CLASES DE SEDUCCION
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El ayuntamiento de La Muela, organiza unas jornadas de seducción que se prolongan, nada más y nada menos que a lo largo de tres días completos.
Viendo el programa, yo me pregunto, ¿Qué pasa en La Muela? ¿Tan chungo está el tema como para que un consistorio tenga que tomar medidas y mandar a sus vecinos a clase?
Bromas aparte, si parece cierto que conforme va pasado el tiempo, las parejas se relajan hasta el punto que de repente una se encuentra un viernes sentada frente a la tele añorando esas noches románticas mientras su adjunto, en la otra esquina del sofá, ronca a pleno pulmón. Y lo peor de todo es comprobar que ya ni siquiera se te duerme encima.
Masajes, teatro, cromoterapia, expresión corporal… si echáis un vistazo en la web
http://www.vientodeseduccion.com/
podréis comprobar que el curso es completísimo, pero a mi, la verdad, me agobia.
¿De verdad es necesario tanto circo para seducir? ¿O simplemente es cuestión de currárselo un poquito?
Cuando era estudiante, al volver de unas vacaciones y abrir la puerta de mi habitación la encontré repleta de globos de colores, hasta el punto de no poder siquiera entrar. Decenas y decenas de globos brillantes que el noviete que tuve en la universidad había hinchado a pulmón solo para darme una sorpresa. No solo no lo olvidaré nunca, sino que en alguna caja en casa de mis padres hay todavía una masa pegajosa que hace 15 años fue un puñado de globos pinchados en plena celebración.
Pero ni siquiera hace falta dejarse los pulmones. Unas flores enviadas al trabajo porque sí, o un regalo sin necesidad de celebrar nada. Una escapada de tan solo una noche a cualquier sitio romántico en los alrededores o simplemente un abrazo por la espalda sin que venga a cuento. ¿Hace falta ir a clase para eso? Yo creo que no. Solo hacerlo. O en castellano antiguo, currárselo. Y me temo que en esta asignatura, tarde o temprano terminamos suspendiendo casi todos.
Viendo el programa, yo me pregunto, ¿Qué pasa en La Muela? ¿Tan chungo está el tema como para que un consistorio tenga que tomar medidas y mandar a sus vecinos a clase?
Bromas aparte, si parece cierto que conforme va pasado el tiempo, las parejas se relajan hasta el punto que de repente una se encuentra un viernes sentada frente a la tele añorando esas noches románticas mientras su adjunto, en la otra esquina del sofá, ronca a pleno pulmón. Y lo peor de todo es comprobar que ya ni siquiera se te duerme encima.
Masajes, teatro, cromoterapia, expresión corporal… si echáis un vistazo en la web
http://www.vientodeseduccion.com/
podréis comprobar que el curso es completísimo, pero a mi, la verdad, me agobia.
¿De verdad es necesario tanto circo para seducir? ¿O simplemente es cuestión de currárselo un poquito?
Cuando era estudiante, al volver de unas vacaciones y abrir la puerta de mi habitación la encontré repleta de globos de colores, hasta el punto de no poder siquiera entrar. Decenas y decenas de globos brillantes que el noviete que tuve en la universidad había hinchado a pulmón solo para darme una sorpresa. No solo no lo olvidaré nunca, sino que en alguna caja en casa de mis padres hay todavía una masa pegajosa que hace 15 años fue un puñado de globos pinchados en plena celebración.
Pero ni siquiera hace falta dejarse los pulmones. Unas flores enviadas al trabajo porque sí, o un regalo sin necesidad de celebrar nada. Una escapada de tan solo una noche a cualquier sitio romántico en los alrededores o simplemente un abrazo por la espalda sin que venga a cuento. ¿Hace falta ir a clase para eso? Yo creo que no. Solo hacerlo. O en castellano antiguo, currárselo. Y me temo que en esta asignatura, tarde o temprano terminamos suspendiendo casi todos.
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5 comentarios:
He visto a grandes rasgos el programa y no me queda claro si los participantes saldrán más actores que seductores ;)
Mi opinión es similar a la tuya, pero donde se pueda encontrar un mercado ahí se lanzará un producto y quienes no tengan ganas de pensar un poco participaran de estos cursos con la esperanza de una receta mágica que puedan administrar tres veces al mes de 7 a 8.
Yo tengo varios recuerdos romaticones y al mismo tiempo absurdos que no han perdido valor con el tiempo, pero el que además de sacarme un suspiro consigue hacerme reír a carcajadas es el de la vez que me enviaron un helado porque no podía encontrar un maxibom en la ciudad a la que mudé... que tiempos aquellos en los que no tenías que pedir que te bajen la luna y como a Margarita te regalaban una estrella.
(Margarita de Ruben Darío)
¿Pero acaso queda algún hombre capaz de hacer algo así? Yo creo que no, que desgraciadamente ha pasado el tiempo del romanticismo y la seducción.
No se si por miedo a parecer cursi, porque los tiempos han cambiado y nos han vuelto más duros o simplemente porque somos asi de torpes, pero el caso es que suspiramos viendo las comedias románticas y después somos incapaces de reproducir algo semejante en casa.
Que pena, ¿no? seguimos soñando en vez de actuar.
PANDORA
Si nos fijásemos más en los pequeños detalles, nos daríamos cuenta de cuantas veces las personas nos hacemos "grandes regalos" a lo largo del día.
Os propongo -y me propongo- que estemos atentos.
Guillermo Borja dice: "...Queremos y pretendemos vivir cosas extraordinarias. Lo extraordinario es poder vivir lo diario.."
Joder, seducción. Joder, detalles. Yo me fuí por una tía de Bilbao a Barcelona en moto y quince días después me mandó a tomar por saco.
No hay quien os entienda.
Me encanta seducir, muchas y muchos podrían reforzar esa faceta en su vida. La seducción es necesaria para el dia a dia...
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