total, que para felicitarme por mi buena cabeza y mi prudencia, ayer me regalé gafas nuevas. Las quería rojas y bien llamativas, pero FHMP ejerció de voz de mi conciencia y me estuvo dando la chapa hasta que por fin me decidí por unas de pasta en tonos azules y grises y otras de metal marrón con un toque verde. El, que es un hombre sensato y elegante, defendía unas montadas al aire, pero yo siempre he pensado que ya que llevas gafas, cuanto más se vean, mejor.  Como tantas otras cosas en esta vida, no?

viernes, 24 de septiembre de 2010

VICTOR



















Hace más o menos ocho horas, S., mi ex, ha sido padre. Hace más o menos cuatro horas, me ha mandado por sms una foto de Víctor, un bebé precioso con los ojos abiertos como platos. Dice el asombrado papá que ha nacido casi, casi, con los ojos abiertos y con diez dias de retraso y es que claro, tantos días cumplido, normal que saliera con curiosidad.

S. va a ser un padre fantástico. Lo se con certeza no solo porque él es una de las personas más excepcionales que he conocido nunca, sino porque tiene una paciencia infinita, sentido del humor y ese punto de eterno Peter Pan que a algunas mujeres nos desespera pero que a los niños les encanta.

El fue el primer amor de mi vida, estuvimos muchísimos años juntos, algunos muy felices, otros no, y hoy es una de las personas a quien más quiero en este mundo. Compartimos una perra, algunos amigos y todavía, un puñado de cosas sin explicar que posiblemente no lleguemos a explicarnos nunca. Hay cajas que es mejor no abrir. Ni siquiera para mirar un poquito dentro.  El es además el mayor agujero negro de mi conciencia y al mismo tiempo la certeza de que la vida es generosa y que algunas personas lo son todavía más. No en vano, hoy puedo decir sin duda alguna, que es mi amigo.

Y por todo esto y porque él es él, tengo la seguridad de que va a ser el mejor padre del mundo. Bueno, el mejor detrás del mío, jejeje....

jueves, 23 de septiembre de 2010

TERUEL



Me sacaron los colores. Cenando, el sábado, los amigos.  Y tienen razón, llevo la tira de días sin pasarme por aquí y no porque no tenga nada que contar (al revés), sino que por c o por b, nunca terminaba de encontrar el momento para ponerme al tajo.

La verdad es que septiembre, como junio, suele ser un mes complicado para mi. Arranca la temporada y hay siete mil cabos sueltos que atar. Este año además, no doy a basto a la hora de deshacer maletas entre los fines de semana y los viajes por trabajo. FHMP se ha cuadrado esta noche y dice que este fin de semana, quietos en casa. No lo tengo yo tan claro y es que mientras siga haciendo buen tiempo... ¿quien se apoltrona? Como si no fueran a llegar días y días de lluvia y frío en los que vaguear sin salir.

Esta semana he andado por el Matarraña de Teruel, la zona sur que linda con Castellón y que recomiendo vivamente. Ahora que la autovía ha desviado casi todo el tráfico es un placer andar por aquellas carreteras disfrutando del sol en la cara. Valderrobres, la capital de la comarca es una maravilla con edificios románicos, manieristas y góticos levantinos en pleno uso. En Beceite está el Parrizal, un sendero que recorre el lecho del río hasta su nacimiento, cada vez más estrecho, cada vez más encajonado, hasta el punto en que si quieres continuar no queda más remedio que descalzarse y entrar en el agua helada. En Torre del Compte está uno de los hoteles más románticos y exclusivos de Teruel, construido aprovechando una antigua estación del tren.

Teruel me gusta porque escuece. Da igual donde vayas, nunca te deja frío. Las Cuencas Mineras duelen por el abandono, Teruel capital es una joya escondida, el Maestrazgo se disfruta por lo que se sufre para llegar por esas carreteras tremendas y en Albarracín, si uno tiene la suerte de pasar alguna noche entre semana y fuera de temporada... que voy a contar.

Teruel tiene castillos, masías fortificadas, cuevas habitadas, palacios renacentistas, torres medievales. Tiene a Diego de Marcilla e Isabel de Segura, tiene los tambores de Calanda, Alcorisa, Hijar...

Fuera de lo obvio, no hay que perderse el castillo de Peracense, un amanecer en la laguna de Gallocanta, las pinturas rupestres del parque de Albarracín, los platos de "Casa Emilio" en el Rincón de Ademúz (aunque sea ya Valencia), las huellas de los dinosaurios en Galve, la techumbre mudejar de la Catedral (con prismáticos, si la guía te deja tiempo, intenta encontrar la pareja de amantes, juntos, en la camita), las torres mudéjares al sol de la tarde, el jamón con el pan  y el aceite...

