martes, 30 de marzo de 2010

PUENTES Y ABISMOS



FHMP me llama desde el despacho para decirme que no tiene muy claro que mañana podamos salir pitando de puente en cuanto yo termine a las tres, tal y como habíamos planeado. Aún no había colgado el teléfono que ya me salía el humo por las orejas del cabreo que llevo. Y lo más gracioso es que dado que ya se ha convertido en un hábito que alguno de sus jefes nos joda las vacaciones, debería tomármelo con más humor. Pero no puedo.

Antes de que él llegara a mi vida, en mi época de rollo chungo, la rutina de la semana santa o los puentes en general era otra. Entonces, mi rollo chungo, esperaba hasta el último día para montar algún numerito y desbaratar todos los planes previos. Es cierto que luego lo compensaba con escapadas fantásticas a hoteles maravillosos en el culo del mundo, pero el hecho de saber con certeza que en cuanto se acercaran las fechas en que el común de los mortales andaba de puente a él le ocurriría algo, me generaba un estres y un mal rollo como nunca he vuelto a sentirlo en mi vida. De hecho, yo creo que me caí del guindo en el que andaba subida desde hacía varios años cuando me vi con otro puente en perspectiva y la misma operación en marcha. Ese mismo día, se me abrieron por fin los ojos, se terminó la historia y creo que por primera vez me fui de puente, sola, felíz y tranquila.

En algún sitio he leido que las páginas de contactos aumentan su tráfico de forma sustancial los dias previos y los posteriores a un puente o a las vacaciones de verano, porque las personas que no tienen pareja se agobian ante la perspectiva de cuatro días de fiesta en soledad o vuelven de pasar esos días decididos a que ese sea el último puente que pasan solos. También, dicen, aumenta la venta de ansiolíticos y antidepresivos.

Lo mío, en realidad, se soluciona fácil. Una pizca de paciencia y morderme la lengua cuando lleguen las tres y cinco y empiece a jurar en arameo porque FHMP me llame desde el curro para decirme que sigue pendiente de una firma o un documento que no termina de llegar. Lo bueno es que ahora se que irnos, nos iremos seguro. Antes o después, pero iremos. Y vayamos donde vayamos, haga el tiempo que haga, todo saldrá bien. Lo dicho, solo es cuestión de sacar de algún sitio la paciencia que nunca he tenido y morderme la lengua a tiempo.

Feliz puente a todos.

jueves, 25 de marzo de 2010

GENTE, SITIOS

Últimamente pensaba que al final, siempre somos los mismos los que por trabajo, por obligación o por devoción terminamos yendo a todos los sitios y te encuentras, en cualquier acto, saludando como si hicera un mes que no ves, al tipo que el día anterior se sentó a tu lado en otro bolo. Esta semana, con la agenda a tope, me he dado cuenta de que no, de que a veces, si sabes donde mirar, ves cosas más que curiosas.

El martes, entre unas cosas y otras, llegué tarde a una entrega de premios de poesía organizada por una institución pública y una caja de ahorros. Desde la perspectiva de estar de pié en el fondo de la sala, pude distinguir sin problemas los tres grupos de invitados: los políticos de corbata (este año se llevan verdes lisas), los intectuales con vaqueros, patillas y chaquetas militares y los familiares de los premiados. Y en aquella sala art decó, reconvertida por la caja en su sede social, pensaba que en realidad, las cosas han cambiado muy poco en dos mil años. Los arquitectos egipcios trabajaban para el faraón, los escultores medievales para los monasterios, los pintores del dieciocho para las cortes europeas y los poetas del XXI, para los bancos y ayuntamientos.

El miércoles Pepín presentaba su primer disco en solitario... bueno, en teoría, porque en mi vida he visto tanta gente colaborando en un disco en solitario ni tampoco tanta gente en una presentación. Fue en una cava que últimamente parece que se ha puesto de moda para estas historias y ahí no cabía ni un alma más. Folkys a montón, pero también amigos, conocidos... y es que Pepín es una de esas personas que te reconcilian con la humanidad. Un músico como la copa de un pino, humilde, juerguista, divertido, amigo de sus amigos... Una estrella. Si podeis, no dejeis de escuchar el disco, porque un tipo capaz de montar una jota sobre Zaragoza con las estrofas en rumano, árabe, francés y aragonés... merece la pena.





Esta mañana Santiago Niño Becerra, el primero en anunciar el crack económico en 2006, aquel a quien pusieron verde por alarmista y cenizo, participaba en los desayunos de ADEA. Sobre lo que ha dicho, escribiré un post este fin de semana porque me ha dejado a-c-o-j-o-n-a-d-a. No por las cifras, que ya las conocía, sino por otra reflexión que merece un post. Ahí, os podeis imaginar, trescientos ejecutivos con traje impecable sudando tinta. En cuanto se ha cerrado el acto, han salido por patas... no se si a ver si sus empresas seguían ahí o a ponerle una vela a alguien.

