lunes, 1 de diciembre de 2008

PÉRDIDAS


Apenas acababa de llegar al trabajo esta mañana cuando me llamó mi madre para decirme que en casa nevaba a todo nevar.

Subí la persiana del depacho y vi lo de siempre, coches, niebla y prisas.

Y cogí el teléfono y volví a llamarla solo para que me contara que la nieve seguía cayendo, que los árboles estaban ya blancos y que mi padre, que pensaba subir al monte a coger arañones había decidido quedarse en casa.

Volví a mirar por la ventana. Más coches, más niebla. Y estuve a punto de inventar una excusa, coger el coche y salir pitando hacia el norte a encontrarme con la nieve y con todo lo que había dejado atrás.

Me rescató de la nostalgia la primera alerta de agenda con las reuniones del día, que fui enlazando una tras otra, sin tiempo para pensar más. Hasta que después de comer por fin he tenido tiempo para darme una vuelta por otros blogs y he visto en el de Amparito, Oroel nevado.

Y será porque he tenido una mañana de esas cafres en las que te crecen los problemas o porque es lunes o porque simplemente me tocaba hoy uno de esos días de bajón, pero no he podido evitar pensar en todo lo que he ido dejando atrás estos años. Y he echado cuentas de todo lo que he ido perdiendo en cada mudanza, como cada cambio de vida ha sido una renuncia constante a sentir la nieve en la cara, a salir al monte con la perra cada día, a escuchar con mi padre como fermenta el vino, a vivir la vida de otra manera.

Y he pensado llamar a mi sentido común externo que se llama María y es mi mejor amiga para que de un grito me bajara a tierra de nuevo, para que me recordara que yo elegí esto, que quise romper con todo y empezar una vida nueva, que sin prisas ni agobios me ahogaba en el aburrimiento y que al fin y al cabo todo lo que soy es porque yo lo he querido.
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Pero en vez de eso, he buscado la foto que me hace sonreir siempre (la teneis aquí abajo), he puesto a calentar leche con cola cao y aprovechando que hoy estoy sola en casa, me voy a meter ya, si YA, en la cama. Con un novelón de Jane Austen, de esos en los que nunca pasa nada, con música bajita y pijama de franela. Porque gracias a Dios, lo mío con lo nostalgia es todavía una luna de miel y con un par de trucos los momentos chungos se transforman en pequeños placeres de invierno.
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Felíz noche a todos.
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pd. A que es una preciosidad???

6 comentarios:

Anónimo dijo...

me a dicho un pajarito que el temporal dura hasta el lunes no???
jejeje asi que tranquila que te guardamos la nieve para el puente.Besines
Maria
Pd:Ya ves que horas y yo aqui escuchando a Serrat y Sabina

cristal00k dijo...

A veces, hay que escucharse y ponerse los tejanos de toda la vida. Esos tan cómodos y que nos resistimos a jubilar. Especiales para ataques de nostalgia y eso...
Un beso, y no te preocupes, que ya ves que te guardan la nieve hasta que llegues. Y "ella" te estará esperando...sí, es una preciosité

Duncan de Gross dijo...

uuff, será por nieve...el paisaje es muy bonito, pero yo he de reconocer que como hombre de sur no aguanto la nieve, si temperaturas de 40-45º grados, pero no la nieve ni el frío... ;-) Raro que es uno...

Anónimo dijo...

La vida es constante elección y eso significa rechazar, aún cuando te quedes con lo conocido renuncias a la aventura, lo nuevo...Todos tenemos días así y desde luego hay luces,imágenes que de repente nos hacen preguntarnos ¿y si hubiera...? Mientras puedas remontar la nostalgia con un cola cao y una buena novela es que la elección no ha sido mala.
Besos Porras

Anónimo dijo...

Exacto. Mientras se pueda superar, no problem. Y en caso de q cueste cada vez más, pos ya sabes lo q toca.

A veces hace falta equivocarse para darse cuenta de cuál es tu sitio. O puede q tp, no necesariamente uno se equivoca. Simplemente cambia, evoluciona y finalmente vuelve al punto de partida. No pasa nada.

Una monada, sí ;)

Thalía dijo...

¿Puedo regalarte una canción?

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Una monada de perrito.

Beso!