Supongo, porque ha sido cerca de las dos de la madrugada, que se habrá debido a la euforia confraternizadora que provocan las copas de más, pero el caso el que una de mis compañeras de piso en los tiempos de la universidad, me ha enviado esta noche un correo con el siguiente texto:
¿VAMOS A QUEDAR EN SALAMANCA O NO VAMOS A QUEDAR? YA TOCA ¿EH?
ESPERO QUE TODO BIENBESINES
Teniendo en cuenta que debe ser el tercer mensaje en quince años, la verdad es que de primeras, me ha dejado planchada. Pero luego... ay luego!!!! Me ha entrado una especie de furor adolescente por volver a quemar las noches como hacíamos entonces que casi doce horas después, aun me dura.
Y es raro, más que raro, rarísimo, porque además de estar retirada del todo de las juergas nocturnas, las quedadas de antiguos "lo que sea" no van nada conmigo. Bueno, por no ir, no voy ni a las actuales cenas de navidad.
Pero con ellas me apetece muchísimo volver a encontrarme. Solo chicas. Repitiendo el ritual de aquellos años. La música, los potingues, el vino y las risas...
Date prisa en poner fecha, anda, que estoy deseando veros ya!!!
3 comentarios:
mujer, la alegría que dan a veces estas cosas. parece que recupera uno una parte de las locura de esos años y que hace ilusión ver a gente aunque haga años que no se sepa nada de ellos. es lo bueno de estas fechas.
un beso.
Pues claro que si, debes decir, jejeje :P
eh?
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