viernes, 18 de abril de 2008

QUE SER COBARDE NO VALGA LA PENA...

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Las flores, mejor verlas vivas cuando te levantas.

Pablo Milanés y Chucho Valdés acaban de sacar un disco juntos que tiene dos peculiaridades. Lo compusieron y grabaron por separado, uno las letras, el otro la música y lo más gracioso, los tracks del cd no coinciden con los títulos de la portada. Es por lo demás, un disco sencillo, solo voz y piano y triste, como suelen ser las canciones de Milanés. En resumen, solo para incondicionales.

Como no encuentro el de María Jiménez cantando por Sabina que es el que habitualmente utilizo cuando me calzo el delantal y los guantes de goma para cantar a grito pelado al tiempo que paso el mocho, lo pongo en esta tarde de viernes mientras marujeo a lo bestia con fregona y bayeta por toda la casa. Hasta que una canción me para en seco.

Son apenas tres versos que hablan de una historia que terminó y que una parte de la pareja se empeña, contra viento y marea, en mantener. Y me vienen a la cabeza la cantidad de historias así que hay por el mundo. Lo cobardes que somos cuando se tratar de poner fin.

Los que todavía nos mantenemos en el romanticismo radical militante y pensamos que el amor es lo que importa por encima de todas las cosas miramos incrédulos a esas parejas de techo que comparten poco más que dos llaves iguales y una hipoteca. Los que viven esa situación, posiblemente podrán dar siete mil causas que justifiquen ese orden de cosas.

¿Es el amor lo que de verdad importa? ¿O llegados a cierto punto vale más olvidarse de cuentos de hadas y amarrar las dos nóminas que sumadas nos permiten vivir como hasta ahora?

Pero no es solo una cuestión económica. Es el infierno de las vacaciones sin planes, el repartir los amigos que siguen viviendo en pareja, el que a veces somos incapaces hasta de ir solos al cine y es, en definitiva, que la soledad y lo que implica nos aterra.

Así que un ¡hurra! por los que cuando una relación termina cogen sus cosas y se marchan sin prolongar la agonía. Un ¡hurra! por los que no tienen miedo, por los que creen en si mismos, por los que son capaces de empezar, solos, de nuevo.

Un ¡hurra! por todos aquellos valientes que aún creen que el amor vale más que un coche nuevo.
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

estoy de acuerdo,elmiedo es lo que mueve todo!el 90% de las parejas solo comparten el tema economico.Triste pero real:Dde esta el amor?no se.......pero hay que seguir adelante,
es como la cancion "contigo"recuerdas?
san....

Amparito dijo...

siempre q hablamos de parejas nos olvidamos que una pareja, por increible q parezca, la forman dos personas únicas e irrepetibles...
X lo tanto no hay 2 parejas iguales
Yo no me siento identificada con ninguna pareja q conozca. Me gusta el sentido del matrimonio x el q aboga Cohello. Eso no qiere decir q esté por la pareja abierta y todas esas chorradas sino k la pareja puede dar mucho más de sí que la parcial y limitada idea social con la k normalmente nos kdamos
Bsos
amparito
Pd.-... y yo creo q el miedo nos indica precisamente x donde tenemos q ir, generalmente enfrentandonos a el...

Rocketon dijo...

A veces, los más críticos con el prójimo dejan hasta de mirarse a su propio espejo para no acojonarse. ¡Qué manía con juzgar a la peña, coño! Y qué más nos dará si se quieren más o menos de lo que pensamos, o si lo hacen de forma diferente a como lo vemos nosotros, o si, sí, ¿qué pasa?, se agarran a la nómina ajena para mantener a la prole.
Un hurra por los que son capaces de militar hasta en los tonos más grises de la existencia. Un hurra a la normalidad criticada. Un hurra a los que viven como les sale de los huevos.......... o simplemente como pueden.