viernes, 31 de diciembre de 2010

UN BUEN AÑO




Vale, pues se acaba 2010. Un año cojonudo, para que nos vamos a engañar. Es más, me paro a pensarlo y me da un poco de yuyu pensar lo bien que ha ido todo, sobre todo si tenemos en cuenta que este blog arrancó hace justo tres años y con la frase "Bienaventurados los que han tocado fondo, porque solo les queda mejorar" como punto de partida.

Entonces estaba jodida pero de verdad. Tenía el que hasta el momento ha sido el peor catarro desde que nací, mi abuelo había muerto ese año, había terminado pocos meses antes con el amor de mi vida y la historia, tan complicada, me había dejado hecha un trapo de puro cansancio emocional y como suele ser habitual en mí, andaba en mi enésima crisis laboral. Todo junto. Una mierda.

Este año, sin embargo, tengo una lista interminable de cosas por las que dar gracias a Dios o a  la vida, allá cada uno con lo que crea. Lo que yo si creo, firmemente además, es que como decía mi abuela "Es de bien nacidos, ser agradecidos". Así que allá voy:

- Gracias a mi hermano y a mi cuñada, tengo un sobrino precioso. Llegó mes y medio antes de lo esperado pero afortunadamente todo fue bien. Lo miro y no me puedo creer que algo tan pequeño sea tan perfecto, tan dulce, tan suave... Además, gracias a mi ex y a su novia, otro bebé adorable ha llegado al mundo este año. De momento ya los tengo a los dos uniformados con pijamas de supermán.

- Gracias a R., mi mejor amiga está más feliz que nunca. El amor llega cuando menos te lo esperas y de donde menos te imaginas. Ojalá tegais una larga, larguísima y felíz vida juntos. R., gracias de verdad por hacerla brillar de esta manera. Solo por verla tan feliz, yo voy a quererte siempre. Bueno, mientras ella te quiera, que tampoco hay que exagerarrrrrrrrrr.

- Gracias a C. y a una serie de casualidades de esas que llegan de repente y cuando menos te lo esperas  me estrené en la Universidad. A mi madre le dí la alegría de su vida (como si todo lo que he hecho hasta ahora le importara una mierda), descubrí que la docencia me gusta más de lo que pensaba y estoy pasando ratos más que agradables con mis alumnos. Son tan majos que a veces pienso si no los habrán elegido en un casting.

- Gracias al empeño de mi señor padre, que aunque parezca mentira es aún más cabezota que yo, estrené piso en primavera. Sigo jurando en arameo cada vez que el sol deja ver el polvo en la tarima tan oscura, pero eso de despertarte, abrir los ojos y ver el cielo, no tiene precio...

Además de todo eso he podido viajar mucho (aunque nunca sea suficiente), no he engordado demasiado, he ampliado mi colección de libros de románico considerablemente, he entrado en el mundo Iphone, he empezado una novela nueva, he disfrutado mucho, muchísimo de los amigos y me he sentido muy, muy querida.


En resumen, ha sido un muy buen año. Gracias, de verdad.

jueves, 30 de diciembre de 2010

EL DEBATE SOBRE LAS PIELES



Ante la polémica suscitada por mis declaraciones (siempre he querido decir esto, es como lo de "siga a ese taxi!!!") sobre mi chaleco de auténtica piel de conejo vasco, debo hacer algunas matizaciones:

1. Me encanta el conejo al ajilo. Igual que el jamón, el carpaccio de ternera, los berberechos al vapor,  los boquerones en vinagre y hasta las salchichas frankfurt según donde y como me pille el hambre.

2. Juro que he intentado alguna vez comprar zapatos malos, de plástico, de los que no están hechos con piel. Confieso que soy incapaz de andar con ellos. Me sudan los pies, me hacen rozaduras y termino tirándolos y comprando otros. De piel, ya lo siento. También confieso que tengo unas cuantas cazadoras de cuero y de ante y que las uso casi todos los días.

3. Tengo una perra recogida de la calle, una familia de gatos viviendo en la leñera (vease foto) y una cuñada vegetariana porque textualmente ""no come nada que provoque sufrimiento". Claro, como las lechuguitas no gritan y las quejas de los chavalines explotados en las plantaciones de soja del tercer mundo con las que se hacen las hamburguesas para vegetarianos  no nos llegan hasta occidente...

