miércoles, 21 de enero de 2009
LA CUESTION ES QUE TE ACOSTUMBRAS
La cuestión es que te acostumbras. A conducir un coche cómodo, a beber vino del bueno y a ser feliz. También a lo contrario, claro. Cuando cambias el café de bar por la birria que sale de la máquina o cuando pierdes la costumbre de ir al cine todos los miércoles simplemente porque tu vida no da para más. También a una relación sin ilusiones o incluso a vivir sin amor. A todo te acostumbras.
El tiempo, la repetición, la costumbre en definitiva, es como el golpe del agua comiendo las piedras. Poco a poco va limando las aristas y transformando las superficies hasta que a fuerza de desgaste, terminan por desaparecer.
Con el día a día ocurre lo mismo. Te acostumbras a despertarte con besos junto a alguien que te ama y según pasan los meses comienzas a verlo como algo normal, como si el tiempo y la repetición devaluaran ese tesoro que en otra época nos parecía excepcional. Es lo normal.
Pero no lo es en realidad, porque puede ser que de repente, algo cambie. Y es entonces cuando descubrimos el valor de lo perdido.
A veces está bien recordarse que nada es eterno. Que las cosas cambian. Que hoy estamos aquí y todo es perfecto, pero que mañana puede ser diferente.
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9 comentarios:
Sabia reflexión, yo la llevo grabada en la piel hace muchos años...Un besote Maria!!, la peli de Michel IV de Gato está en proceso, mi papel lo va a hacer Gabino Diego y el suyo Juan Echanove...A lo mejor sale antes el libro, ya me lo están planteando algunos... ;-)
Esa reflexión es muy buena pero por lo general sólo nos la planteamos cuando ya es demasiado tarde... los seres humanos no aprenderemos jamás...
Simplemente genial. Un saludo, gran post.
Será que buscamos la repetición de ciertos actos para sentirnos a salvo? porque si cada mañana despertamos del lado derecho y desayunamos cereales y destinamos una hora del día exacta para una actividad, creemos que la vida esta asegurada y que las eventualidades no podrán tocarnos, por lo tanto la seguridad estaría en la repetición, sin embargo, una mañana a pesar de que despertemos del lado derecho la vida nos puede sorprender con su mejor golpe de izquierda y descubriremos que en la repetición no siempre esta el gusto...
Cuando el presente, es el que es, hay que disfrutarlo a tope. Pero haces bien en no perder de vista los ciclos vitales, que todo se lo llevan.
Lo único duradero es el cambio... y cuando llega de forma inesperada la sensación es de pérdida. Aunque lo nuevo, aún si nos viene "impuesto", barrerá la pérdida y traerá nuevos afectos y vivencias de las que disfrutaremos de nuevo... hasta el próximo ciclo...
Un beso María.
Por eso creo que hay que tener claro que nada es para siempre, y a veces pienso que es mejor que nos hagamos a la idea de que todo es efímero, que puede acabar mañana mismo... así lo cuidamos más. Y quizá dure más.
La rutina es un asco, es como si nos fuera adormeciendo poco a poco, perdemos la perspectiva y nos aborregamos.
Besos grandes.
y sabes lo malo? que la mayor parte de la gente no apreciamos las cosas hasta que no nos damos cuenta de que podíamos perderlas. o cuando la vida te pega una leche, lo pierdes todo y entonces empiezas a masticar más despacio para saborear las cosas.
me ha gustado el post, está bien que se nos recuerde.
un abrazo!
Hola Duncan! Yo el libro lo compro seguro. Lo de la peli... ¿quien la va a dirigir? ;)
ES cierto, Lupita, parece que tengamos que perder algo para darnos cuenta de su valor. Por eso esta colleja virtual, para reaccionar.
Gracias dezaragoza. He visto tu blog y me gusta.
Quizá si, Lilyth, quizá sea cierto que buscamos la seguridad en la rutina, pero como dice Cuandomequieras, paradójicamente la rutina también nos agobia. Eternos insatisfechos...
Tienes razón Cristal, y eso es lo bueno. Que los cambios, aunque sean a peor, siempre terminan aportándonos algo bueno.
Gracias Indo. Un abrazo.
Si no hay posibilidad e cambiarlo,incluso a lo malo te acabas costumbrando, aunque cueste mas hacerlo ¡¡ qué remedio!!
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