jueves, 21 de febrero de 2008

DECISIONES SIN TOMAR

Lengua de Trapo acaba de editar "Comet", novela ganadora del XI Premio Arte Joven de Novela de la Comunidad de Madrid. Su autor, Pablo Díez, plantea de nuevo el tema de las decisiones más importantes de nuestra vida, las que no llegamos a tomar.

El punto de arranque refleja una situación que estamos cansados de ver a nuestro alrededor. El treintañero atrapado en una vida relativamente cómoda que le ahoga cada día un poco más. Una relación de pareja agotada, un trabajo anodino y un futuro plano y gris. Y de repente, la posibilidad de un cambio radical, una ruptura completa y una promesa de vida plena al otro lado del océano si lo deja todo atrás.

Como sigue esta historia en realidad es lo de menos, lo que importa aquí es que posiblemente todos nos hayamos visto en una situación parecida en algún momento. Quizá no tan radicalmente, pero seguro que un modo u otro la vida nos ha puesto entre la espada y la pared. Unos, habrán tomado decisiones. Otros, habrán esperado a que la vida las tomara por ellos.

Siempre he admirado a aquellas personas que son capaces de echar a andar. Los que deciden dejar un trabajo cuando llegan al límite sin tener una garantía detrás. Los que son capaces de terminar con una relación agotada sin estirarla por miedo a la soledad. Los que comienzan una nueva aventura en una ciudad distinta solo por la necesidad de empezar. Son funambulistas de la vida. Personas seguras de sí mismas, tan conscientes de sus capacidades que no dudan ni un segundo a la hora de saltar. Y casi siempre caen de pié. Y no por suerte.

En el otro extremo, están los hombres y mujeres liana, que como Tarzán, saltan de un árbol a otro siempre amarrados a algo, colgados de la seguridad. Son personas que se aferran al trabajo que les da estabilidad, que antes dejar una cama ya han probado el calor de otra donde saben que les acogerán y que creen tener la certeza de como será su vida al menos veinte años más.

Son dos formas opuestas de afrontar cada día. Los que deciden y los que esperan para ver que pasará. Los que esperan sentados en la cuneta y los que se levantan y echan a andar.

No hay comentarios: