martes, 23 de agosto de 2011

VER EL PARTENON


- ¿Que tal? ¿Como han ido las vacaciones?
- Bueno, me he divorciado.
- Coññññññññññññññññññññññññññññññññññññññññññññño

Conversación verídica de esta mañana. Aún lo estoy terminando de masticar. 3.000 euros y un mes y ventilado el asunto (por cierto, no quiero hacer proselitismo, pero un argumento más a favor de mi oposicion al matrimonio. Aquí te cobran por todo). Lo demás, lo habitual en estas situaciones, una parte más jodida que la otra, un reparto chungo para todos y volver a empezar de cero a los 40. Un poco de vértigo sí da, no?

A veces pienso que esto del amor es como un viaje organizado:

- Oiga, yo quiero ver el Partenón.
- Si, pero para ver el Partenón, tiene que comprar el paquete completo. Crucerito por Grecia, excursiones no incluídas, cena con el capitán y baile del sirtaki.
- No, pero que yo solo quiero ver el Partenón.
- Pues es lo que hay.

O lo tomas, o lo dejas. Que luego, además, el Partenón te parezca un truño conforme te acercas, ya es cosa tuya. Pero mientras, has cargado con todo lo demás. Con el crucero, con el sirtaki y la mitad de las veces, hasta con la suegra del capitán. Y encima, pagando por adelantado y confiando en que el Partenón que te llevan a ver es el que de verdad te han prometido y no el de cartón piedra que hay en las Vegas.

Y no podría ser que tu fueras, miraras el Partenón un rato, y cuando te cansaras te fueras a ver otra cosa? Pues no, pedazo de egoista, me dirán muchos (casi todos). El amor es dar y arriesgar, y tener fe y pensar que lo vas a pasar de miedo en un crucero que no tienes ni puñetera idea de por donde te va a llevar y que además, te asegura el folleto que te va a durar toda la vida, aunque lo normal es que te deje tirado en cualquier isla de mierda en medio del Adríatico. Y sin Sawyer esperándote en la playa para alegrarte el ojillo.

Y a pesar de todos, ahí que vamos todos. Dándonos de leches por subirnos al barco. Los humanos somos gente muy rara.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen Post, lástima que aquí no exista la opción de pulsar "Me gusta."
O eso pensaba yo hasta que he llegado a la última frase... Entre el sujeto y el verbo jamás se pone coma... Es que es de las que duele ver... Y se acabó el encanto.

Maria de Mave dijo...

Anónimo tienes toda la razón y ya ves que lo he corregido. :) No es excusa, pero llevo tantos años escribiendo para que otros lean, marcando las pausas fonéticas, que aunque repase se me cuenlan comas continuamente.

Muchas gracias por la corrección! :)