En Teruel están las carreteras más altas de Aragón (mucho más que las del Pirineo). En Teruel hay un pastelero que hace bombones de queso, de aceite, de pimientos. En Teruel han encontrado hoy un fémur de dinosaurio de más de dos metros, el más grande encontrado en Europa.

Juro que no me pagan por esto. De verdad. Si no conoceis Teruel, no sabeis lo que os estais perdiendo.

lunes, 30 de agosto de 2010

LA TRONADA


Fue el jueves, al salir de trabajar y coger el coche para volver a casa. Encendí la radio y ahí estaba, La Tronada de la Ronda de Boltaña. El ataque de nostalgia, hizo que me temblaran las piernas y de golpe y porrazo en encontré de nuevo en otro tiempo y otro lugar, tan intenso como felíz.
Me ocurre también con los olores. Como no suelo usar perfumes, continuamente voy cambiando cremas, champús y geles y guardo un poquito en el fondo del bote para que al recuperarlos, meses después, el olor me lleve al tiempo en que eran cotidianos.
También escondo notas, etiquetas de ropa, entradas de cines y conciertos o billetes de avión y tren en los libros, para que al ojearlos de nuevo me lleven al lugar y circunstancias en que los leí por primera vez.

Es como viajar al pasado, sin máquina del tiempo. Lo malo, claro, es que viajas sola y para la Tronada como para muchas cosas en esta vida necesitas rodearte de buena gente.

miércoles, 25 de agosto de 2010

DE VUELTA

Pues ya estamos de vuelta. Tras tres semanas de auténticas vacaciones volvemos a casa y al curro. Lo malo es que el tiempo y la ciudad no han debido enterarse, porque tenemos 40º a la sombra y las calles siguen vacías como el 15 de agosto. Es raro. Se supone que hay una crisis tremenda, que la gente no puede salir de vacaciones y sin embargo, las persianas de la mayoría de los pisos están cerradas y en las calles hay menos coches que en los años 60.

Como cada otoño, vuelvo cargada de proyectos y buenas intenciones. Ya antes de marcharme, F. casi me hizo jurar ante notario que retomaría la tesis. A L., le aseguré que volvia a escribir con fuerzas renovadas y que esta vez iba a tomarme en serio la novela. Ponerme a cocinar y dejar de comer purés fríos y cosas a la placha está también en la lista e incluso he comprado un par de libros para hacer pan en casa. Quiero pedir presupuestos para hacer un par de obras y pintar algunas habitaciones. De paso, liquidaré de los armarios esa ropa que nunca me pongo y que guardo año tras año "por si acaso".

Este otoño quiero trabajar menos y salir más. Ver a los amigos entre semana, ir de nuevo al teatro y retomar la rutina del cine semanal, de las fiestas e inauguraciones. Y tomarnos en serio lo de hacer una escapada fuera un fin de semana al mes. Dado que las plantas milagrosamente han sobrevivido al verano y despues de ver con detalle las azoteas de París, quiero cultivar hierbas aromáticas y un arbolito en la terraza.
Quiero organizar mis libros de manera definitiva y decidir cuales viviran en cada casa. Quiero salir más al monte y explorar la ciudad en busca de sitios nuevos. Y sobre todo no quiero volver a tener la sensación de que los días se me escapan entre los dedos sin poder hacer nada...


jueves, 29 de julio de 2010


ME PIRO. FELICES VACACIONES A TODOS!!!!
((((( Bueno, vale, hasta mañana no me voy. Pero tengo tantas ganas que la maleta lleva una semana hecha, miro cada día los billetes de tren y de avión y me se las guías de memoria ))))))
Pasadlo bien y hasta pronto!!!!

jueves, 22 de julio de 2010

QUIERO CREER QUE SOMOS MUCHOS

El pasado fin de semana pasado descubrí que no soy la única persona en el mundo que estira las lentillas mensuales todo lo posible o que come yogures que caducaron hace semanas. Dias antes, coincidí con un amigo en que el te Breakfast de Mercadona es el que más nos gusta del mundo, más incluso que las marcas más pijas y exclusivas.

Ahora busco alguien más que difrute como yo de la combinación de pepinillos en vinagre y regaliz de Zara y por si esto fuera imposible, algo más fácil, alguien a quien le encanten, como a mi, los pimientos verdes fritos, aunque le sienten como una patada en el estómago.

Busco alguien capaz de comprarse unos zapatos con un tacón de 10cm solo porque son bonitos, de dudar durante meses entre un libro electrónico o un Ipad para acabar sin comprar ninguna de las dos cosas o de mezclar queso con chocolate y panchitos el día antes de tener la regla.

Busco gente que prefiera sudar a sufrir el chorro del aire acondicionado en el cogote, que le guste conducir con las ventanilla bajadas y que a veces prefiera la compañía de su perro a la de gente que habla.