Y ahora me voy a un concierto de LA QUERENCIA, un grupo nuevo de flamenco fusión que está empezando. En realidad no me gusta el flamenco y las fusiones me dan más miedo que un enchufe al lado de una bañera, pero tengo curiosidad. Por cierto, no creo que aquí encuentre ni a los políticos, ni a los poetas, ni a los folkys ni a los ejecutivos....

miércoles, 24 de marzo de 2010

EL ASCENSOR


Cada mañana, a las ocho, al salir de casa esta ahí, en el patio de casa mirando hacia el ascensor. Hoy nos hemos dado cuenta de que viene a buscar a dos niños, de ocho o diez años, supongo que para acompañarlos al colegio. Supongo también que nunca sube, que espera en la calle hasta que ellos bajan y que cuando vuelva a acompañarlos, los dejará también en el ascensor, rumbo a casa. Quizá ni siquiera se hable con su ex mujer, tal vez se ciña a un régimen de visitas muy estricto determinado por el juez y posiblemente se vea, como ella, superado por las circunstancias.

Siempre he presumido de tener una relación estupenda con mi ex. Claro que para mí ha sido muy fácil. El es una de las mejores personas que hay en este mundo y además, no teníamos hijos, ni grandes propiedades que repartir, ni pensiones compensatorias que discutir. Pero a pesar de todo, cuando veo estas parejas con hijos cuyas relaciones se han deteriorado hasta el punto de evitar coincidir en el ascensor no puedo dejar de pensar como es posible llegar a esos extremos.
¿Tanta rabia se puede llegar a acumular contra alguien a quien has querido tanto como para tener hijos en común?
¿Y los niños? ¿Qué pensarán ellos de esa rutina de un padre a ratos cronometrados y madre atrincherada en casa para no encontrarse con él?

miércoles, 17 de marzo de 2010

COLECCIONISTAS



Dicen que hay un tipo de mujer que vive convencida de que ella, y solo ella, será capaz de hacer volver al redil a ese tipo de hombres, también típicos, que entienden la vida como una sucesión de fiestas, excesos y apuestas.

Más que éstas "redentoras", a mi me llama la atención ese otro tipo de mujer capaz de meterse hasta el fondo en una historia con un coleccionista, convencida de que ella va a ser la definitiva. Lo peculiar de estas mujeres es que no buscan un rollo ni una aventura con el típico guapo oficial, sino institucionalizar una relación y llevarla al plano público cuanto antes. Ejercen de novias oficiales, conocen a familias y amigos y amoldan sus vidas a las de ellos dando por hecho que será para siempre. Y no lo es.

Ellos, por su parte, se prestan al juego como si fueran incapaces de salir a la calle sin una mujer colgada del brazo. A la primera de cambio aseguran que si, que es amor y que ésta será la definitiva. En pocos meses, la cambian por otra.

Y yo me pregunto, ¿con que ánimo te metes en una historia con un tipo que sabes encadena una historia tras otra sin que ninguna le dure más que unos pocos meses? ¿por qué contigo iba a ser distinto?
Supongo que estos hombres tienen ese poder de hacerles sentir tan especiales como para borrar de un plumazo las otras 37 que ocuparon su vida antes. O quizá ellas sean optimistas patológicas con una autoestima a prueba de bombas. El caso es que cuando hoy he visto en la prensa a un conocido torero anunciar una nueva ruptura no he podido dejar de pensar que con toda seguridad él ya sabe con quien va a pasar la Semana Santa. De ella, no volveremos a saber nada.

martes, 16 de marzo de 2010

CONGRESOS Y CONGRESISTAS


Lo de la astenia primaveral, esa que supuestamente te deja echa un trapo, a mi me provoca el efecto contrario. Un subidón de adrenalina que hace que me sacuda de golpe y porrazo la modorra del invierno y el cuerpo me pida calle. Calle, bares, viajes y muchas más cosas.

Afortunadamente, la agenda me sigue y en un par de semanas junto cenas, presentaciones de discos, congresos, conciertos... y la semana santa esperando a la vuelta de la esquina y con las reservas hechas.

Es como si saliera del invierno de sofá y manta para buscar el sol desesperadamente.

