miércoles, 16 de julio de 2008

CUANDO DIOS MIRA HACIA OTRA PARTE


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Hay veces que parece que Dios mira hacia otra parte.

Otras en que llego a pensar que aburrido y desesperado se acuesta con un somnifero para poder descansar tranquilo.

Y algunas, incluso, que se divierte con nosotros, pobrecitos humanos, comprobando como hizo con Abraham, hasta donde somos capaces de soportar el sufrimiento.

Hay una niña rubia que apenas ha comenzado a ir al colegio y que hace dos años perdió a su madre en un accidente absurdo. Su padre, falleció el lunes en un accidente de moto. Tiene un tio y una abuela que pronto cumplirá los 80. Y toda la vida para crecer sola.

Hay un matrimonio que después de décadas buscando un hijo propio y cercanos ya a los cincuenta, adoptaron a varios hermanos que habían pasado los primeros años de su vida en una situación de maltrato y abandono permanente. Buscaban un hijo, pero fueron incapaces de separar a los cuatro hermanos y de repente, se convirtieron en familia numerosa. Pocos meses después, a la madre se le diagnosticó un cáncer terminal.

Esta gente tiene nombre, apellidos, caras... Los veo cada fin de semana cuando vuelvo a casa y siempre me pregunto lo mismo, ¿por qué Dios, a veces, mira hacia otra parte?

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3 comentarios:

Lilyth dijo...

No se debe perder la fe, lo que pasa es que "Dios es un poco cegaton y torpe de las manos" como dice Sabines, sin embargo confío en que cada quien encontrará una mano que les guíe en la oscuridad.

Maria de Mave dijo...

Querida Lilyth, lo que ocurre es que la oscuridad es tan densa que se nos hace incomprensible... No cabe en nuestra pequeña medida humana.

Anónimo dijo...

Liiyth ¿Perder la fé? ¿Que es la fe? ¿Y Dios? ó ¿cual de ellos? El marketing religioso es una cosa y la realidad, cruel como el caso que describe maria de mave, es lo que vivimos cada día. Las cosas son como son, y por más que se empeñen los predicadores en contarnos historias escritas y versionadas (curiosamente sólo por hombres) en su propio beneficio, y recordemos que no hay más ciego que él que no quiere ver.
Richi.