Busco a aquellos que eligen un baño en el río antes que en la piscina, que odian la playa en verano, que prefieren leer o dormir a ver la tele, que se pintan las uñas de los pies todo el año y que si pudieran, viajarían siempre en otoño.

Son solo algunas de mis rarezas. Tengo muchísimas más. Y quiero creer que no estoy sola...

miércoles, 14 de julio de 2010

PUES NO, NO VI EL PARTIDO


Pues no, no vi el partido. ¿Pasa algo?. El fútbol me aburre soberanamente y el espíritu patriótico a mi me lo encienden los Reyes Católicos, que medio mundo hable en castellano o que gran parte de la estructura del último puente construído en San Francisco esté hecha aquí, en Zaragoza, en el edificio de al lado.

Que tengamos un año la dichosa copa (que además mira que es hortera, en oro brillante) en la sede de la Federación me tiene sin cuidado. Prefiero tener la pelvis "Elvis" de Atapuerca en el museo que ayer inauguraron en Burgos o que los americanos nos devuelvan todo lo que tienen nuestro en The Cloisters en Nueva York.

Me resulta tan incompresible que haya gente capaz de chuparse seis o siete horas de espera en Madrid, vestida de la cabesa a los pies de rojo y amarillo, para ver pasar un autobús con once tíos y además, con la música de fondo de Bisbal y Bustamante como que haya quien se pasee orgulloso con una bandera americana en el jersey solo porque sea de Guess.

Creo, y muy posiblemente estaré equivocada, que el patriotismo es otra cosa y que debería ir más allá del fútbol, de Rafa Nadal, de Fernando Alonso o de Pau Gasol. Tal vez hasta don Pelayo, Sancho Ramírez o Sancho Abarca, que de la nada fueron capaces de crear un reino e inventar una forma de vida, unas leyes, de las aún somos herederos. O hasta aquellos monjes de Siresa o de San Beturián que copiaron obras griegas y romanas y guardaron en los tiempos oscuros el conocimiento de las civilizaciones avanzadas...
Y ahora mismo, solo hay que viajar un poco para ver que tenemos las mejores carreteras de Europa, la mejor sanidad del mundo (y gratuita), que tenemos kilómetros y kilómetros de playas y ríos de montaña donde se te hielan los pies aunque sea agosto, que tenemos Ordesa y el valle del Jerte y las Médulas en León, que tenemos la Biblioteca Nacional, el Prado y el MNAC y hasta el cielo de Madrid.

Y me jode, de verdad, que seamos un país de acomplejados y que solo el fútbol sea capaz de hacer que millones de españoles saquen pecho cuando tenemos tantas y tantas cosas de las que sentirnos orgullosos. De la Selección Española, por supuesto, también.


miércoles, 7 de julio de 2010

136 euros

Cada tarde, desde hace un año, cuando FHMP llega a casa lo primero que hago es vaciarle la cartera. Luego, el coge mi bolso, saca la mía y remata la faena cogiendo mis monedas de 20 centimos para abajo. Todas, juntas, han ido a parar a lo largo del año a una hucha de lata de los chinos que abrimos la semana pasada. Tras un año de rascar las carteras, hemos juntado en monedas de 1, 2, 5, 10 y 20 céntimos la gloriosa cantidad de 136 euros, o lo que es lo mismo 22.628 pesetas de las de antes que gastaremos oportunamente este fin de semana cenando románticamente y en algún libro que mole en Madrid.
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Y habrá quien piense, pues vaya chorrada, guardar monedas todo el año para acabar juntando esa birria. Y tiene más razón que un santo, pero una (que le vamos a hacer) es así de rara. Tan rara, tan rara, como para que una vez metidas las monedas en cartuchos y llevadas al banco, pegar la hucha para volver a llenarla este año. Y lo primero que he metido ha sido el papel con la cantidad. Para acordarme de cuanto fue este año cuando el que viene, por estas fechas, vuelva a abrir la hucha.

Me pasa también con los libros. Me encanta guardar cosas entre las páginas para encontrarlas años después. O con los zapatos, cuando al terminar la temporada guardo cada uno en su caja y meses después descubro pares de los que ni me acordaba. Son trampas a mi memoria, pequeños descubrimientos inesperados que te llevan, de repente y sin esperarlo a un punto del pasado que quizá, habias olvidado.

En fin, que con esos 136 euros (y alguno más) nos vamos de finde. Y no veais las ganas que tengo de cambiar de aires.

Buen fin de semana!

domingo, 27 de junio de 2010

DE TIENDAS



Impresionante. La sensación de llegar a un centro comercial con decenas y decenas de tiendas, que no haya nadie y que tengas todo el día por delante para maulear es algo que solo puedo comparar con una noche, hace años, cuando la selección española jugaba un partido decisivo en algún mundial y yo me fui a pasear por Salamanca... inenarrable.