El caso es que me invitan a participar en la clausura de un congreso y allá que me voy, encantada de la vida. Vuelvo más encantada todavía porque el congreso me permite compartir mantel y sobremesa con un conocidísimo humorista gráfico, padre de Mariano, Concha y los náufragos; un periodista, escritor, crítico y ahora cineasta que durante muchos, muchos años, ha dirigido la sección de cultura del periódico más vendido en este país y la directora-presentadora de un magazine de fin de semana en la cadena de radio de mayor audiencia. Comiendo con ellos lo paso francamente bien. Son amables, cercanos, cariñosos... todos ellos tienen la edad de mis padres y una carrera profesional apabullante, repleta de reconocimientos y basada en la solidez y el trabajo. Y son tan humildes como para coincidir en que cada día hay que empezar a pelear todo de nuevo y que siempre, de todo y de todos, se aprende algo.

Sin poder evitarlo, los comparo con un gurú de las redes sociales con el que, en apenas seis meses, coincidí cuatro veces. El tipo, creador de una red en internet para jóvenes aparecía como invitado estrella en varias jornadas, congresos y seminarios y tuvo las narices de contar exactamente lo mismo las cuatro veces que pude escucharlo, repitiendo, incluso, el power point. Volví a encontrarlo hace pocas semanas en Madrid, pero no en la jornada sobre contenidos digitales a la que yo asistía, sino tomando un café en el Starbuck junto al hotel. Ahora que lo pienso, este año no se prodiga demasiado. Famosos de un día.


Al volver en el tren me acuerdo de como era esto hace unos años, cuando acudir a un curso a Madrid o Barcelona suponía, al menos, un par de noches de hotel. Durante muchos años, mi anterior empresa alojaba a los empleados en un hotel enorme, tipo soviético, con cientos de habitaciones, en el que los congresistas entraban y salían solos o acompañados. Discreción absoluta. Al cambiar la dirección de la empresa, buscó un hotel más céntrico y moderno. Aquel cambio provocó tantas protestas que tuvo que dar marcha atrás y volver al genuino "hotel de los líos".

Casualidades de la vida, mientras estoy en el congreso, recibo un correo electrónico de un profesor de la Universidad con el que he seguido manteniendo relación a lo largo del tiempo. Viene a dar una conferencia y propone que nos veamos. Como yo no se cuando vuelvo y él no sabe cuando llega, quedamos en que me llama a lo largo del fin de semana. El lunes me doy cuenta de que no ha dado señales de vida y no puedo menos que preguntarme si la ponencia le dejó agotado o quizá encontró otras cosas que hacer una vez terminaban las sesiones. Al fin y al cabo, es primavera.

domingo, 14 de marzo de 2010

INFIDELIDAD EMOCIONAL



Publicaba este fin de semana el suplemento del sábado de La Vanguardia un reportaje curioso sobre "Infidelidad emocional". Los que lo han vivido seguro que saben de lo que hablo y para los que no, podría definirse como una especie de relación paralela en la que no hay sexo pero si intimidad emocional, complicidad e incuso amor con alguien que no es tu pareja. Algunas de estas relaciones terminan también en la cama y otras, aunque no lo hagan, se llevan por delante la relación oficial.

El reportaje arrancaba con el planteamiento "¿Que le incomodaría más, una relación paralela de su pareja en la que solo hubiera sexo o en la que no hubiera sexo pero si todo lo demás?". Sin dejar de lado que cualquier infidelidad es una putada de la que, sinceramente, creo que es imposible recuperarse, la infidelidad emocional me parece infinitamente más peligrosa precisamente por lo sutil.

Para irse a la cama con alguien, hay que querer. Sin embargo es relativamente fácil que poco a poco, ese amigo que nos entiende como nadie, con el que siempre podemos contar, al que terminamos explicándole cosas que a nuestra pareja ni siquiera nos apetece decirle... nos empiece a generar una dependencia emocional que termine en una vida paralela. Sin sexo, pero con todo lo demás.

Posiblemente ni se nos pasa por la cabeza acostarnos con él. Pero resulta que cuando tenemos un problema, lo llamamos, que cuando nos dan una buena noticia, él es el primero que se entera, que el día que no podemos hablar con él, estamos de un humor de perros... y mientras, la pareja oficial sigue ahí, viendo la tele, leyendo el periódico y sin hablar. Hablar... ¿de que? ¿si ya lo hemos contado todo antes?....

La situación se agrava en la era de internet. Enviar un sms o un correo electrónico es tan fácil como generar una dependencia emocional de los mismos. La cuestión ha llegado a los sociólogos y varias universidad preparan ya estudios sobre el asunto. Incluso la mismísima BBC,
ha incluído un cuestionario de solo seis preguntas para que sus lectores de planteen su propia situación:


-¿En vez de compartir sus sentimientos con su pareja, se los confiesa a su amigo/a?