4. Tengo un padre que cuando recoge las manzanas, los membrillos y las peras del jardín, deja caer unas cuantas para que los topillos y los jabalís tengan algo que comer en invierno y al mismo tiempo, ha sido pescador en río de montaña toda la vida. Cuando era cría me llevaba con él al río y durante muchos años en una esquina de la nevera en mi casa había una cajita de mantequilla francesa con la taja agujereada, donde vivían las dragas. (¿Alguien sabe como se llaman estos bichos en castellano?)

5. Soy miembro de la Asociación Protectora de Animales y Plantas Pirineos, pago religiosamente mi cuenta y colaboro con ellos todo lo posible.

6. Un abrigo de piel, de los de verdad, cuesta en torno a 6.000€. Si yo contara con esa pasta y no tuviera una espléndida hipoteca con la que compartir los próximos 30 años de mi vida, cogería una excedencia de tres meses y la pasta y me largaría a ver mundo, lo más lejos  posible y a poder ser en el Transiberiano. Y para ese viaje con un forro polar de Decathlón, me apaño.

Al contrario de lo que pueda parecer, no me estoy justificando. El debate ético sobre pieles si, pieles no, yo también lo he tenido. Mi conclusión: si se come, y yo me lo como, me lo puedo poner. Otra cosa, claro está es saber si el conejo que yo me como ha vivido como un desgraciado en una granja de explotación brutal o feliz en la huerta de algún vecino. Y aún en la huerta... ¿quien sabe si el pobre bicho no pasó toda su vida acojonado por miedo a las gallinas? Demasiado complicado....

miércoles, 29 de diciembre de 2010

ME ESTA GUSTANDO




La primera señal llegó una tarde en Zarautz, mientras rebuscábamos con P. en una tienda de ropa frente al hotel. De repente, cogió una chaqueta de visón espectacular y dijo algo así como "Debo estar haciéndome mayor, cada vez me gustan más las pieles". Y yo pensé ¡Ole tus huevos!, has dicho justo lo que estaba pensando, lo que en realidad llevaba algunos meses pensando y no me atrevía a reconocer en público. Aquella tarde terminamos las dos con sendos chalecos iguales y estupendos. No son de visón sino de auténtico conejo vasco, igual de calentitos y mucho más baratos. Pero el primer paso está ya dado. No hay marcha atrás.

La segunda, ha sido el Papá Noel de mis padres, una fantástica olla rápida de última generación que me tiene alucinada. El caso es que yo jamás había querido una olla rápida, entre otras cosas, porque casi nunca como en casa y cuando lo hago, es porque es fiesta y tengo el tiempo suficiente como para guisar a la antigua. Lo raro es que llevaba semanas y semanas recibiendo señales de todas partes. Parecía que ahí donde iba solo se hablaba de ollas rápidas, de sus virtudes, de recetas, de lo bien que iban y de como yo debía ser la única persona en el mundo que sobrevivía sin una. Bueno, pues ya la tengo. Y lo alucinante es que llevo tres días usándola. He hecho puré de verdudas, alubias para mi querídisimo y un strudel versión personal de concurso. Y me encanta lo de ponerla y controlar el tiempo y sentir que ya no voy a depender de los tupper de mi madre para que comamos cocido. Hasta he comprado garbanzos de los de poner a remojo!!!

La tercera y definitiva:  llevo tres días de fiesta, en casa, de maruja, y lo estoy pasando estupendamente. Limpio, cocino, hago la compra, veo la tele, leo, tomo café a media mañana, he ido de tiendas... y no me subo por las paredes. A los que no me conozcan en persona, esto les parecerá lo normal. A los que si, estarán pensando que esto es la hostia. Y lo es, porque habitualmente mi estado natural es ir corriendo. Debo ser como los perros viejos, que llega un momento en que dejan de tirar de la correa y sin saber por que, comienzan a andar a tu lado...

Y oye, me está gustando.

Pd1. Para los que me leais desde ZRGZ, la foto del capuccino es real. Me lo hizo Víctor, el ganador de los últimos concursos de baristas nacional e internacional, que tiene un bar en una bocacalle de la Avenida Cataluña con la calle Sobrarbe. No os lo perdais, es impresionante. También probé un invento sobre la marcha con vodka, sirope de fresa, café etíope y nata. Alucinante.

