martes, 15 de enero de 2008

TIEMPOS REVUELTOS

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Dieciocho grados, teníamos el domingo en Zaragoza. Increíble en pleno mes de enero y me da que este tiempo tan atípico está haciendo estragos en el mercado, que anda revolucionado. Para que me entendáis, están las hormonas que ni que estuviéramos en mayo.

Sábado noche en el Rock and Blues, aparece Nickname (Atila) acompañado de una mujer con la que ya ha sido visto antes. Saltan las alarmas y el domingo, queda conmigo para tranquilizarme. De acuerdo, confiesa que ha repetido, que se ven de vez en cuando pero, fiel a sus principios, ella jamás ha dormido en casa. El gurú de las retiradas a tiempo sigue levantándose a las cinco de la madrugada para asegurarse de que esto sea así. Como nunca me ha ocurrido, yo le pregunto, ¿Cómo se le dice a una mujer a esas horas de la madrugada que salga de tu cama? Muy amable me explica que afortunadamente, para esas cosas, las mujeres tenemos un sexto sentido especial. Al segundo codazo, nos damos por enteradas.

Lunes noche, al salir de clase me recoge Robin Hood, que ha andado desaparecido durante todo el fin de semana. A la que puede, me lo suelta “¿Qué te parecería bailar un tango en el puente de Santiago?” “Una horterada”, le contesto yo. Insiste “¿Qué te parecería bailar un tango en el puente de Santiago?” “Propio de un guión cutre de una coproducción argentina” le respondo. Al final, me confiesa que la chica que le hizo bailar el tango, terminó llevándoselo a casa a bailar otras cosas.

Hablo con el Guardián del Grial, que sigue encerrado entre cuatro paredes con lo que se supone es un rollo. Me cuenta que ella, por aquello de la comodidad, ha llevado a su casa secador de pelo, algo de ropa interior y unas zapatillas viejas. Como a través del teléfono no puede verme, sonrío y me callo.

Y hace apenas un rato, me llama el Oráculo del tercero con noticia bomba. Un colega de su hermano se le acaba de declarar. A mí, lo que me sorprende es que la muy torpe no lo viera venir de lejos, porque el chaval, menos publicarlo en el Heraldo, más pistas no le ha podido dar.

En fin, que como esto siga así, vamos a declarar esto un problema de salud pública. Y yo no se si será el tiempo o la influencia, que hasta una, aunque no quiera reconocerlo, empieza a tener sensaciones raras…

Más detalles, en próximos capítulos.

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