No se si sería porque es casi fin de mes, por la crisis o porque las rebajas están al caer, pero el caso es que al final el viernes pude cogerme el día libre y a las nueve y media de la mañana, M. y yo salíamos de casa dispuestas a quemar la visa y aunque no la quemamos porque estuvimos muy comedidas, lo cierto es que lo pasamos de miedo. Una tienda detrás de otra, probadores vacíos, dependientas que pasaban de nosotras olímpicamente... el paraíso. Para mi, el viernes fue casi como irme a un balneario.

Porque de tiendas hay que ir con las amigas. Para echar unas risas, para que te digan de veras lo que te cae bien o no, para recordarte que tienes unos zapatos idénticos a los que estás a punto de comprarte, para alcanzarte otro color del mismo vestido, para buscarte otra talla, para comentar lo bueno que está el taxista de las patillas que te lleva a casa cargada de bolsas... para eso, están las amigas. Por eso me hacen tanta gracia ver a los novios y maridos aburridos esperar en las puertas de las tiendas o peor aun, hacer guardia ante el probador mientras la muchacha de turno (suelen ser muy jóvenes, se ve que aún no han aprendido... ) se prueba 27 camisetas de H&M y sale con cada una de ellas para ver que le parece. El, a esas alturas de la relación (suele ser al principio) está tan apollardao que todas le parecen bien y lo único en lo que piensa es en colarse en el probador para quitarle cuanto antes la camiseta y lo que se tercie. Cuando se les pasa el primer calentón, aprenden y se niegan a volver a ir de tiendas.

Respecto a los hombres cuando van de tiendas, mi experiencia es más que variada. FHMP compra todas sus camisas de la misma marca, con lo que un par de veces al año acude al corner de la firma en el Corte Inglés y arrambla. Los pantalones, lo mismo, y los zapatos, otro tanto. Modelo estandar e igual en julio que en febrero. Si hemos discutido alguna vez ha sido por el color de las corbatas o porque he intentado cambiarle el look un poquillo. El, no se ha dejado.

Quien si se dejo fue mi último ex, al que dejé hecho un pincel. El mismo lo reconoce y según me cuenta, sigue en la misma línea. Que putada, no? Dejar el trabajo hecho para que otras lo disfruten... Eso si, me queda la satisfacción moral de haber perpetrado un cambio de imagen digno de portada del Vogue. Del anterior, poco que contar. Sigue con las mismas camisetas de Star Wars con las que lo conocí a los 18 años, claro que parte de la culpa es mía que sigo comprándole una cada año por su cumpleaños....

miércoles, 23 de junio de 2010

PAIS DE PORTERAS


La chica es más que guapa, profesional y encima, tiene un novio capitán de la selección. La chica trabaja en un medio de comunicación capaz de vender a su abuela por subir la audiencia o dicho de otra manera, capaz de nombrar subdirectora de deportes a una chica de 25 años sin más experiencia que unas prácticas en una emisora de radio. Si ella es lista, que lo parece, o si está bien aconsejada, que espero que sí, aprovechará el tirón mientras le sea posible y a la que pueda, se retirará a la radio o a la prensa escrita a madurar en lo suyo hasta que llegue de nuevo su momento. Si no lo es, no quiero ni pensar donde la veremos dentro de poco.

Si alguien piensa que voy a proponer ahora un debate sobre el periodismo de hoy, está equivocado, entre otras cosas porque en este mismo blog ya he dado mi opinión otras veces y porque en realidad daría lo mismo que la chica fuera periodista, enfermera o inspectora de hacienda. Hoy el Presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid se ha cubierto de gloria criticando a la cadena en cuestión por colocar a la chica tras la portería del novio en las transmisiones facilitando así la foto. Como si ella fuera tonta. Como si ella no supiera en que campo está jugando. ¿O es que acaso alguien ha visto a Olga Viza o María Escario, reconocidísimas periodistas deportivas salir en plan icono sexual en una revista para tíos, en la portada de un magazine sensacionalista o en la revista para mujeres más frívola del mercado? Y es que cualquiera con dos dedos de frente y más si es de la profesión, sabe la diferencia que hay entre el Magazine del Mundo y el XL Semanal o entre Cosmopólitan y el Vogue. No creo que nadie espere que gane un Pulitzer o que escriba una tesis doctoral sobre la influencia de la ingesta de proteínas en el rendimiento de los futbolistas en los mundiales. Aunque quizá podría, ¿por que no?

La cuestión es que igual que hay zapatillas para andar y zapatos para seducir, hay medios de comunicación informativos y los hay que apuestan por el espectáculo, medios de prestigio y medios de consumo. Y ella, es el espectáculo. Futbol, chica guapa y morbo: el paraíso de cualquier jefe de contenidos de una televisión. La chica sabe donde está y por qué y juega sus cartas. Y lo hace estupendamente.

