
Pues ya está. Ya vivimos en mi casa nueva!!!
Bueno, objetivamente la que vive soy yo. FHMP de momento cena, pernocta, se ducha y desayuna. Y después, vuelve a su casa para afeitarse y cambiarse de ropa antes de ir a currar.
Me jura que esta historia de andar entre dos casas, que dura ya más de dos años, se termina de inmediato, pero de momento lo único que ha trasladado ha sido su CANAL +. Y además, como el satélite es otro, no funciona.
Yo de momento, me callo y hago como que me lo creo, al menos hasta que terminemos la fase del taladro y acabe de montarme las estanterías de IKEA, los estores de IKEA, el zapatero de IKEA y los halógenos del LEROY MERLIN. Y mientras el mide, marca, mide de nuevo, rectifica la marca, vuelve a medir, mide de nuevo, cambia la broca, comprueba que no le sirve, se quita la ropa de faena, se vista de normal, baja a los chinos de abajo, vuelve a cambiarse, mide de nuevo, rectifica la medida, vuelve a medir y por fin ataca la pared con el taladro, yo ando cambiando las cosas de un armario a otro sin saber con cual quedarme, hasta que me llama de nuevo para que le sujete el taladro porque tiene que volver a medir.
Y yo, que toda mi vida he colgado mis cuadros a ojiruli, más o menos centrados, no acabo de entender este perfeccionismo bricolajero que normalmente termina con la frase definitiva "Esta pared está torcida", mientras tú, de los nervios tras perder toda la tarde del sábado para colgar un maldito estor de la cocina terminas gritando "Pues le reclamas al arquitecto, pero antes, me cuelgas el puñetero estor. O llamo a mi padre, y será peor".
Pero a pesar de todo, poco a poco esto va pareciendo una casa. Mi nueva casa. Mi casa.