Pd2. Para los amigos que me seguís por aquí, varias cosas:

a. Respecto a los actos de celebración de los 40, están en marcha y pendientes de fecha.
b. Sobre la quedada en Salamanca, lo mismo, E. dirá.
c. Y aqui en ZRGZ y antes de nada, Pilar vuelve al ruedo. Anda moviendo algo para un viernes de estos. Contamos todos vosotros.


lunes, 20 de diciembre de 2010


Será por la crisis y el pesimismo generalizado, pero el caso es que últimamente no paran de llegar películas, series y documentales sobre el fin del mundo tal y como lo conocemos. La primera, la versión de La Carretera, de Cormac McCarthy con Viggo Mortensen. Si la novela ya te dejaba hecha un trapo la peli te garantiza un mal rato durante y después de salir del cine. Somos raros los humanos. Sabemos exactamente lo que va a pasar en la secuencia siguiente y a pesar de todo, ahí estamos acojonados, apretando los dientes y rezando para que los pandilleros caníbales no alcancen a Viggo y su niño...

Despues vino The Walking Dead y ahí hemos estado, mi queridísimo y yo seis viernes seguidos puntualísimos a las 23.15 pegados a TNT. Como él es un hombre tan concienzudo se fue a la FNAC y compró los 12 comics en los que presuntamente se basa la serie solo para comprobar que a la segunda página al guionista se le fue la olla y lo único que mantuvo fue el nombre del protagonista. Protagonista por cierto que interpreta el amigo ese tan mono enamorado de Keira Knightley en Love Actually (pelicula que he visto 352 veces y que seguiré viendo el resto de mi vida porque me pone de muyyyyyyyyyyyyyy buen humor).

Pero lo más alucinante que he visto últimamente (de hecho lo estoy viendo ahora mismo, con premeditación y alevosía porque FHMP no ha llegado a casa aún) es una serie presuntamente documental y pseudo científica norteamericana del Canal Historia en la que te explican que hacer si una pandemia arrasa el mundo conocido y de repente te encuentras sola con tu marido y tu hijo en tu unifamiliar con jardin. Los consejos son de lo más útiles: por ejemplo, tener las armas siempre a punto por lo que pueda pasar, intentar no robar porque si te pillan te pegarán un tiro ahí mismo e ir a la iglesia porque por supuesto, ahi se reunirá la buena gente que haya podido sobrevivir. Además de eso, he aprendido a destripar serpientes autóctonas de las colinas de Los Angeles, a hacer un puente en una furgoneta abandonada después de sacar al dueño muerto sin que te pegue la epidemia y que en el Antiguo Testamento, Job ya predijo que esto ocurriría.

Total, que estas navidades las pasamos en casa de mis padres, en el pueblo, sin vecinos en un par de kilometros a la redonda. Que bien, que tranquila, que preparada voy... 

sábado, 18 de diciembre de 2010

YA TOCA, ¿EH?

Supongo, porque ha sido cerca de las dos de la madrugada, que se habrá debido a la euforia confraternizadora que provocan las copas de más, pero el caso el que una de mis compañeras de piso en los tiempos de la universidad, me ha enviado esta noche un correo con el siguiente texto:

¿VAMOS A QUEDAR EN SALAMANCA O NO VAMOS A QUEDAR? YA TOCA ¿EH?
ESPERO QUE TODO BIEN
BESINES

Teniendo en cuenta que debe ser el tercer mensaje en quince años, la verdad es que de primeras, me ha dejado planchada. Pero luego... ay luego!!!! Me ha entrado una especie de furor adolescente por volver a quemar las noches como hacíamos entonces que casi doce horas después, aun me dura.

Y es raro, más que raro, rarísimo, porque además de estar retirada del todo de las juergas nocturnas, las quedadas de antiguos "lo que sea" no van nada conmigo. Bueno, por no ir, no voy ni a las actuales cenas de navidad.

Pero con ellas me apetece muchísimo volver a encontrarme. Solo chicas. Repitiendo el ritual de aquellos años. La música, los potingues, el vino y las risas...

Date prisa en poner fecha, anda, que estoy deseando veros ya!!!