martes, 7 de junio de 2011

DECISIONES, PRUEBAS Y ERRORES




Me escribe una amiga para preguntarme si, en caso de volver a tener 18 años y la opción de elegir de nuevo carrera y universidad, volvería a hacer lo mismo. La pregunta se plantea porque una sobrina suya, a punto de terminar bachillerato, barajaba la posibilidad de estudiar periodismo hasta que una profesora "bienintencionada" se lo ha quitado de la cabeza con el argumento de que la profesión "está muy masificada y salen muy mal preparados".

Habló Blas. Punto redondo.

Lo leo y noto como el cabreo me sube a por la espalda hasta la cabeza. Por la irresponsabilidad de esa señora, que sin tener ni puñetera idea, se atreve a decidir sobre el futuro de una niña de 18 años que tiene todo el derecho del mundo a equivocarse por ella misma. Y me cabreo porque hace algunos años, yo pasé por exactamente lo mismo, con el argumento de "te morirás de hambre, periodistas hay a patadas, mejor estudia derecho que tiene muchas salidas". Gracias a Dios y a mi mala leche, no le hice ni caso.

Y es que me molesta sobremanera esas atribuciones que algunos se otorgan y que les permiten opinar y aconsejar a diestro y siniestro sobre cualquier cosa de la vida de los demás. "No estudies esa carrera que está saturada" "No te líes con Fulano que te saldrá rana" "No te compres piso que la burbuja inmobiliaria aún tiene que deshincharse más" "No dejes ese trabajo que no te saldrá otro"...   A lo largo de mi vida he conocido a varias personas así. Meticonas, solucionavidas y casi siempre, cobardes a la hora de tomar sus propias decisiones.

Frente a ellas, lo que yo reivindico es el derecho a equivocarnos, a tomar decisiones valientes, que saldrán bien, mal o regular, pero que son nuestras y que responden a un momento determinado de nuestra vida. Como los ratones en la noria de pruebas, aprendemos de nuestros errores y nuestros aciertos, pero gracias a Dios, podemos abrir la puerta y salir de la jaula para ver mundo. Aunque a veces queramos volver a lo seguro. Aunque a veces, tengamos que desandar lo andado y empezar de cero.

El mundo todavía es de los valientes.


POSTDATA:  Increíble. Mi amiga me cuenta que se trata de la misma profesora que intentó organizarme a mi la vida... Puffffffffffffffffffffffffff   ¿cuantas vocaciones no habrá jodido esta amargada?  (siento el taco, pero la ocasión lo merece). Chicas, las que fuisteis al instituto conmigo, adivinad de quien se trata....

3 comentarios:

Mixha Zizek dijo...

Llegué a tu blog por el blog de Cristal. Y me quedo leyendote, esta entrada me recordó a parte de una experiencia mía. Tuve algún par de profesoras que me decían que me dedique a otra cosa menos a estudiar literatura, y casi caí hasta que mi padre me dijo que yo era la única que podía tomar mis decisiones y si me equivocaba era mi problema y tendría que asumirlo. Y así fue y no me arrepiento.

Me gustó leerte, un abrazo

Anónimo dijo...

A mí también intentaron cambiarme la idea pero justo les vino. Recuerdo como mi tía I. enviaba recortes de anuncios de oposiciones para que mi hermana P se presentará en lugar de estudiar medicina que era su deseo. Afortunadamente no hicimos caso y nuestros padres nos apoyaron, también nosotras fuimos responsables y aprovechamos la oportunidad que nos dieron con gran esfuerzo por su parte.
Lafalla, profesor de física nos repitió varias veces en COU, "estudiad lo que os apetezca, tal vez consigáis trabajar en lo que os gusta, si no siempre podréis dedicaros a la enseñanza". Gracias a él y a todos los que nos permitieron soñar.
Besos Franché.

Maria de Mave dijo...

Hola Mixha Zizek y bienvenida a casa. Ya verás que la tengo más bien revuelta y que limpio poco, pero siempre hay vino y chocolate para cuando llegan los amigos.

Un abrazo.

Po zi, Franché. No te veo yo a tí de funcionaria de hacienda, la verdad....