martes, 13 de mayo de 2008

LOS AMORES IMPOSIBLES

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Entre tanto fútbol, este miércoles ATV programó "Los Puentes de Madison", una película que a pesar del tiempo sigue emocionando. Por si alguien no la ha visto, y en dos líneas, narra la historia de amor imposible entre una madura ama de casa de la América profunda y un fotógrafo de National Geographic al final de su carrera y de vuelta de casi todo.

La cinta desprende sensualidad en cada secuencia a través de una Meryl Streep como nunca la habíamos visto. La mujer apagada, enterrada en la vida doméstica renace ante un adulterio en el que el sexo se ahoga de inmediato en un amor que lo inunda todo. Es un amor impúdico, salvaje, angustioso a veces, placentero y doloroso a la vez. Como es, de verdad, el amor.

Como ocurre en todos los amores imposibles, saben que el tiempo es limitado, exactamente hasta que el marido vuelva con sus hijos de la feria de ganado unos días más tarde. Los amantes apuran cada segundo sabiendo que las horas de que disponen nunca serán suficientes. Cualquiera que haya vivido algo asi, conoce esa sensación de lucha frontal contra el tiempo, esa batalla perdida de antemano contra el sueño o el reloj.

Las preguntas, la angustia, el tiempo, están presentes en cada escena. El tiempo que nos queda, el que ha pasado ya, el que vendrá cuando ya no estemos juntos. Es el tiempo de las decisiones dolorosas, del miedo y el egoismo. Es el tiempo de ver a un hombre llorar bajo la lluvia por amor.

Los amores imposibles se alimentan de las dificultades, de la certeza de saber que aquello es un tiempo regalado, una excepción. Los amores imposibles pierden su magia cuando nos empeñamos en llevarlos al mundo de lo cotidiano, si sabemos que quedan infinitas noches por delante, si somos conscientes de las necesidades de nuestro cuerpo, de que es la hora de comer o dormir, si sabemos que el tiempo es nuestro y podemos manejarlo a nuestro antojo.
Ella se da cuenta. El no. Los dos pierden, seguro, como pierden siempre los amantes, tanto los que deciden separarse como los que apuestan por convertir lo excepcional en cotidiano. Ella sabe lo que otros hemos aprendido, que un amor imposible es un regalo de la vida siempre que sepas hasta donde puedes llegar.

6 comentarios:

Amparito dijo...

¡Q CASUALIDAD!Hace dos semanas la cogí en la biblio (la verdad es q no veo la tele. Antes no tenía y la de ahora me tocó en el super...)
Ella es maestra, aunq ahora se dedica en cuerpo y alma a su familia "-A mi marido no le gustaba q trabajara..."
Me encanta cuando él a una pregunta de ella sobre su familia, dice:
"-¿Sabes? No sé si podré hacerlo...
-Q?
-No sé si podré resumir mi vida en estos 3 días..."
Y no estoy deacuerdo en q la historia, de haber sido de otra manera le hubiera salido mal. Yo siempre pienso en lo cuesta arriba q se le haría la vida a partir de entonces a ella. Y porque no le llamó aunque fuera para pasar la jubi juntos, cuando su marido muere.
El libro es igual q la peli y tiene un regalo final q no aparece en la peli.
¿nos vemos en la mani de Amposta?
Bsos

Lilyth dijo...

No vi la película, pero durante algún año de mi vida fui presa de un amor imposible... o mejor dicho de un amor imposible de jueguete porque en realidad nada nos separaba sólo esas ganas locas de darle matices de “imposibilidad” es que éramos muy dados a los dramas...

Maria de Mave dijo...

Nooooooooooo, Amparito, no. Lo de pasar la jubilación juntos cuando el marido muere es impensable. Los amores imposibles tienen fecha de caducidad, como casi todo en esta vida. Las circunstancias son las que son en cada momento e intentar reproducir lo que fue mágico en un tiempo años después, no suele funcionar. Entre otras cosas, porque nosotros tampoco somos los mismos. ¿Tu imaginas a Clint recogiendo remolacha con ella en el huerto? Joer, yo no.

Lilyth, lo que dices es muy interesante. La tendencia que muchos tenemos a "dramatizar" nuestras relaciones, a poner problemas donde no los hay... a montar, en definitiva, nuestra propia película dramática.

antesdedarmepormuertobuscameenelbar dijo...

Yo lo veo de otra manera. A mi me parece la historia de una maruja que, en cuanto su marido se da la vuelta, se la pega con el primero que pasa. Además, al final, renuncia con extrema facilidad a tan maravillosa historia de amor para volver a su gris vida de siempre, triste y resignada, la pobrecilla. Que dicho así, del tirón, parece raro. En fin. Aunque igual yo vi otra película y estoy aquí largando de gratis...

Manuel dijo...

Yo, casualmente tambien vi la reposicion de Atv.
El le pregunta que como es su marido.
Ella le responde que "es limpio..."
Cuando se queda viuda le busca, pero no
le encuentra. En cambio él no lo hace.

Tener mala memoria tiene a veces sus
ventajas, no recordaba que él era fotógrafo.

Maria, un hombre puede llorar por amor, pero
Clint Eastwood NO, seguramente eran gotas
de lluvia lo que te parecieron lágrimas.
Vuelvelo a mirarlo anda.
http://es.youtube.com/watch?v=R81AhXSkhH8

Bender dijo...

Yo no la he visto. Mejor, nunca he conseguido terminar de verla (esto no es una crítica -¿o sí?-). El propio Clint Eastwood reconoce que como actor es malo (pero me gusta mucho como director), que tiene dos registros, "con sombrero y sin sombrero" y creo firmemente que sus facciones se amoldan más a ese "¡vamos!, !alégrame el día!". Yo lo prefiero con esa imagen que con esas "presuntas" lágrimas -yo también creo que inexistentes-.