lunes, 6 de octubre de 2008

SI, QUIERO


Queridos, a partir del 31 de octubre si cualquiera de vosotros pretende casarse en esta estupenda ciudad fundada por César Augusto tendrá que apoquinar 150 € al excelentísimo ayuntamiento.

A mi no me parece mal. Al fin y al cabo para celebrar una boda hacen falta funcionarios públicos, dar las luces en el salón de plenos o ceremonias y que la señora de la limpieza pase después a recoger los rastros de la celebración. Vamos, que el que quiera montar el numerito en un edificio público, pues que lo pague.

Llegados a este punto, ya oigo gritar a alguna “¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ pero como puedes ser tan borde y tan poco romántica ¡!!!!!!” De eso nada, queridas, mi romanticismo es el de Sabina.

Que todas las noches sean noches de luna,
que todas las lunas sean lunas de miel.


O el de Pablo Milanés
Yo no te pido que me firmes
Diez papeles grises para amar
Solo te pido que tú quieras
Las palomas que suelo mirar

O el de cualquier otro que piense que una boda no es más que un circo estresante y que en realidad el compromiso se demuestra todos los días por voluntad propia, no porque te obligue un contrato que te va a costar una pasta gansa romper.

Así que igual que el que va a la piscina municipal, esta suscrito a bizing o coge el autobús a diario paga religiosamente su cuota… ¿Por qué no van a hacerlo aquellos que libremente deciden utilizar este “otro servicio” municipal?

Y al fin y al cabo, ¿que son 150 napos cuando el presupuesto de una boda lo suele multiplicar por cien?

2 comentarios:

Duncan de Gross dijo...

jejeje, 150 napos, a mi en parte me parece bien, por lo que expones, y por otra parte me parece mal, porque hay algunas bodas, yo por lo menos conozco dos casos, en que los novios no sacaron ni para caramelos, en una 200 euros de beneficio, y en otra 600, y dando gracias...

Lilyth dijo...

para mi no existe otro romanticismo que aquel que basado en la libertad te lleva a elegir voluntaria y libremente todos los días a tu pareja.
Pero si se trata de ceremonias, soy mas de aire libre ;) jajajaj no puedo evitarlo, son años de películas rosa que me han ayudado a crear el absurdo escenario de una boda supuestamente eterna.
(entre otras cosas, me encantaría encontrar el documento que hiciste referencia en mi post)