viernes, 22 de agosto de 2008

SOLOS


Como hasta el miércoles no volvía al trabajo y la casa en dias laborables se me cae encima, el martes me fui a IKEA. La idea era comprar un par de sillas que me hacen falta desde hace la tira (y dejar de molestar a mi vecina, Merche, cada vez que viene gente a casa) y una lámpara para la habitación de invitados que por fin, tras dos años de dura resistencia, he amueblado.

Además de lo preciso, volví con una tijera de cocina, un par de velas de naranja, una funda nórdica que no necesito y la certeza de que el mundo en el siglo XXI no está hecho para andar a solas.

Fue en la sección de ropa de cama, cuando sin pensarlo me di la vuelta buscando a FHMP , que anda en Soria entreteniendo a la sobrinada, para preguntarle si le gustaba más la bajera en granate o verde y de repente descubrí que era la única persona en todo IKEA comprando sola. Parejitas solas o con suegra. Madres con hijos recién emancipados. Familias enteras, una incluso con un bebé de pocas semanas y otra con una abuela centenaria en silla de ruedas. Y yo. Y me dio la sensación de que algunos me miraban. Y me sentí rara.

Ocurre lo mismo cuando cualquier tarde de estas, bajo con un libro a tomar una caña a la terraza de un bar. Siempre parece que esperas. Y siempre parece que los de alrededor esperan ver llegar a quien esperas. Y tu, en realidad, no esperas a nadie.

En los supermercados ofrecen 2x1 y si no quieres llevarlo, porque sabes que se va a estropear y tendrás que terminar tirándolo, la cajera te mira como si fueras marciana. Las mesas de los restaurantes están pensadas para números pares y cada vez más, los menús son "a compartir". Aunque parezca el colmo del absurdo, en las agencias de viajes específicas para personas solas, ofrecen descuentos "si viajas con amigos". Cuando compras una entrada en el cine, porque te encanta ir sola y llorar como loca sin que nadie pase vergüenza a tu lado, la taquillera te mira de tal manera que parece estar a punto de darte el teléfono de su primo, el que se acaba de separar... y así, mil situaciones más.

Ante todo esto han surgido en los últimos años una serie de movimientos que reivindican el derecho a vivir solo, a viajar solo, a hacer con la vida de uno lo que le de la gana... hasta han puesto una etiqueta, SINGLES, y los gurús del marketing han decidido que se trata de un nicho de mercado más que interesante. Agrupan a la gente como si eso justificara su existencia, como si hubiera que dar explicaciones por vivir solo, llevar el pelo rapado o pasar olímpicamente de la EXPO.

Es curioso como vivimos en una sociedad en la que lo diferente busca enseguida otros semejantes para agruparse, para defenderse, para justificar su existencia. Y asi, surgen movimientos de apoyo a parejas que no quieren tener hijos, a los que prefieren vivir de alquiler, no tener televisor en casa o andar en bicicleta por las ciudades. Y estos movimientos terminan siendo tan potentes que hasta los extraños agrupados miran sorprendidos a los extraños que prefieren estar solos...

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3 comentarios:

Lupe Montero dijo...

Plas, plas, plas (aplauso)
Totalmente de acuerdo, parece que los que estamos solos somos raritos y no tendría por qué ser así... Todo está pensado para dos: los paquetes vacacionales, el día de la pareja en el cine, las entradas de algunos lugares de ocio... pero a todo hay una excepción, y esa excepción se llama mercadona, je,je. Me encanta comprar allí porque lo tienen muy bien pensado para 1 persona, de modo que te venden 1 pimiento, 1 berenjena... ya envasado, y muchas otras cosas en formato individual...
Además, te digo una cosa, la sabiduría popular es infalible en muchas ocasiones, y ya conoces el refrán: Mejor solo que mal acompañado...
Besos

Lilyth dijo...

... no puedo decir nada más que...
welcome to my world

jajajaj

Amparito dijo...

Lo de que te miren por estar sola en un bar, yo creo que un tio nunca lo ha sentido ¡y no tienen que llevar ni libro!
Tampoco me parece que haya que justificar a estas alturas el vivir sola con todo un libro "Solas" de la ex-ministra
Creo que todos nosotros deberíamos vivir al menos una temporada solos para conocerse realmente a si mismo y hasta donde está o no condicionado por los demás...
Pero una de las sensaciones mejores que conozco es, en una noche fría, abrazarse a otro cuerpo caliente, que amas y te ama...
Somos animales de manada...

Ampa