domingo, 13 de abril de 2008

contigo

Contigo
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El cielo desde casa en primavera, esta mañana.


De entre todas las canciones de Sabina, hay una que tiene la santa virtud de poner mi vida patas arriba cada vez que la escucho. Hablo, claro está, en sentido metafórico y la revolución no va más allá de una purga emocional y unas cuantas pajas mentales sobre lo que soy, el camino recorrido y hacia donde quiero ir. En castellano antiguo, se llama ataque de agobio (Lo siento, María. Es lo que hay).

La canción se titula "Contigo" y dice así:
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Yo no quiero un amor civilizado, con recibos y escena del sofá; yo no quiero que viajes al pasado y vuelvas del mercado con ganas de llorar. Yo no quiero vecinas con pucheros; yo no quiero sembrar ni compartir; yo no quiero catorce de febrero ni cumpleaños feliz.
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Yo no quiero cargar con tus maletas; yo no quiero que elijas mi champú; yo no quiero mudarme de planeta, cortarme la coleta, brindar a tu salud. Yo no quiero domingos por la tarde; yo no quiero columpio en el jardín; lo que yo quiero, corazón cobarde, es que mueras por mí.
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Y morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres porque el amor cuando no muere mata porque amores que matan nunca mueren.
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Yo no quiero juntar para mañana, no me pidas llegar a fin de mes; yo no quiero comerme una manzana dos veces por semana sin ganas de comer.
Yo no quiero calor de invernadero; yo no quiero besar tu cicatriz; yo no quiero París con aguacero ni Venecia sin ti.
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No me esperes a las doce en el juzgado; no me digas volvamos a empezar; yo no quiero ni libre ni ocupado, ni carne ni pecado, ni orgullo ni piedad. Yo no quiero saber por qué lo hiciste; yo no quiero contigo ni sin ti; lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes, es que mueras por mí.


Siempre he envidiado a aquellos que, como J. son capaces de coger un mochila y echar a andar sin volver la vista atrás. Gente sin hipotecas, ni primeras comuniones de sobrinos ni lunes por la mañana frente a una agenda que condena las posibilidades de la semana entera. Personas que no saben dónde estarán mañana ni como será su próxima Nochebuena. Afortunados que pasan la vida viajando sin que el tiempo ni el entorno tome decisiones por ellos. Hombres y mujeres libres de verdad.
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Muchas veces pienso en ellos desde mi casa estupenda pagada gracias a una cómoda hipoteca que financio con un buen trabajo que también me permite viajar y alojarme en hoteles de diseño. Este fin de semana he visto a los amigos de la infancia, que afortunadamente, lo siguen siendo y posiblemente esta noche me iré a dormir después de una cena romántica regada con un vino especial. Me colocarán las almohadas para que duerma mejor. Es una buena vida y lo se.
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Pero no puedo evitarlo. Cada vez que Sabina canta "Contigo", el alma se me vuelve del revés.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

afirmativo.a mi tbien me encanta y no me gusta el conformismo en la vida.
por lo demas se te nota muy quemada en la vida personal.tu blog parece un proceso hacia todos los hombres.....
sin mas
ciao ana

Maria de Mave dijo...

Hola Anónimo...

Gracias por tu comentario y por sumarte a la lista de admiradores de "Contigo".

Repecto a lo del proceso hacia los hombres, no termino de estar de acuerdo. Me considero sin duda alguna una mujer con suerte, con muchisima suerte en su vida personal puesto que los hombres que han pasado por mi vida, han merecido la pena. Aunque si que es cierto que a veces las palabras, las frases se pueden interpretar mal.

Lo dicho, gracias por leer el blog. Y muchas gracias más por aportar.

Un abrazo.