¿CONFIANZA? CONFIANZA

Mientras FHMP vigila el arrocito que nos comeremos de aquí a un rato, encuentro en un suplemento de la Vanguardia un test para conocer la salud de tu relación de pareja. Aunque estos test suelen parecerme una chorrada, voy respondiendo mentalmente a las preguntas que plantea. Sí, nos reímos continuamente de las cosas más tontas. No, no me sobra en casa en ningún momento. Si, me sigue gustando. Mucho, muchísimo... y así, llego a la siguiente pregunta: "¿Le cuentas todo a tu pareja?"

Hostias, no. Pues claro que no. Ni de coña!!!

Y no porque tenga nada que esconder, que afortunadamente ya pasó aquella época en la que vivía en el mundo de las mentiras y los cajones cerrados, sino porque hay cosas que forman parte de mi vida de pareja y otras que pertenecen al ámbito de las amigas, mis compañeros de trabajo o a mi familia más cercana, mis padres y mi hermano.

Un psicólogo experto en relaciones personales distinguía una vez entre SINCERIDAD y SINCERICIDIO. Y estoy de acuerdo con él plenamente. Vivir en pareja no implica tener que convertir tu vida en un estado totalitario donde el individuo pierde su entidad privada para formar parte de una comunidad a la que tiene que dar cuenta de todo aquello que ocurre en su vida.

Desde que empezó nuestra historia, comparto con FHMP una broma privada en forma de despedida que se repite cada vez que uno se queda solo en casa del otro y es "No vuelvas muy pronto o no me dará tiempo a revolver en tus cajones". Pues eso. Que la confianza está tanto en su certeza de saber que puede mirar sin problemas en mis cajones como en la mía de que no va a hacerlo. Y viceversa.