Tras la pausa de las vacaciones, recupero con Robin Hood el placer de las cenas tranquilas donde lo principal del menú es la conversación. Después de tantos días sin vernos las novedades se acumulan y saltan entre plato y plato buscando su momento de protagonismo a codazos entre el ruido del local. Será cosa de la edad, pero con los años cada vez me molesta más la falta de educación de aquellos que hablan a gritos en los restaurantes y obligan a todos los que les rodean a levantar más y más la voz, de manera que una puede seguir con detalle el lío entre el contable y la secretaria de una fábrica de papel y no enterarse de lo que le cuenta la persona que tiene sentada enfrente.
A pesar de todo, conseguimos entendernos y sigue más tarde la conversación en un bar entre cafés y copas hasta que en un momento, sonríe de oreja o oreja y confiesa cuánto le gusta esta complicidad. Y yo le miro y asiento, y sonrío pensando en la máxima de mi Compañera de viajes que asegura que es imposible la amistad entre un hombre y una mujer.
Hemos hablado del tema en varias ocasiones, quizá porque nuestras experiencias son opuestas. En mi vida, hay varios hombres a los que considero buenos amigos, amigos de verdad, con los que una llegado el momento, siempre puede contar. Amigos de confidencias, de malos momentos y buenos también, de los que te acompañan en los marrones y celebran los triunfos como si fueran propios. Mi Compañera de viajes, alega que un hombre "siempre quiere más". Y yo me pregunto si nuestra experiencia vital puede ser tan radicalmente distinta como para ponernos a cada una a un extremo de este ring.
¿Pueden hombres y mujeres ser amigos? ¿Sin que exista nada más?
Mi experiencia me dice claramente que sí, pero para ampliar el trabajo de campo, esta mañana le formulo la pregunta a Ayax, una de las cabezas más brillantes que conozco y con un punto de vista más que sensato sobre las relaciones personales. El apunta que si ninguno de ellos tiene un interés sentimental por el otro, la relación de amistad se puede dar, pero que si una de las partes está interesada en algo más...
¿Algo más? ¿Por qué algo más? ¿Es que acaso las relaciones entre hombres y mujeres tienen que medirse siempre con un criterio de atracción sexual? ¿Es que por encima de género no somos todos personas? ¿Es que cualquier hombre o cualquier mujer es por defecto susceptible de convertirse en objeto de atracción de cualquier miembro del otro sexo?
El debate esta abierto. ¿Cual es vuestra opinión?
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7 comentarios:
Bueno, amorsito, por una vez y sin que sirva de precedente te voy a dar la razón.
¿Un hombre y una mujer pueden ser sólo amigos? Sin duda.
¿La amistad excluye forma más íntimas de demostrar el afecto? No tiene por qué.
¿Acaso vulnero la amistad por mirarle a mi amiga el escote? ¿Han de dejar de molarme las piernas de mi colega chica por el mero hecho de que sea mi colega? No, no lo creo.
En cualquier caso aclaro que siempre he separado la amistad del sexo, no fuera cosa que se jodiera lo primero y, puestos a elegir, prefiero perder un kiki que una amiga.
Vaya, vaya, con tu compañera de viajes......
Pues ya ves,pues yo considero difícil,por no decir imposible,la amistad verdadera entre hombre y mujer.
Si hay amistad,a la corta surge el cariño;y si surge el cariño,a la larga surgen los problemas.Problemas que con alguien de tu mismo sexo se arreglan sólos;con los del otro,no.
Pongo como ejemplo una noche de esta última primavera.Charrando en un banco oscuro a las 2 de la mañana,después del cine y de la cena,con quien más seguro estaba yo de que ella sólo era una amiga,y yo sólo un amigo.Escuchándola,las ganas de acercarme un poco más y luego un poco más se hicieron insoportables.No quedó otra que decir aquéllo de que qué tarde es,y qué cansao estoy,y cuánto sueño tengo,por no meter la pata y estropear la amistad.
Puedo prometer,y prometo,(toco madera)que con un amigo no me ha pasado ni me pasará.Y a ellos conmigo,tampoco.
Hasta mi compi de tertulia Rocketon,sin ir más lejos,que asegura que sin duda se puede ser amigos,reconoce que mira el escote de una amiga,o le molan las piernas de otra amiga,y no pasa nada... O que puestos a a elegir entre kiki o amistad,se queda con la amistad.Y me parece cojonudo.
Pero que me diga con cuántos amigos se ha visto en la obligación de fantasear o elegir entre una cosa u otra.Con ninguno.
Se cae de cajón.Es inevitable.