Lo dicho, solo espero que sepa hacia donde va, cuando va a terminar el partido y cuando pedir un tiempo muerto.

martes, 22 de junio de 2010

PEREZA


Publicaba un suplemento de la Vanguardia este fin de semana una curiosa interpretación del porqué del descenso del número de matrimonio en España en los últimos años. El autor no lo achacaba a la independencia económica de la mujer, ni a los cambios sociales, ni siquiera a la crisis económica. Según él, el número de matrimonios seguían descendiendo porque cada vez confiamos menos en que las relaciones sean "para toda la vida" y entonces, ¿para que casarse? ¿para que liarse la manta a la cabeza para organizar una boda y que en pocos años haya que ponerse de nuevo manos a la obra para organizar un divorcio?

Si esto fuera así, y sabiendo como sabemos que un porcentaje bestial de los matrimonios terminan en divorcio y las parejas en ruptura, ¿para que íbamos a molestarnos en empezar una relación con alguien si sabemos que saldrá mal? Pues porque en esto, como en tantas otras cosas de la vida, lo que importa no es llegar, sino disfrutar del camino. Y menudo camino.

Confieso que milito en el grupo de los enamorados del amor. Me encanta esa sensación de nervios en el estómago, de no dormir, de andar un metro sobre el suelo que nos provoca la primera fase de una relación. Me gusta descubrir lo que la otra persona tiene en común conmigo y también lo que es radicalmente nuevo y puede abrirme otras puertas. Por gustarme me gustan incluso la incertidumbre, las broncas y por supuesto, las reconciliaciones.

Y parecerá una chorrada después de dos años y medio pegados como un moco, pero cuando llegan las siete de la tarde, estoy ya loca por volver a casa y encontrar a FHMP. Aunque juegue la selección y no me haga ni caso, aunque ya no me mande una canción por correo electrónico cada mañana, aunque tenga la certeza de que él seguirá estando a mi lado mañana cuando me levante... aunque todo eso sea así, después de un día sin verlo tengo la necesidad física de tocarlo. Y cuando la historia termine intentaré guardar lo mejor de este tiempo de felicidad constante, de ternura y de besos.

Nunca he tenido intención de casarme. No me gustan los circos ni tengo la necesidad de quedar bien con nadie. Mis historias de amor son personales y las celebraciones, cotidianas. Respeto a los que se casan y también a los que se divorcian. ¿Una cuestión de pereza? No lo tengo yo tan claro. Quizá solo sea que los tiempos de verdad están cambiando y que cada uno vive sus historias de amor como creer que debe vivirlas.

miércoles, 9 de junio de 2010

TWITTER


Al final, me voy a terminar pasando al twitter y haciendo caso a los gurús de internet que llevan meses diciendo que FACEBOOK ya es una reliquia y que los blogs más o menos juegan en la misma liga que los manuscritos del mar muerto. El caso es que con tanto curro y tanto médico no tengo tiempo de pararme a pensar y a escribir, pero al mismo tiempo, me resisto a dejar de hacerlo porque la experiencia me dice que si lo dejas, luego volver cuesta un huevo.

Así que, sin grandes pretensiones y a modo de resumen ahí van las novedades.

1. Si no aparece en el trastero de la casa del pueblo, me temo que con la mudanza he perdido una caja de cartón con seis pares de sandalias de verano, por lo menos. Rastreando en la memoria he llegado al punto en que las empaqueté todas juntas en la caja: las negras de fiesta, las negras de cuña, las azules de Illueca, las marrones tan cómodas, las rojas planas y las cuñas de esparto. Si no aparecen será, de verdad, una gran putada.

2. El sábado tenemos boda. Se casa un primo mío en el Castillo de Loarre. Me apetece porque todos los primos (somos chorrocientos) nos llevamos más que bien y siempre es un placer juntarnos todos. Me da una pereza tremenda, porque la boda es un restaurante el medio de ninguna parte y para evitarnos el autobús que te obliga a morir al palo del horario establecido, me he comprometido a conducir yo de vuelta a casa. Espero que para el sábado hayan llegado ya las lentillas con la graduación nueva.

3. A falta de tres días, aun no se que voy a ponerme. Jamás me compro nada para ir de bodas. En parte porque los excesos en vestuario no van conmigo y sobre todo porque por trabajo tengo ropa para aburrir, asi que buceo en el armario y saco cuatro o cinco vestidos que pueden servir. Me gustaría tener aquí a mi madre, a P. o a M. para hacerles un pase y que me ayuden a decidir porque FHMP no me vale. No se si a vosotras os pasa, pero eso de que con todo te vea bien, a mí me toca las narices.

4.- Sin darnos cuentas nos hemos plantado en mitad de junio y sin haber decidido aún donde vamos de vacaciones. FHMP pretende aprovecharse de mi vocación de agente de viajes y yo, me sigo resistiendo. Me veo el 2 de agosto comprando un última hora a cualquier sitio.