-¿Comenta los problemas que tiene en su matrimonio con su amigo/a?

-¿Le es más fácil conversar con su amigo/o que con su pareja?

-¿No quiere contarle a su pareja todo sobre su amistad con esa persona?

-¿Le resultaría incómodo que su pareja leyera los e-mails o mensajes de texto que intercambia

con su amigo/a o que lo viera interactuar con él/ella?

-¿Aguna vez ha pensado en su amigo en momentos íntimos con su pareja o ha perdido el interés en las relaciones debido a él/ella?

Pos eso, quien se atreva, que conteste.

martes, 9 de marzo de 2010

UNA FOTO, UNA NOCHE



A través de FACEBOOK me llega el enlace a esta foto que es, en realidad, un enlace a un pedazo de mi vida. Llovía a chuzos aquella noche en la que además de agua me empapé de un montón de cosas más que me cambiaron para siempre. Yo acababa de volver de Madrid, dispuesta a empezar una vida nueva y esa noche, de repente, se abrió una puerta a través de la cual descubrí que David existe encarnado en un montón de gente y que es posible luchar contra Goliat aunque a veces la historia no termine como la cuenta la Biblia. Descubrí que la coherencia, la honestidad y los principios tienen nombre de personas y que en esta vida hay que ser valiente siempre y no dejar que nadie decida por ti. Mucho menos, por las malas. Aprendí que los amigos, cuando lo son de verdad, te siguen hasta donde haga falta. Y que la vida, cuando te pone delante una causa por la que luchar, te hace un regalo inmenso.

Han pasado un puñado de años. Algunas cosas han cambiado. Otras no. Unos se quedaron por el camino, otros cambiaron de bando y muchos siguen al pie del cañón. Y aunque hace tiempo que no nos vemos siempre tendré con vosotros una deuda enorme, porque fuisteis vosotros los que me enseñasteis que creer es posible.


miércoles, 3 de marzo de 2010

UNA BODA



El club de las mujeres que siempre hemos tenido claro que no queremos casarnos está a punto de sufrir una baja. Mi amiga Y. se casa de aquí a un par de meses y lo hace por un motivo tan romántico como es un visado. Su novio desde hace más de diez años lleva más de uno destinado a un país árabe y ella, cumplidos los 40, está hasta el moño de aeropuertos, maletas y camas frías.
Así que se casa.
Un jueves cualquiera.
Sin vestido, sin banquete, sin hostias.
Se casa porque no le queda más remedio si no quiere que a los dos meses la pongan con las maletas en la frontera. Se casa porque ha decidido que su vida sin él, a varios miles de kilómetros y unos cuantos transbordos, es un asco. Aunque le guste su vida en Madrid, aunque disfrute con su trabajo, aunque deje a los amigos y a la familia atrás, aunque dar el salto al vacío como va a darlo no deje de asustarla.

Mi amiga dice que se casa por un visado. Yo digo que se casa por amor, por un amor tan bestia como para mandar tu vida a tomar por saco e irte a vivir a un sitio parecido a la luna, a 50º todo el año, con unas costumbres extrañas, sin trabajo ni amigos.... A mí no me cabe duda, se casa por amor.

martes, 2 de marzo de 2010

FRACASO


Aprovecho un viaje de trabajo a Madrid y quedo a comer con Y, con la que compartí piso y vida hace ya más de diez años. Nos sentamos en el Vips y parece que nos hubiéramos visto esa misma mañana. Ella sigue exáctamente igual y cuando me reprocha que hace más de un año que no nos vemos tengo que echar cuentas de nuevo para confirmar que sí, que es cierto, que aunque parezca mentira, hace meses que no hablamos. Pero en realidad, da igual. Ella está ahí, tan fantástica como siempre, tan llana, tan cariñosa, tan buena persona... A ella la esperan en el trabajo y yo tengo que volver pitando a mi reunión, pero en apenas una hora nos ponemos al día de su vida, de la mía, de la de aquellos que nos rodean y de la de los que fuimos dejando atrás.
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Algunos días después hablo por teléfono con L., que me conoce como nadie, a quien quise por encima de todo, que puso mi vida patas arriba una y otra vez. Hablamos del tiempo, de viajes y un poco de trabajo y al final, me despido deprisa porque empiezo a ahogarme en tanta conversación banal. Y me jode reconocer que alguien a quien quise tanto, alquien que conocía hasta el último rincón de mi cabeza, la persona a quien le confié absolutamente mi vida, es ya un desconocido con el que apenas tengo de que hablar.
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Y me queda la sensación de fracaso al no haber podido conseguir lo que yo pensaba que sería posible. Que por encima del amante y del amado, quedara siempre el amigo.