VERGÜENZA

Cuando todavía no nos habíamos recuperado de la imagen de Isabel Preysler en HOLA con el rostro de una niña de 10 años, los terroristas del Photoshop atacan de nuevo con un desnudo de Alaska para una campaña de PETA. Impresionante.

Seamos serios. Isabel Preyler ronda los 60 años y aunque dedique 12 horas al día a su cuerpo, el tiempo es el tiempo. Alaska, es una mujer de poco más de metro cincuenta que en su vida ha entrado en una talla 40, con lo que las curvas que muestra en la foto difícilmente son suyas.

Pero no son las únicas. Ana Belén, musa de la intelectualidad de izquierdas, posa convenientemente retocada anunciando una crema, Elsa Pataky protagoniza portadas de dominicales en los que parece otra mujer, Rafaella Carrá aparecía la semana pasada en una revista con la cara absolutamente planchada e Isabel Sartorius nos sorprende de vez en cuando con unas fotos en las que ni ella se reconoce.

Y yo me pregunto, ¿Qué sentirán cuando vean esas fotos? Agradecimiento hacia el “manitas del ordenador” o vergüenza por estar participando en lo que a todas luces es un fraude? Como se sale a la calle a por el pan con tu cara normal cuando en el kiosko que hay justo al lado luces con 20 años y 20 kilos menos?

Muchos me tacharán de ingenua y tienen toda la razón. Había olvidado que la vanidad por una parte y un ingresito de muchos miles de euros en la cuenta corriente por otra, hacen que cualquiera olvide la edad, la talla y sobre todo, la vergüenza.

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PD. Por cierto, por una cantidad que me permita quitarme lo que resta de hipoteca y hacer un par de viajecitos por el mundo, yo me presto a lo que sea. Estoy segura de que mi pudor está de acuerdo conmigo. Y si no es asi, lo haremos estar.

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