Resulta poco menos que imposible dar o quitar la razón a ninguno de mis anteriores compadres, por lo que, no siendo doctor en la materia, me remitiré, sin ánimo de rebatir ni corroborar a los precitados con esta torpe e imprecisa especulación, al concienzudo planteamiento de dos insignes galenos (reales o imaginarios) cuales fueron el Dr. Freud y el Dr. Annibal Lecter. El primero nos habla de la existencia de un subconsciente en el hombre en el cual se hallan firmemente arraigados instintos animales y conductas no aprendidas, innatas y poco menos que ingobernables para la razón al punto que su funcionamiento es equiparable al de músculos como el corazón, la respiración, etc., instintos que nos acercan más de lo que creemos a nuestra condición animal, por encima de la humana. Dentro de estas conductas se encuentra, sin duda, El Deseo –por su entidad con mayúsculas-, instinto que gobierna apetitos tan elementales y animales como el alimenticio o el reproductor, entre otros… –«primeros principios, Clarice»-.
Efectivamente, este “primer principio”, en su versión más canalla y pecaminosa podríamos denominarlo Codicia (o, incluso Lujuria) –también en mayúsculas- y como dijo en antedicho Dr. Lecter «¿Qué codiciamos, Clarece? Codiciamos lo que vemos, Clarece, codiciamos lo que vemos…». Ello hace que en una hipotética relación de amistad con un elemento del sexo contrario, la proximidad pueda llevarnos –el roce genera cariño- al Deseo, éste a la Codicia y finalmente a la Lujuria, salvo que la razón -evidentemente capitidisminuida en estas lides y por lo tanto poco fiable-, el convencionalismo estético -que no nos guste absolutamente nada físicamente- o la total falta de sintonía química –me refiero a esas sustancias químicas llamadas feromonas que activan nuestra líbido- lo impidan, en cuyo caso nos hallaremos ante un raro ejemplo de amistad pura, y como tal improbable.
De este modo sólo podemos concluir con que “lo más seguro es que quién sabe”. Yo particularmente creo que sí, que cabe amistad y deseo. Tengo una amiga –y digo tengo- que lo era ab initio; con la que hubo una relación importante que no prosperó y se frustró, retomándose, tras un breve pero necesario periodo de duelo emocional, la querida amistad que, en mi opinión, se mantuvo en todo momento, sin perjuicio de su suspensión cautelar durante el duelo. La cuestión está en que todas las fases –desde el amor fraternal a la atracción sexual- tuvieron su momento sin que ninguna haya podido perjudicar lo sustancial de la otra.
Por alusiones...
queridos amigos,
me he sentido realmente sorprendida de que de una afirmación como "hombres y mujeres no pueden ser amigos, porque los hombres siempre buscan algo más" todos, incluida nuestra querida anfitriona, hayais deducido que me refiero al sexo.
En primer lugar, yo digo que los hombres siempre buscan algo más porque yo soy mujer, pero esta frase también sirve para los hombres.. y por tanto, para ellos serán las mujeres las que siempre quieren otra cosa.
En segundo lugar, con ese "algo más" yo me situaba en un plano puramente emocional. Como bien sabéis a estas alturas de la película, el sexo es un instinto y cada cual lo satisface a su modo, si tienes la capacidad puede ser incluso con amigos... pero recordad que el roce hace el cariño y con el cariño se acaba la amistad o por lo menos pasa a un segundo plano.
En cualquier caso, aclarar que yo no quería condenar a los hombres a un único pensamiento, pero visto lo visto, y pese a que todos los aquí presentes son seres evolucionados, iréis derechos al infierno. Eso sí, ¡lo pasaréis muy bien porque sereis muchos!
Y digo yo...
que tiene de malo irse a la cama con un amigo? Si el sexo es complicidad y confianza, quien mejor que un amigo para cumplir el papel?
El problema es que muchos y muchas confunden un polvo con un contrato.
Hay un tipo de "amistad" que se da bastante entre los hombres, y no creo que tanto entre las mujeres, pero no lo sé, que podría llamarse algo así como "amigo-gay-pagacafés".
El amigo-gay-pagacafés es el típico tío que aguanta viento y marea para ver si tienen alguna posibilidad en el futuro: escucha lo malo que es su novio, sus aventuras con otros, .... Aguanta lo indecible pensando que así, algún día, ella se fijará en él. Y ese momento no llega nunca, porque para ella él es un AMIGO, y no lo verá jamás con intereses románticos.
¿Quién, entre nosotros, no ha sido alguna vez en su vida un amigo-gay-pagacafés?
Este es el tipo de "amistad interesada" que no es amistad propiamente dicha. Y, aunque no lo parezca, yo sí creo que se puede ser amigos, siempre y cuando cada uno tenga su vida independiente y no vea al otro como un "a ver si en el futuro ...".
Nota: en el comentario anterior me refiero todo el rato a tipo de amistad hombre-mujer, y no a otra cosa.
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