Vuelvo al tajo, a mis presupuestos y a mis informes. Buena tarde de lluvia. Me gusta. :)

domingo, 6 de junio de 2010

GOTERAS


¿Quien dijo aquello de que si a los 60 no te duele nada es porque estás muerta? Ni idea, pero lo que yo digo es que como cercana a los 40 empieces a mirarte cosas, estás jodida. En una semana he ido al médico lo que no había ido en toda mi vida. Yo, que jamás he pasado por un quirófano, que en mi vida he cogido ni un día de baja laboral, que lo más enferma que he estado ha sido por alguna gripe, he tenido una semanita de cuidado.

Empecé el lunes a las nueve con visita de rutina al ginecólogo, de la que salí con una receta y dos citaciones más.

El miércoles, hora en el alergólogo tras casi diez meses de espera. Las pruebas de la alergia, diez años después de las últimas me dejaron los brazos como dos morcillas y una lista nueva de cosas a las que también soy alérgica como para echarse a temblar. De ahí salí con una cita para análisis de sangre y otra para una radiografía de las fosas nasales, porque ahora va a resultar que después de tragarme cajas y cajas de antibióticos para una supuesta sinusitis, lo de mi congestión (y ronquidos, vale, también los ronquidos) va a ser culpa de una alergia a un hongo de cuyo nombre no puedo acordarme.

El viernes acompaño a FHMP a quitarse los puntos del pie. Como en la sanidad pública la comunicación entre departamentos no debe ser muy fluida, resulta que, una vez en consulta, la médico nos explica que ella no le mira el pie directamente, sino que le da vez para que la enfermera nos cite y una vez que la enfermera nos cite y le quite el zapato, pasará el médico a verle. Marciano, verdad? Pues media tarde perdida. El pie bien, gracias.

El sábado me voy por fin a mirar la miopía después de constatar que no veo un burro a siete metros cuando voy en coche y que como siga arrugando la frente para mirar los subtítulos en la tele, no habrá botox en el mundo que tape la zanja. Lo que me temía. Media dioptría más en cada ojo. La oculista, muy amable, me indica que lo mejor que puedo hacer es, dado que de cerca veo de miedo, usar las gafas viejas en el ordenador y las lentillas el resto del tiempo, con lo que restando las horas de curro y las siete de dormir puedo ponerme lentilla para ducharme, hacer la cama y poco más.

Para rematar la semana, algún bicho se coló en casa y se cebó en mi pierna izquierda llenándola de abones justo cuando había conseguido que el autobronceador empezara a notarse....

Por lo demás, todo bien. Estupenda de salud y agradeciendo a la ministra Jimenez que no haya puesto en marcha el copago justo esta semana. Seguiremos informando....


domingo, 30 de mayo de 2010

RESUMEN BREVE DEL FIN DE SEMANA

Viernes 28

Con tanto viaje y tanto tute esta semana, llego al viernes a las 15h hecha un trapo. FHMP me recoje y nos vamos a casa con la promesa de siesta y vagueo. Ni de coña. Se empeña en que tengo que ver el IPad con mis propios ojos y me arrastra a la FNAC. Mientras el se lo mira, yo me doy una vuelta por otras tiendas y termino comprando unos pantalones, dos camisetas, un pañuelo de flores (P., el que vimos juntas, al final volvi a por él) y un cinturón. Y libros, un motón de libros.
En mi vuelta por al FNAC me llevo el susto de mi vida. Los tebeos de Esther que leíamos las niñas que nacimos en los 70, recauchutados, a 18 euracos (eso son tres mil pelas!!!!!) y con Esther montándoselo con Juanito. Lo nunca visto. Casi casi, como aquella madrugada que llegué a casa a las tantas y haciendo zapping mientras me bajaban las copas me encontré a Candy-Candy montándoselo a la vez con tres tíos... Luego ya me enteré que es una línea del manga con nombre y todo....

Claro, luego lo pienso y según vienen las niñas ahora raro sería que alguna gastara lo que le cuestan tres camisetas en Mango por ver a la pavisosa de Esther suspirando por Juanito. Los editores que son muy listos, habrán pensado, vamos a venderselos a las nostálgicas de entonces, que apoquinen que tienen pasta y para darles un poco de marcha que vean que por fin, termina beneficiándoselo.


El caso es que la tarde sale provechosa y encuentro un título de Ramino Pinilla que ni sabía que existía y compro por fin "El cerebro de Kenedy" de Mankel. De vuelta a casa termino de colocar los trastos en la estanterìa que compré en IKEA para el baño y repaso una vez más los armarios para confirmar lo que ya temía: que o están en el pueblo o en la mudanza perdí media docena de pares de sandalias de verano.



