viernes, 18 de julio de 2008

PASION O PLANCHA. II


Protesta enérgicamente FHMP y asegura que en ningún caso se siente identificado con los hombres que yo pinto, aunque algo de razón tendré cuando anoche casi ni llegó a encender la tele... Por cierto, querido, si sales por la mañana de bancos o papeles, se ha terminado el café.

Volviendo al tema que nos ocupa, siempre me he preguntado quien llena la nevera o pone la colada en la primera fase de la pasión. Supongo que estás tan atocinada que no te das ni cuenta de lo que haces más allá del tiempo que pasas con él. No duermes, no comes, no ensucias la ropa, y como andas a un metro sobre el nivel del suelo, no se hacen pelusas tras las puertas... Vives por y para el amor.

En la fase de noviazgo el tema de las tareas domésticas comienza a complicarse. Acampais en tu casa o en la suya, o incluso, vais alternando ambas, con lo que andas siempre cargando con el secador de pelo en el bolso y con tres o cuatro botes de líquido de lentillas abiertos simultaneamente. Las decisiones diarias entran en una fase en la que el equilibrio se complica enormemente: él tiene home cinema pero tu sofá es mil veces mejor, en su casa hay fregaplatos pero no cafetera y aunque tu cama es más grande, el tiene dos cuartos de baño.

Al final, claro, pesa más el hecho de que él solo necesite una camisa limpia por la mañana y tu tengas que acarrear hasta su casa la ropa interior adecuada para el vestido que te pondrás mañana, los zapatos y el bolso que le pegan, el joyero para decisiones de ultima hora y un neceser con lo que de verdad, de verdad, de verdad, te resulta imprescindible. Aunque en el fondo de la bolsa haya cremas que no sabes ni para que sirven. Total, que terminais en tu casa.

A todo esto, has tenido suerte, y resulta que Fulanito no solo cocina, sino que además es un hombre mañoso. En un par de fines de semana te cambia las barras de las cortinas, instala como dios manda el cable de la antena y cuelga derechos los cuadros de toda la casa. Y encima, como estais en la primera fase, lo hace encantado de la vida y sin protestar. Es más, si le queda tiempo, hasta te lava el coche.

Todo parece perfecto, pero tu, que has toreado en otras plazas empiezas a sospechar que aquello no puede durar mucho... y entras en la fase de la temida
PSICOSIS DOMÉSTICA !!!!!!!!!


(continuará)


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Demasiado empalagoso todo esto desde hace días,Anita.
Abre los ojos.

Anónimo dijo...

"Musho asuca, musho" y las borracheras amorosas conducen inexorablemente a la literatura cursi. Necesitas urgentemente una crisis para mejorar la producción. ¿Quizá en el próximo capítulo?