Estaba famélica, tenía una pata con una rotura antigua que no había soldado bien y le hacía cojear y según el veterinario, habría recibido tantas palizas de bebé que era incapaz de ladrar. Tenía miedo a cualquier ruido y cuando alguen levantaba la mano cerca de ella, con un gesto brusco, se encogía en un ovillo y temblaba como una hoja.
Hoy, Yuri es esta.
En su cartilla sanitaria se establece que es un auténtico ejemplar de raza mixta, sinónimo oficial de un chucho o siete leches. Sin raza reconocida, salta a la vista que es una preciosidad y posiblemente la perra más mimada del Pirineo, pero se ha ganado a pulso cada uno de esos mimos, entre otras cosas, ejerciendo de compañía constante durante dos años de un anciano con un derrame cerebral al que ella acompañaba, entretenia, y obligaba a seguir moviendo partes del cuerpo...
Y podría contar muchas cosas más, como que ha aprendido a parar en los pasos de cebra y cruzar solo cuando le dás permiso, pero se lo pesados que nos ponemos los dueños de perros cuando hablamos de ellos, asi que os ahorraré las batallitas.
¿que por que cuento esto? Lo cuento porque hoy, al pasar junto a una de esas tiendas de mascotas de un centro comercial, he visto un cartel colgado sobre el precio de los cachorros en el que ponía:
20% DE REBAJA
y me ha venido a la cabeza esa imágen de Yuri sin poderse sostener de pie el día que llegó a casa y todo lo que nos ha dado en estos cinco años.
Y es que quizá haya alguien que no lo sepa, pero cuando dejan de ser esos cachorritos tan graciosos de escaparate y no se venden, la mayoría de esos perros son sacrificados. Y hay cientos de ellos como Yuri esperando una oportunidad en las perreras.
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1 comentario:
Cuentanos todo lo que te de la gana. Los que disfrutamos de los animales te lo agradecemos...
Besos
Ampa
Pd.-aunque una vez estuve en una cena de una protectora y pensé: pero es que solo saben hablar de perros? debían emplear esa cena de desahogo para no cebarse con su amigos...
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