Sabado 29


A causa de un mal paso en la ducha, resbalón y corte con la placa que cubre el sumidero, terminamos en urgencias con FHMP. La médico y dos enfermeras me piden amablemente que salga de la sala porque según ellas "igual me mareo" y proceden a coserle el agujero. Cuando un rato después se abre la puerta y entro a buscarlo, me lo encuentro quitándose la camisa. Y si, yo también pensaba que para coser un pie no era necesario desnudar a un tio, pero parece ser que la antitetánica solo se puede poner en un punto muy preciso, que para ponerla hacen falta tres señoras y que él se quede medio en bolas. (Malpensadas!)






A pesar del accidente nos vamos al pueblo tras hacer la compra para mi madre y recoger el aparato que simula el ataque de un águila y que espanta a los tordos que pretenden comerse las cerezas de mi padre. Llegamos a las tantas y nos apoltronamos, el enfermo y yo, a ver la tele.

Eurovisión entera. Im-presionante. Se me hizo corta y hasta me gustó. El gran fallo, haberme dejado el ordenador aqui y no poder entrar en los chats de debate.


Domingo 30


Se cumple un año de la muerte de la abuela y mi madre decide encargarle una misa en el pueblo. Echando cuentas, igual hace más de 20 años que no pisaba esa iglesia y pocos menos el pueblo. Tampoco pasamos de 30 los que estamos en la iglesia y eso que solo nosotros, ya sumamos ocho. La perra, se queda en el coche.


La perra, por cierto, que lleva ya diez día viviendo como un pachá en casa de mis padres no se huele que mañana lunes se le acaban las vacaciones. Vuelve a casa de mi ex y por tanto a un régimen cuasi soviético de paseos a la hora, comidas a la hora, juegos a la hora y gran parte del día sola en casa. Igual que ahora, que sale al huerto con el sol y se retira cuando ya es de noche, que come lo que le da la gana y tiene acojonados a todos los gatos del valle... Como muestra, cara de buen rollo que tenía esta misma tarde a las cuatro mientras esperaba a la sombre que mi padre terminara de ver el Giro.




Por cierto, las sandalias no han aparecido en el pueblo. En un flash de memoria esta noche he recordado que las guardé todas juntas en una caja grande de cartón marrón. Bajo al trastero de propio pasadas las diez de la noche y me viene a la cabeza la pelicula de miedo que empecé a ver el otro día y en la que una adicta al trabajo se queda encerrada en su edificio la nochebuena. En mi garaje tampoco hay cobertura de móvil. Ni en el ascensor. Y FHMP, cojo perdido en el sofá. Vaya plan.

Y no, las sandalias tampoco están en el trastero. Me consuelo pensando que con lo que me ahorré en la estantería del baño al menos un par me compro.

jueves, 27 de mayo de 2010

SIETE COSAS SUPERFICIALES


Labegue propone en su blog la lista de las siete cosas superficiales que quiero, y yo, que soy muy obediente, le contesto en los comentarios y además, traigo la lista aquí para que los lectores o animeis también a hacer pública la vuestra.

Estas son las siete cosas superficiales e innecesarias que me gustaría tener:

1.- La colección entera de ediciones de románico de la Fundación Santa María.
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2.- Un ebook, pero que sea el definitivo, el que haga todo y lo haga bien.
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3.- Un descapotable rojo pequeño, para andar por las Cinco Villas y la Ribagorza.
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4.- Una melena estupenda. La que no he conseguido tener en toda mi vida.
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5.- Un abono para el Auditorio. A poder ser, en tercera fila. Y que incluya los conciertos fuera de abono.
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6.- La suerte de poder comer lo que quiera sin engordar ni un gramo.
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7.- La chaqueta de cuero marrón que compré hace años en Florencia y que está hecha un asco, nueva y en marrón y en negro. O sea, dos.


Pues eso, ¿quien se anima? ¿Que siete cosas superficiales querríais tener?

