viernes, 11 de abril de 2008

QUE LOS JUEVES LOS CARGA EL DIABLO

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En esta vida en la que casi nada es lo que parece, hay sin embargo dos principios fundamentales que pocas veces fallan:
  1. Que los jueves los carga el diablo.
  2. Que si uno mezcla vinos de distintos colores y D.O. posiblemente termine muy mal.

Jueves 19.30. Teatro Romano de Zaragoza. Conferencia sobre La Garnacha, uva autóctona de estas tierras que fue muy maltratada en su momento y ahora se está recuperando. Y ahí que nos vamos Carlitos, mi compañera de viajes y la cronista de la aventura. La segunda parte de la conferencia incluye una cata (ejem, en las catas donde yo había estado el vino no se tragaba) con blancos y tintos de las distintas D.O. acompañados de talos con bacalao, chacinas de una variedad de cerdo del País Vasco, tostadas con aceite del Bajo Aragón y queso fresco con mostillo.

Para que andar con tonterías. Salimos del Teatro como los romanos de una bacanal.

Pero como la noche es joven y más en primavera y con la excusa de que el FHMP no llegará hasta las once, rematamos la jugada cenando en la Republicana. ¿Nos faltaba tinto del Somontano? Ya hemos cumplido.

Botella de Viñas del Vero y gloriosa exhibición de corte de tapas con cuchillo en tres partes exactas más tarde, salimos de la Republicana justo cuando FHMP da señales de vida. Mi compañera de viajes, que en el fondo es más mala que el vino picado amenaza con ir al Hispano si no me quedo. (Para los que solo me conocen virtualmente, ir al Hispano es la ilusión de mi vida desde que vivo a este lado del Ebro, pero no consigo engañar a nadie para que me lleve y poder comprobar si lo que cuentan, es cierto).

Como desde que FHMP apareció en mi vida me he convertido en una mujer aparentemente responsable, no me dejo arrastrar a pesar de que Carlitos, sin duda contagiado por la bruja, se dedica a mandarme sms tentadores. Pero el angel de la guarda está atento y me inutiliza la Blackberry justo cuando FHMP me recoge en la esquina de Cesaragusta.

El caso es que esta mañana, al volver a entrar en red, han empezado a caer mensajes que en realidad, no se a que hora fueron enviados y que como cantos de sirena me llamaban desde el fondo de vaya usted a saber que antros. A esas horas, yo ya estaba en la cama.

Conclusión. Si yo que me retiré antes de que Cenicienta se volviera calabaza y sin dar el paso sin retorno hacia la copa larga, tenía hoy la resaca tremebunda que tenía... ¿como habrán amanecido los otros dos que posiblemente cerraron los pocos garitos que quedaban abiertos?

Veamos:

A estas horas, tienen que estar durmiéndola. Creo que cada uno en su casa. Pero no podría jurarlo. Los muy ********* dicen que si quiero enterarme de estas cosas, tengo que quedarme hasta el final...

Por cierto, estos dos fueron los mismos que el sábado pasado, aguantaron hasta que se hizo de día haciendo no se sabe que, no se sabe donde. Si alguien los vio, que lo cuente. Hay recompensa.

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