jueves, 4 de febrero de 2010

MUDANZAS


Si las cuentas no me fallan, y creo que no, la semana que viene me embarco en mi décima mudanza y mi segunda hipoteca. Coincidirá con mi cumpleaños, como coincidió, hace siete años, mi octava mudanza y mi primera hipoteca. Y aunque sería lo normal, me da por pensar que ésta tampoco va a ser la última.

He vivido en 5 ciudades y 9 casas distintas, unas mejores y otras peores. Con el tiempo he ido aligerando mis maletas y también mis nostalgias. Cierro puertas sin mayor problema y me gusta, me sigue gustando mucho, la sensación de empezar de nuevo.

Hace unos años, tras épocas duras en Madrid y luego en Barcelona, volví a casa con la idea de que sería para siempre. Firmé mi primera hipoteca y llené las paredes de estanterías para llevarme de una vez por todas los libros que durante años había ido enviando a casa de mis padres. Aquella vida que iba a ser para siempre duró apenas seis o siete años, hasta que un día de septiembre hice la maleta y me vine aquí sin nada más que un trabajo. Durante muchos meses viví en un piso vacío, con una cama, un sofá y un ordenador portátil del trabajo. Descubrí que tampoco necesitaba mucho más.

En este caso la ciudad es la misma y la casa, apenas 500 metros más allá del piso en el que he vivido los últimos cinco años y que poco a poco y gracias a Ikea se ha ido llenando de muebles. Cambia, por supuesto, el compromiso que supone firmar 30 años de hipoteca y la necesidad de decidir que libros dejo en cada casa, teniendo la certeza de que el que necesite siempre estará en la otra.

Si las cuentas no me fallan, la semana que viene me embarco en mi décima mudanza.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mucho ánimo, energía y buena suerte para te enésima mudanza. Siempre has sido un culo de mal asiento.
Besos Franché

Naida dijo...

Se que nunca nos conformamos con lo que tenemos pero...que envidia mes das...

Espero que todo te vaya muy muy bien!!

josman dijo...

eso de que una de las principales preocupaciuones sea que cuales libros te deben acompañar...una señal de que te llevas contigo lo principal, a ti misma...no importa demasiado donde estemos, pero siempre lo hemos de estar del todo

un beso y que todo te vaya muy muy bien