martes, 25 de mayo de 2010

UN BOLSO DE 2000€













Mi madre, que es una artista como la copa de un pino, me copia exactamente el bolso estrella de Chanel de esta temporada (el de la foto). El precio del mío, 2.50€ de un ovillo de perlé color crudo, un bolso de fiesta viejo que había por casa y la cadena de otro. El precio del original, en torno a los 2.000€ en la tienda exclusiva de la marca.
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Por si alguien lo duda, ni harta de grifa me gastaría 2000 € en un bolso por muy de Chanel que sea. Si es cierto, sin embargo que me faltaría tiempo para invertirlos en un viajecito a cualquier sitio a donde de verdad me apetezca ir.
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¿Es justificable pagar algo más de tres veces el salario mínimo interprofesional o lo que cobran de prestación cinco parados de larga duración por un bolso de ganchillo? Lo es pagar diez veces esa cantidad por un reloj?
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Para mi no, y sin embargo soy capaz de "invertirlos" sin dudarlo en billetes de avión, hoteles, vino y libros. Podría vivir sin tele y como ordenador tengo un portatil viejecillo que además es de la empresa pero acumulo decenas de pares de zapatos de tacón, algunos de los cuales, de cuyo precio no quiero ni acordarme, me he puesto una sola vez. En mi joyero un único anillo de brillantes chiquitines convive como única pieza buena con decenas de cosas que he ido comprando en mercadillos y supermercados y ahora que lo pienso, creo que lo más caro que he comprado en mi vida, además de la casa ha sido un sofá.
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Sin embargo, la experiencia me dice que más vale un buen pantalón que tres de trapillo y que al final, lo barato sale caro. Me llama la atención que en los centros comerciales se estén imponiendo a lo bestia las zapaterías de a 20€ y las tiendas de consumo masivo para chicas de 16 y al mismo tiempo crezcan de manera espectacular los outles de marcas de lujo en internet, como si de verdad todos tuvieramos que tener para poder vivir un bolso de firma de 2.000€.
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Y ningún bolso vale 2000€. De eso, estoy segura.
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¿Que es barato? ¿Que es caro? ¿Que es ético? ¿Que no lo es? ¿Que pensais, que la que está cayendo va a cambiar, o está cambiando ya, la percepción de las cosas o que a pesar de todo seguiremos igual, consumiendo a lo bestia y pagando barbaridades por cosas que no lo valen?

viernes, 14 de mayo de 2010

"MUJER, DEDICATE UNAS HORAS A TI MISMA!".


Ya es oficial. Este fin de semana me quedo de rodriguez, sola en casa. FHMP se va a cumplir con sus deberes familiares y como los míos están más que cumplidos y ando hasta el moño de viajar de aquí para allá, me he preparado un fin de semana estupendo dedicado a la dolce vita. En resumen, pienso desayunar en la terraza con todos los periódicos del mundo, comer cuando tenga hambre, dormir si me entra sueño, ver todas la comedias románticas que emitan en Cosmopólitan y lo más importante, pienso irme a la cama a leer a las nueve de la noche sin que nadie me eche la bronca por marmota.

Cuando estaba en la universidad, con las compañeras de piso organizábamos de vez en cuando una tarde llamada "MUJER, DEDICATE UNAS HORAS A TI MISMA!". Básicamente consistía en tirarnos una tarde comiendo chocolate, bebiendo cava y poniéndonos todos los potingues que pillábamos encima. Por si alguien no me cree, hay fotos que atestiguan que cuando te haces la cera con una mascarilla en el pelo y otra en la cara, por mucho que el cava sea del bueno, es imposible resultar glamourosa.

Confieso que a veces, solo a veces, echo de menos el punto placentero que tiene el vivir sola. El llegar a casa y encontrarlo todo ordenado, poder irte a la cama cuando quieres, ponerte la mascarilla esa asquerosa de barro verde en el pelo siete horas seguidas, tener el mando para ti sola o que las botellas de cerveza que tu no bebes no ocupen el 50% de tu nevera.
Pero es raro, porque aunque ahora lo piense y tenga incluso una lista de cosas que haré en casa estando sola, tengo la seguridad absoluta de que mañana, cuando él todavía este saliendo con el coche por el garaje, ya estaré echándolo de menos...

jueves, 13 de mayo de 2010

HUELLAS DE DINOSAURIOS


Buscando fotos de recurso para montar la presentación de un proyecto la semana que viene en Madrid, de repente me encuentro con lo que menos me esperaba: fotos mías, personales, de 2005 y 2006, en otras circunstancias y en otra compañía.
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Es lo malo que tienen los archivos digitales, que como no los ates cortos, se reproducen a lo loco dejando rastro allá por donde van. Confieso que al verlas (al verme, al verlo, al vernos), he tenido un punto de nostalgia en la boca del estómago. Al fin y al cabo, una no se despierta todos los días en Toledo nevado, ni desayuna en Carmona, ni busca pinturas rupestres por Albarracín o huellas de dinosaurios en Galve.
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Luego he pensado que en cinco años tampoco he cambiado tanto, es más, mirando en detalle las fotos he visto que no solo me siguen entrando los mismos vaqueros sino que me me sientan muchísimo, pero que muchísimo mejor ("a que fin", que diría mi amiga R.), jajajaja.
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Otras cosas si han cambiado, claro. Tengo un trabajo infinitamente mejor, que me da muchos más quebraderos de cabeza pero también muchas más satisfacciones. Tengo claras mis prioridades, mis principios y mis valores. Tengo también una vida más apacible, más dulce y tranquila. Y tengo a FHMP que se despierta a mi lado cada mañana. Y quiero creer que también lo tengo a él, una vez salvados los restos del naufragio, como amigo.
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¿Que si echo algo de menos? Hmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm ¿quien no echaría de menos levantarse una mañana cualquiera y que hubiera nevado en Toledo?