lunes, 25 de octubre de 2010

PASAN COSAS

Y no hay dos sin tres, que ya lo dice el refrán y tiene más razón que un santo. Después del último post yo contaba por irme de puente y en realidad, me pasé la semana currando. Daba por hecho que la Universidad no iba a contar conmigo y la semana pasada me estrené con mi primera clase. Después de mes y medio de espera, llegaron por fin los zapatos comprados por internet y comprobé que los zapatos caros son mágicos (o a ver si no como puedes andar sobre un tacón de casi ocho centímetros como si fueras de plano). Estuvimos de vendimia y me costó casi una semana recuperarme de las agujetas y ayer descubri que yo, que siempre he aborrecido a los gatos, me iba preocupada por los gatetes que viven en la leñera de casa de mis padres ahora que ellos emprenden la gira de viajes de jubilados en busca del sol y el buen tiempo.

Pero lo mejor de todo es que mi mejor amiga está enamorada. A lo bestia. Como todo el mundo debería enamorarse al menos una vez en la vida. Sin comer, sin dormir, suspirando como una tarada y babeando todo el día. Que gusto verla así...

1 comentario:

Manuel dijo...

Nada...simplemente decirte que sigo leyendo tus publicaciones, me gustan, gracias por escribirlas.