jueves, 29 de julio de 2010


ME PIRO. FELICES VACACIONES A TODOS!!!!
((((( Bueno, vale, hasta mañana no me voy. Pero tengo tantas ganas que la maleta lleva una semana hecha, miro cada día los billetes de tren y de avión y me se las guías de memoria ))))))
Pasadlo bien y hasta pronto!!!!

jueves, 22 de julio de 2010

QUIERO CREER QUE SOMOS MUCHOS

El pasado fin de semana pasado descubrí que no soy la única persona en el mundo que estira las lentillas mensuales todo lo posible o que come yogures que caducaron hace semanas. Dias antes, coincidí con un amigo en que el te Breakfast de Mercadona es el que más nos gusta del mundo, más incluso que las marcas más pijas y exclusivas.

Ahora busco alguien más que difrute como yo de la combinación de pepinillos en vinagre y regaliz de Zara y por si esto fuera imposible, algo más fácil, alguien a quien le encanten, como a mi, los pimientos verdes fritos, aunque le sienten como una patada en el estómago.

Busco alguien capaz de comprarse unos zapatos con un tacón de 10cm solo porque son bonitos, de dudar durante meses entre un libro electrónico o un Ipad para acabar sin comprar ninguna de las dos cosas o de mezclar queso con chocolate y panchitos el día antes de tener la regla.

Busco gente que prefiera sudar a sufrir el chorro del aire acondicionado en el cogote, que le guste conducir con las ventanilla bajadas y que a veces prefiera la compañía de su perro a la de gente que habla.

Busco a aquellos que eligen un baño en el río antes que en la piscina, que odian la playa en verano, que prefieren leer o dormir a ver la tele, que se pintan las uñas de los pies todo el año y que si pudieran, viajarían siempre en otoño.

Son solo algunas de mis rarezas. Tengo muchísimas más. Y quiero creer que no estoy sola...

miércoles, 14 de julio de 2010

PUES NO, NO VI EL PARTIDO


Pues no, no vi el partido. ¿Pasa algo?. El fútbol me aburre soberanamente y el espíritu patriótico a mi me lo encienden los Reyes Católicos, que medio mundo hable en castellano o que gran parte de la estructura del último puente construído en San Francisco esté hecha aquí, en Zaragoza, en el edificio de al lado.

Que tengamos un año la dichosa copa (que además mira que es hortera, en oro brillante) en la sede de la Federación me tiene sin cuidado. Prefiero tener la pelvis "Elvis" de Atapuerca en el museo que ayer inauguraron en Burgos o que los americanos nos devuelvan todo lo que tienen nuestro en The Cloisters en Nueva York.

Me resulta tan incompresible que haya gente capaz de chuparse seis o siete horas de espera en Madrid, vestida de la cabesa a los pies de rojo y amarillo, para ver pasar un autobús con once tíos y además, con la música de fondo de Bisbal y Bustamante como que haya quien se pasee orgulloso con una bandera americana en el jersey solo porque sea de Guess.

Creo, y muy posiblemente estaré equivocada, que el patriotismo es otra cosa y que debería ir más allá del fútbol, de Rafa Nadal, de Fernando Alonso o de Pau Gasol. Tal vez hasta don Pelayo, Sancho Ramírez o Sancho Abarca, que de la nada fueron capaces de crear un reino e inventar una forma de vida, unas leyes, de las aún somos herederos. O hasta aquellos monjes de Siresa o de San Beturián que copiaron obras griegas y romanas y guardaron en los tiempos oscuros el conocimiento de las civilizaciones avanzadas...
Y ahora mismo, solo hay que viajar un poco para ver que tenemos las mejores carreteras de Europa, la mejor sanidad del mundo (y gratuita), que tenemos kilómetros y kilómetros de playas y ríos de montaña donde se te hielan los pies aunque sea agosto, que tenemos Ordesa y el valle del Jerte y las Médulas en León, que tenemos la Biblioteca Nacional, el Prado y el MNAC y hasta el cielo de Madrid.

Y me jode, de verdad, que seamos un país de acomplejados y que solo el fútbol sea capaz de hacer que millones de españoles saquen pecho cuando tenemos tantas y tantas cosas de las que sentirnos orgullosos. De la Selección Española, por supuesto, también.


miércoles, 7 de julio de 2010

136 euros

Cada tarde, desde hace un año, cuando FHMP llega a casa lo primero que hago es vaciarle la cartera. Luego, el coge mi bolso, saca la mía y remata la faena cogiendo mis monedas de 20 centimos para abajo. Todas, juntas, han ido a parar a lo largo del año a una hucha de lata de los chinos que abrimos la semana pasada. Tras un año de rascar las carteras, hemos juntado en monedas de 1, 2, 5, 10 y 20 céntimos la gloriosa cantidad de 136 euros, o lo que es lo mismo 22.628 pesetas de las de antes que gastaremos oportunamente este fin de semana cenando románticamente y en algún libro que mole en Madrid.
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Y habrá quien piense, pues vaya chorrada, guardar monedas todo el año para acabar juntando esa birria. Y tiene más razón que un santo, pero una (que le vamos a hacer) es así de rara. Tan rara, tan rara, como para que una vez metidas las monedas en cartuchos y llevadas al banco, pegar la hucha para volver a llenarla este año. Y lo primero que he metido ha sido el papel con la cantidad. Para acordarme de cuanto fue este año cuando el que viene, por estas fechas, vuelva a abrir la hucha.

Me pasa también con los libros. Me encanta guardar cosas entre las páginas para encontrarlas años después. O con los zapatos, cuando al terminar la temporada guardo cada uno en su caja y meses después descubro pares de los que ni me acordaba. Son trampas a mi memoria, pequeños descubrimientos inesperados que te llevan, de repente y sin esperarlo a un punto del pasado que quizá, habias olvidado.

En fin, que con esos 136 euros (y alguno más) nos vamos de finde. Y no veais las ganas que tengo de cambiar de aires.

Buen fin de semana!