Fui a colegio de monjas hasta los 14 años, hasta aquel octavo de EGB que marcaba el fin oficial de la infancia y la entrada en una adolescencia de granos, chicos e instituto público. Recuerdo que en último curso las ganas de perder de vista las batas de colegio con las costuras medio reventadas (“si total, para un curso que te queda, como vamos a comprar otra?”) se mezclaban con la emoción de saber que el curso próximo todo iba a ser distinto, que dejaríamos esa especie de nido de protección para adentrarnos en terreno desconocido: EL INSTITUTO.
Desde preescolar habíamos compartido pupitres y recreos con un grupo de niñas gitanas que las monjas llevaban años incorporando a la vida escolar, mucho antes de que a los políticos y los pedagogos se les llenara la boca con esto de la integración. Un día al año, en la fiesta del colegio, aquellas chicas morenas de envidiadísimas melenas hasta la cintura, se quitaban la bata escolar y se convertían en una especie de artistas que cantaban y bailaban con una gracia que las demás jamás tendríamos.
Poco antes de terminar el curso, allá por el mes de mayo, aquellas chicas comenzarón a faltar a clase. Primero una, luego otra. Preguntábamos a las monjas y nos respondían con evasivas, cambiando de tema, hasta que un día alguien llegó con la noticia bomba. Se habían casado. Por el rito gitano, apenas cumplidos los 14 años, cuando las demás todavía peinábamos muñecas ellas iban a criar hijos de verdad.
Después, alguna vez que he vuelto a casa he coincidido con alguna por la calle.Andan siempre en grupos, vestidas con faldas largas y jerseys ajustados y rodeadas de niños. Nadie les daría la edad que tienen y muchas, antes de llegar a los 40 son ya abuelas.
Me han venido a la cabeza hoy al leer que el muftí de Arabia Saudí, máxima autoridad musulmana del reino, Abdelaziz Al Sheij, ha emitido una fatua (decreto religioso) que permite el casamiento de niñas con diez años de edad cumplidos. Según Al Sheik, quienes instan a la prohibición de estos matrimonios con menores de edad "están equivocados porque esto es injusto para la mujer".
Desde preescolar habíamos compartido pupitres y recreos con un grupo de niñas gitanas que las monjas llevaban años incorporando a la vida escolar, mucho antes de que a los políticos y los pedagogos se les llenara la boca con esto de la integración. Un día al año, en la fiesta del colegio, aquellas chicas morenas de envidiadísimas melenas hasta la cintura, se quitaban la bata escolar y se convertían en una especie de artistas que cantaban y bailaban con una gracia que las demás jamás tendríamos.
Poco antes de terminar el curso, allá por el mes de mayo, aquellas chicas comenzarón a faltar a clase. Primero una, luego otra. Preguntábamos a las monjas y nos respondían con evasivas, cambiando de tema, hasta que un día alguien llegó con la noticia bomba. Se habían casado. Por el rito gitano, apenas cumplidos los 14 años, cuando las demás todavía peinábamos muñecas ellas iban a criar hijos de verdad.
Después, alguna vez que he vuelto a casa he coincidido con alguna por la calle.Andan siempre en grupos, vestidas con faldas largas y jerseys ajustados y rodeadas de niños. Nadie les daría la edad que tienen y muchas, antes de llegar a los 40 son ya abuelas.
Me han venido a la cabeza hoy al leer que el muftí de Arabia Saudí, máxima autoridad musulmana del reino, Abdelaziz Al Sheij, ha emitido una fatua (decreto religioso) que permite el casamiento de niñas con diez años de edad cumplidos. Según Al Sheik, quienes instan a la prohibición de estos matrimonios con menores de edad "están equivocados porque esto es injusto para la mujer".
4 comentarios:
Estas situaciones son abusivas. Niñas indefensas se ven obligadas a renunciar a su infancia para dedicarse a una vida no elegida libremente sino impuesta y esclavizante. Le quitan a la mujer sus derechos fundamentales. Las convierten en objetos, moneda de cambio, esclavas de sus padres primero y de sus maridos después. Ponen en peligro su salud física y mental. Y se sigue consintiendo... muy triste.
Esta noticia, no solo es abusiva, es denigrante con el ser humano en general.
Pero no nos olvidemos que extremistas hay en todas las ideologias y en todas las religiones. Que en la que nosotros, teorica y mayoritariamente profesamos, tambien existen extremos y dogmas, en contra de las libertades individuales. E individuos extremistas.
Quiero partir una lanza en favor de los millones de musulmanes que si respetan los derechos humanos y que ven esto como una aberracion. Que simplemente tienen una forma de pensar distinta a la nuestra y una cultura tan válida.
Conozco un caso en que una chica se sintio ofendida porque un policia en la aduana no le dirigio la palabra a ella sino a su novio. Un musulman me explico que para ellos es un respeto hacia ella, porque tenia novio. Distintas formas de ver la vida.
Pero estos extremistas son unos burros, como minimo.
Nuei
Uff, es cruel y terrible...
¿Y a quién le importa María? Total... sólo son mujeres...
Buff... tengo un mal día, mejor "non coment"
Un beso.
P.D. Duele y cansa...
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